¡No me ayudes, compadre!, debiera decirle Miguel Ángel Mancera al secretario general del PRD en el DF, Enrique Vargas, quien acusó a los medios de la violencia que se vive en la ciudad de México. Vea usted: “Denunciamos la campaña mediática en contra de la ciudad que, sin bases ni argumentos, trata de transmitir una imagen de vulnerabilidad y descontrol, con base en mentiras y especulaciones”, dijo Vargas. O sea, ¿los 12 desaparecidos, las balaceras en Tepito, los asaltos en el transporte público, en la calle y en comercios, el narcomenudeo, la extorsión desde los reclusorios, el secuestro en sus diversas modalidades, el cobro de piso, etcétera, etcétera, son un invento de los medios?

Pues dónde vivirá el ex delegado en Azcapotzalco, tan de triste memoria, por cierto, para quienes gobernó, pues el narcomenudeo en la demarcación creció exponencialmente durante su administración y nunca se enteró. Conviene precisarle que los medios sólo transmitimos, publicamos, difundimos lo que día a día sucede en el Distrito Federal, en el país y el mundo, no orquestamos campañas. Como buen discípulo de Andrés Manuel López Obrador, pretende imponer la teoría del compló. Mientras que la gente exige resultados, acciones concretas que abatan la delincuencia.

Los dirigentes del sol azteca capitalino piden que no se politice el tema de Tepito, y ellos organizan un evento en la sede de la Asamblea Legislativa para fijar, a decir de su líder Raúl Flores, un “posicionamiento eminentemente político en apoyo del jefe de gobierno”, y declaró que: “a pesar de que hay quienes han intentado politizar el tema, no van a poder desestabilizar la ciudad de México”. Más aún, el presidente de la Comisión de Gobierno de la Asamblea, Manuel Granados, rechazó la presencia del crimen organizado. ¿Entonces quién politiza?, e insisto, ¿en qué ciudad viven? Lo que sucede en el DF no es un problema de ideologías, sino de inseguridad.

Miguel Ángel Mancera lo sabe, y por eso fijó un ultimátum a los responsables de la seguridad y justicia en el DF, al exigirles resultados para garantizar la permanencia en sus cargos. Así que el jefe de la policía, Jesús Rodríguez Almeida, y el procurador, Rodolfo Ríos Garza, deberán superar sus rencores y diferencias para evitar que rueden sus cabezas. No deben confundir o mezclar la amistad que los une al jefe con el trabajo. Los reflectores son malos consejeros.

Los perredistas capitalinos deben calcular muy bien la jugada de impulsar la teoría del compló, pues no beneficia a nadie y puede resultar muy costosa, eso sí, políticamente para quien tiene aspiraciones hacia el 2018. Más valdría que Mancera se desprendiera de su traje de procurador y asuma con firmeza y seriedad el de jefe de Gobierno. Apenas lleva 6 meses de 6 años de administración, el desgaste será mayor si no deslinda con responsabilidad y autoridad a su equipo y establece límites al PRD, partido al que no quiere afiliarse, pero sí utilizar, como el pasado domingo.

En el caso Tepito aún hay muchas interrogantes, seguramente la estrategia de focalización ordenada por el jefe de gobierno será de ayuda para resolver este galimatías de los 12 levantados, todos con antecedentes penales; hay irregularidades en las denuncias presentadas por su desaparición, pues hay una que se realizó 24 horas antes de que sucedieran los hechos; familiares que se contradicen en sus declaraciones sobre las actividades profesionales y comerciales de los desaparecidos; teléfonos con GPS activado que fueron rastreados y nunca llegaron al Heaven; consumo y venta de drogas que llevó a la división y enfrentamiento del cártel La Unión, que ya cobró 4 víctimas más durante la balacera del pasado jueves en un gimnasio, en medio de un operativo con 400 policías en la colonia Morelos.

Sin duda, un caso complejo y en el que algunos avezados hablan ya de montaje. Sí, como leyó: montaje por parte de los tepiteños que, a decir de los investigadores, habrían recurrido a este truco para victimizarse y no criminalizarse, e incluso se atreven a asegurar que aparecerán vivos, quizá golpeados, y denunciarán que fueron torturados por sus secuestradores. Incluso citan como ejemplo aquel caso del papá tepiteño que denunció el robo de sus hijos, que provocó el cierre del Eje 1 norte y finalmente se comprobó que él los había matado.

En fin, lo único cierto es que este embarazoso tema puso al gobierno de Miguel Ángel Mancera en la mira de los ciudadanos y políticos que exigen acciones y resultados, más allá de la técnica de la focalización. Porque si a ésas vamos, no se darían abasto con los testimonios focalizados de cientos de capitalinos tooodos los días, víctimas de la delincuencia y el crimen organizado. Aunque Raúl Flores, presidente del PRD-DF, diga que «no hay indicios de que cárteles o delincuencia organizada estén apoderándose de la ciudad, y que no tiene calidad moral quien hoy señala que, en la ciudad, la violencia está generalizada». ¿Ingenuidad, desconocimiento o politiquería?

Vericuentos

Presidencia en riesgo

Y ya que hablamos de problemas focalizados, quien no se haya en la grilla política es Manuel Granados, otro amigo del jefe de gobierno, colocado en la presidencia de la Asamblea Legislativa. Sus palos de ciego son de tal magnitud que sus compañeros de fracción en el PRD lo observan con preocupación. Por ello, nombró a su colega Polimnia Romana como su particular. Seguramente espera que esta ex gacela de AMLO lo proteja de los malosos que no están de acuerdo con su forma de llevar la Asamblea.

Conafe en Hidalgo

La tecnologización del siglo XXI no admite rezagos, sobre todo en materia educativa. Así que por tercera ocasión el gobierno de Hidalgo, con Francisco Olvera al frente, la empresa de cómputo IBM y el Consejo Nacional de Fomento Educativo, que dirige Carolina Viggiano, firmaron el Convenio de Cooperación Pequeño Explorador Kidsmart, que incluye la donación de 120 equipos de cómputo en apoyo a preescolares de escuelas comunitarias del estado. La alianza IBM-Conafe ha beneficiado a más de 33,123 niños en todo México por ciclo escolar. ¡Enhorabuena!

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

Deja una respuesta