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En los muchos años de observar la política no había visto este redactor algo tan ridículo como lo ocurrido ayer (y anteayer) en la Cámara de Diputados. No sólo por los desfiguros, calumnias y torpezas sin fin, sino por tratarse de un debate vacío, insustancial en cuya materia no hay sino aire.

Total, lo pactado es lo firmado. Cualquier otra consideración, no existe. Ese es el verdadero asunto. Por eso el debate es tan absurdo como innecesario. Puro desgaste.

No importa la polémica a gritos, los insultos y la rijosidad o las piñatas del Pinochito, pues cosas peores se han visto, sino por el extremo de idiotez de solicitar la prueba poligráfica a los diputados y hasta al Presidente de la República como si se tratara de aspirantes a patrulleros de la Federal.

Ya después de eso le van a pedir a los ministros de la Corte –y a algunos integrantes del Poder Ejecutivo– la prueba del alcoholímetro; el “antidoping” a los miembros del gabinete y el conteo hormonal a los sacerdotes de la Iglesia católica.

Pero si dejamos de lado estas manifestaciones de inconsecuencia, producidas quizá al influjo de una euforia de tribuna (a veces tan dañina como el “Mal de Montaña” para los alpinistas), deberemos comenzar por la naturaleza misma del debate y las acusaciones de unas y otras partes.

El Poder Legislativo, en especial la Cámara de los Diputados, tiene una doble función: una orgánica y otra estrictamente política. La primera es la relacionada con los trabajos legislativos, así, a secas.

La segunda, la institucionalización de la arena política; el espacio ideal y necesario para el debate, el intercambio, la polémica y hasta la pasión ideológica, o mejor dicho, un espacio para la efervescencia, la defensa airada de los temas. Pero con una finalidad: legislar a fin de cuentas.

Sin embargo, circos como estos ni aportan ni enriquecen. Nada más degradan. Del “Diario de los debates”, pronto pasaremos al diario “de los orates”.

Solamente a una persona sin juicio saludable se le ocurre, como a la diputada María Elena Pérez, salir a la mitad de un asunto de alianzas, mentiras y traiciones, con una peregrina acusación sin sustento de uxoricidio, como si no hubiera visto cómo le fue a Germán Martínez (al menos en lo jurídico) por una acusación de homicidio contra Manuel Bartlett.

Pero como dice un reconocido escritor mexicano, la peor mezcla del mundo es la incompetencia con la soberbia. Y en el PAN, por lo visto ayer, les sobran de las dos.

César Nava le exige un debate al gobernador del Estado de México (por segunda vez se le quiere poner esa trampa a Peña Nieto), donde quiera, como quiera y a la hora de su elección. Nada más le faltó tirar un guante y llamar a sus “padrinos” a Chapultepec.

Peña la contesta con suavidad y firmeza: “no es tiempo de debates; es hora de construcción nacional”.

César Nava toma de los pelos la oportunidad: la “caballada panista” desfallece anoréxica. Quizá el único personaje en ascenso ahora sea el secretario de Sedesol, Heriberto Félix Guerra, pero mientras llega su cenit, el presidente del partido se pone al tú por tú con el puntero de todas las encuestas. Y para eso finge una autonomía inexistente y una capacidad de lucimiento exhibicionista a toda prueba.

A su manera le dice a Felipe Calderón: aquí estoy, para los encargos de su merced y para todo lo demás por ocurrir y por venir. En el poker eso se llama “bluff” y en español, petatazo.

TURISMO. Por fin acabó de irse de la Secretaría de Turismo el señor Rodolfo Elizondo. Terminada su ecocidia labor de rellenar de arena las playas de Cancún donde el próximo huracán (y si no el siguiente o el siguiente) las volverá a dejar en ruinas, el Presidente decidió remediar las cosas por el camino más extraño: colocar ahí a una señora a la cual han descalificado todos.

Pero mal deben andar las cosas en Palacio si para explicar un nombramiento se necesita recurrir al dudoso prestigio de una revista gringa de fama por suscripción como CNN Expansión. Esto dijo el Presidente ayer:

“La maestra Guevara tiene una larga trayectoria en la industria turística nacional. A la fecha venía desempeñándose como vicepresidenta y directora general de Sabre Travel Network México, empresa internacional líder en sistemas de reservaciones y viajes turísticos.

“Por la calidad de su trabajo ha sido nombrada en dos ocasiones por la revista CNN Expansión como una de las 50 mujeres más destacadas de nuestro país.

“La maestra Guevara conoce de cerca las características y las tendencias de la industria turística internacional y nacional, así como los servicios de calidad que están exigiendo los turistas de todo el mundo”.

Pues si de estas publicaciones se nutren los méritos para estar en el gobierno, al rato tomaremos como serias y ciertas las dotes internacionales del Chapo Guzmán como las ha revelado Forbes.

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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