Lukaa, un haitiano que buscó refugio en la Casa del Migrantes que inauguró el jueves pasado la alcaldesa Sandra Cuevas, decidió ceder su lugar para que una mujer y su hija hicieran uso de las instalaciones, ya que a dos días de abrir el refugio, llegaron más de las 250 personas que se esperaban.
Debido a que la Casa del Migrante Cuauhtémoc ya no puede recibir más migrantes por sobrepoblación, los haitianos están arribando nuevamente a la Plaza Giordano Bruno, en la Colonia Juárez, a dos calles del albergue.
El joven fue de los primeros huéspedes de la Casa del Migrante, después de una semana de estar durmiendo en las calles aledañas, el jueves pasado pudo tener una noche tranquila y sin frio “Tener un techo y un colchón fue una bendición, pude dormir tranquilo sin tener que hacer guardias de sueño con mi compañero”, compartió Lukaa.
Al día siguiente llegaron más personas a la Casa del Migrante, Lukaa se percató que los niños predominaban entre la gente, notaba las miradas de los pequeños y se conmovió “Los niños veían las camas, venían los juguetes y como jugaban otros niños, se veían cansados y les decían a sus papás que no había cupo”, explicó Lukaa.
Entre la gran cantidad de personas que llegaron al lugar a preguntar si podían hospedarse, llegó una madre con su pequeña en brazos y el joven decidió acercarse para ofrecerle su lugar en el albergue. La mujer aceptó y Lukaa buscó un hotel para pasar la noche de sábado para domingo “ayer encontré un lugar barato para pasar la noche, costo 200 pesos pero ya no me puedo dar esos lujos”, dijo el joven.
El haitiano pasará la noche en la Plaza Giordano Bruno, junto con aproximadamente 30 migrantes más, de los cuales, muchos de ellos son niños.
Por otro lado, la Casa del Migrante Cuauhtémoc, al igual que el albergue de Tláhuac, continúan saturados. En las áreas verdes del refugio han instalado casas de campaña, como lo hacían en la Pequeña Haití.