La periodista Pamela Cerdeira tuvo la idea de meter un localiador satelital a un par de bolsas que entregó a los centros de acopio del Gobierno de México y que debía ir a los damnificados por los terremotos de Tirquía. Centros de acopio bajo la coordinación de Martí Batres, aquel mismo que hacia los años 90 repartía bolsas de leche falsa en colonias humildes y que, después de un análisis de laboratorio, se descubrió que venían contaminadas con popó.

Así, Martí a finales del siglo XX y así ahora que Mademe Corcholata Sheinbaum lo ha rescatado y lo coloca en la Secretaría de Gobierno CDMX.

Y resulta que las bolsas entregadas con rastreadores a los centros de aciopio capitalino no se fueron nunca del país. Una terminó a la venta en un mercado del centro de la ciudad, previamente vendida por «muchachos» que llevan ese tipo de marcancia a los mercados céntricos. La otra bolsa terminó en una escuela donde Morena tiene un banco de alimentos.

Unos chavos de una camioneta (oficial) de vía pública», los chavos bajasn y venden mercancía, explicó uno de los sorprendidos locatarios que descubrió, con ayuda de Pamela, que efectivamente un rollo de papel de baño llavaba escondido un localizador satelital.

Vean este trabajo, muy recomendable.