En fechas recientes algunos personajes de la política nacional han manifestado su desencanto, su culposo desencanto, se podría decir, en torno de las actitudes, empeños, caprichos y dislates del presidente de la República.

A fin de cuentas, la desilusión por su carácter, su personalidad y la heterodoxia de su poderío, son las razones principales de tanta decepción. Pero el problema radica en la sinceridad.

–¿Fueron sinceros cuando se dejaron ilusionar con la credulidad de una novia pueblerina? ¿Ellos, tan sagaces, tan inteligentes, tan expertos, son ciertos ahora en la hora del desencanto?

Hay varios ejemplos, pero por ahora hablemos solamente de dos. 

Uno, Porfirio Muñoz Ledo cuya historia es demasiado extensa y conocida como para relatarla. No habría espacio.

El otro, Dante Delgado, quien sostiene un partido político calificado como franquicia personal. Pero más allá de eso, vale la pena recordar algunas cosas. 

La principal, cómo desde “Convergencia”, Dante ayudó con sus prerrogativas mediáticas al actual presidente, a quien ahora le restriega sus defectos crónicos y antes invisibles. 

¿Quién de los dos es distinto? 

Muñoz Ledo, por su parte, ha construido una simbólica organización política para defender la Constitución, amenazada entre otras cosas, por el atropello en cuanto al cargo presidencial del ministro Arturo Zaldívar, preludio de la anhelada (según él), prolongación del mandato presidencial, al cual –en seria broima– AMLO le da otros seis años de ejercicio.  

Porfirio habló al diario español “El País”:

“…El presidente de la República fue mi compañero y amigo hace mucho tiempo. Personalmente no nos hemos peleado, es muy hábil. Los estatutos de Morena dicen que no debe ser un partido de pensamiento único, que tenemos derecho a disentir siempre y cuando busquemos un resultado común. 

“Andrés Manuel es muy hábil, desde que incursionó en la vida pública en Tabasco. Desde ese momento, tuvo el éxito de polarizar; bueno y malo, polarizando ha avanzado. Ahora, creo que este no es un tema de polarización, sino de consenso nacional. Su palabra le gusta a la gente y sigue con un 62% de simpatías, pero eso plantea un problema serio. 

“¿Tiene por ello derecho a modificar la Constitución?

Típico; sí, pero no.

Hace poco,  Muñoz Ledo, quien en su calidad de presidente de la sesión de Congreso General, le entregó la banda presidencial al actual presidente en 2018, pugnó por la presidencia de Morena. El verdadero mandón de ese partido lo frenó e impuso a Mario Delgado, quien va de tumbo en tumbo.

¿Si Muñoz Ledo hubiera sido elegido, se habría dado cuenta –como ahora expone— de las fallas de su compañero y jefe político? Quien sabe, pero su rechazo a ciertas actitudes y acciones presidenciales no parece ser tan fuerte ni siquiera como para renunciar a ese movimiento, como lo hizo en otros a lo largo de su vida.

Uno, en verdad, descree de la inocente credulidad de Muñoz Ledo –educado, mundano, culto, experimentado–, para aceptar que en 30 años no vio la verdadera personalidad del presidente López Obrador. Algunos nos dimos cuenta en los primeros cinco minutos de verlo y escucharlo. Pero para otros, la realidad es algo de conveniente disimulo.

Es el mismo caso de Dante Delgado, ex priista como Muñoz Ledo y como el propio AMLO. 

Ahora Dante dice todo esto:

“El Presidente está aturdido, desesperado, desquiciado, y se mete a temas que están vedados expresamente por la Ley, amparado en la Fiscalía Especial en Delitos Electorales, donde está Agustín Ortiz Pinchetti, un demócrata a mi entender (…), pues vaya entendederas de Dante.

“El Presidente está actuando facciosamente y lo está haciendo como jefe de pandilla, ante la falta de resultados de Morena. Ni siquiera tenía candidatos, ha tenido que piratearlos de otros partidos. Anda pepenando cuadros, ni gabinete…”.

Pero sea como sea estos dos recorren en sentido contrario el camino de Damasco. 

INDUSTRIA

La Asociación Mexicana de Laboratorios Farmacéuticos, en la cual se agrupan 43 laboratorios con una plantilla laboral de 50 mil personas, determinó en su reciente asamblea, “seguir colaborando con las políticas públicas actuales”, en materia de salud y externó su preocupación por la creciente circulación de medicamentos falsos en todo el territorio.

La AMELAF, por decisión de su consejo directivo, insistirá ante la Cofepris y las demás autoridades del sector sanitario para frenar este problema cuya existencia afecta y pone en riesgo al público. 

BROMA

Una lectura siquiera superficial de Freud nos recuerda, nada es tan serio como una broma. Hasta la “bromita” presidencial de ayer. Otros seis años… 

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Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

1 thought on “Los inservibles desencantados”

  1. Maestro: como siempre, profundo y exacto. Creo que habrá un cambio radical después de las elecciones. Difícil prever, su metamorfosis discursiva. Saludos.

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