Quizá no haya sido la mejor semana post electoral de Andrés Manuel.
Primero, no supo o no le dijeron o no se quiso enterar de la atrocidad cometida en el tránsito de la iniciativa laboral de San Lázaro al Senado, merced a la cual las previsiones para (más o menos) ajustar las labores de los pobres mineros a una condición menos inhumana, se haya extraviado en el camino.
Su presencia en el Senado obedeció a cualquier otro pretexto, menos a ésta causa cuya justicia saltaría a la vista para cualquiera. Cualquiera bien informado, claro.
“Andrés Manuel López Obrador se reunió (La jornada, 23 de octubre)con los 28 senadores del PRD, PT y Movimiento Ciudadano, a los que expresó que está seguro que actuarán como auténticos representantes populares, que no se prestarán a que se siga reformando la Constitución y las leyes para legalizar despojos y abusos.
“…Durante el encuentro, el dirigente del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) recalcó que la reforma laboral “ordenada desde el extranjero” y acordada entre Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto sólo alentará la descomposición social, los resentimientos, la inseguridad y la violencia.
“Recalcó que no habrá paz social mientras se insista en imponer las llamadas reformas estructurales, entre ellas la energética con la que se pretende privatizar el petróleo”.
Como se aprecia fácilmente, las frases grandilocuentes sustituyeron a una posibilidad concreta de auxiliar en la ley a un grupo socialmente explotado, y poco favorecido, como los mineros de la zona carbonífera, tan célebre en estos días.
Otro mal momento para el caudillo fue, indudablemente, la reunión del presidente electo, Enrique Peña con los gobernadores “progresistas”, quienes o están por asumir el cargo o ya lo ejercen en cinco estados de la república (Oaxaca, Tabasco, Distrito Federal, Guerrero y Morelos).
No se trata de darle al encuentro dimensiones de claudicación, ni mucho menos de traición. No importa tampoco si todos ellos han sido militantes del Partido Revolucionario Institucional (menos MAM). A fin de cuentas ese “pecado” fue cometido enjundiosamente por el propio “caudillo” y no por ello ha dejado de salir el sol.
Se trata, sí de un triunfo de la madurez política contar el simbolismo infantiloide de la Presidencia Legítima, la cual dos los plazos simbólicamente sexenales, terminará el próximo 20 de noviembre sin nadie en la escena (nunca mejor usada la palabra) para recibir la teatral banda legítima de utilería.
Quien explicaron las cosas muy bien fueron Graco Ramírez, de Morelos y Arturo Núñez, de Tabasco.
Dijo Graco: “Coincidimos: la legalidad no es negociable. Los ciudadanos en esta última elección votaron mayoritariamente por un cambio; nosotros somos la plataforma progresista; somos gobernadores progresistas que tenemos clara nuestra responsabilidad con los ciudadanos que representamos en el país. Y, por cierto, es el 25 por ciento casi de la población”.
La expresión de legalidad fuera de toda negociación, nada más derribó todos los mitos del artificioso conflicto post electoral promovido hasta la fatiga (infecunda, pero intensa) por el promotor del Movimiento MORENA.
Pero si eso fuera poco, valen también las palabras de Arturo Núñez, quien juicioso y sereno ha explicado:
“Yo lo he dicho y lo reitero en esta oportunidad que me brindan: que no tengo duda alguna de mi convicción y militancia políticas, de mis afectos, lealtad y solidaridad personal plena con el licenciado Andrés Manuel López Obrador, pero en la misma medida, no tengo tampoco ninguna duda de mis responsabilidades institucionales como gobernador de todos los tabasqueños y no tengo ningún problema para procesar ambas convicciones”.
Y otro mal episodio ha sido la sopa de su propio cacao: los “reventadores” de la asamblea constitutiva de la sección regional de Morena en Jalisco.
“La asamblea constitutiva donde iba a participar López Obrador, fue reventada por seguidores de uno de los aspirantes a presidir Morena en Jalisco (Julio Rosas) y que perdió, por lo cual hubo gritos, silbatos, amenazas, empujones y violencia, por lo cual (le) indicaron al ex candidato presidencial que «no había condiciones para asistir» cuando tomaba café. Por ello tomó el siguiente vuelo de avión al DF.
“La asamblea se inició a las ocho horas en el auditorio del sindicato de telefonistas. López Obrador estaba citado a las 12.30 horas. “Llegó en un vuelo a las 11 horas, lo llevaron a tomar un café y avisarían cuando llegara a la reunión. Sin embargo, cuando se iniciaron las votaciones de los 169 delegados para la dirigencia poco antes del mediodía, empezaron a llegar al lugar seguidores de ex candidato y exigían entrar a la reunión. Luego de varios minutos de impedirles el paso, rompieron la barrera de seguridad y llegaron hasta el salón gritando fraude y exigiendo la salida de los dirigentes”.
Y prudente el caudillo solo tuvo como recurso político de última hora, mandar un “tuitazo” en el cual aseguraba la viabilidad de Morena. Morena va. Eso no lo duda nadie.
LORENA
A veces el éxito puede ser riesgoso. Genera envidias y se debe tomar con la cabeza fría. Por lo pronto la alcaldesa de Aguascalientes, LorenaMartínez, comienza a coleccionar reconocimientos.
Recibió del CIDE, la Universidad de Guadalajara y el Colegio de la Frontera Norte, el Premio Nacional de Gobierno y Gestión local 2012, principalmente por el Programa Convive Feliz y Línea Verde, dentro de 330 proyectos de todo el país puestos bajo la lupa por esas importantes instituciones de educación superior.