Decían los prosistas de antaño: proliferan como los hongos bajo la lluvia. Y será por la temporada electoral o prelectoral como suelen ser todas las estaciones del año político mexicano, pero vemos de pronto cómo surgen pugnaces organizaciones cuya labor es altamente contestataria y en las cuales –al menos en dos de ellas–, la iglesia asoma el rabo. Digo, sin tal prolongación espinal tuviera el clero.
La más visible ahora de esas organizaciones es el Frente Nacional por la Familia el cual es alentado (no sabemos si plenamente organizado y financiado por la conferencia episcopal) pero de cuya existencia hasta hace poco tiempo no se sabía nada. Al parecer es una prolongación más orgánica y organizada del añejo Movimiento Familiar Cristiano y la Unión Nacional de Padres de Familia.
Las movilizaciones anunciadas por el clero y este brazo suyo, caen, obviamente en el derecho ciudadano de expresar opiniones, pero el respaldo manifiesto de la iglesia —en contra del dicho de Humberto Roque Villanueva, subsecretario de Asuntos Jurídicos y Religiosos de la Secretaría de Gobernación, viola la ley, pues el artículo 130 de la Constitución, les impide expresamente a las organizaciones religiosas, de cualquier credo, oponerse a las leyes del estado nacional.
Si bien la marca o las marchas se convocan contra la iniciativa reciente del Presidente Enrique Peña, su convocatoria se refiere también a leyes ya vigentes. El matrimonio igualitario, por ejemplo, nunca recibió en el DF, donde ya tiene consagración jurídica, manifestaciones de tal tamaño.
Y en la CDMX los homosexuales y se casan y adoptan desde los tiempos del jefe de gobierno Marcelo Ebrard. Es decir, desde hace ya casi un lustro.
Pero esto ha dicho de manera equivocada Humberto Roque:
“(EI).- …Ante la polémica sobre la iniciativa de matrimonio igualitario, que el Ejecutivo envió a la Cámara Baja, Roque Villanueva, sostuvo que la Iglesia no se podría oponer a una legislación, pero apuntó que la legislación aún no existe por lo que es válido la expresión de opiniones diversas y contrarias.
“La Iglesia no ha utilizado un lenguaje agresivo (excepto si recordamos las alusiones ornitológicas entre gaviotas y “gaviotos”), solo está en defensa al concepto de la familia”, aseguró el subsecretario en entrevista con MVS.
“Consideró entonces que es válida la marcha convocada por la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y asociaciones agrupadas en el Frente Nacional por la Familia alistan movilizaciones para el mes de septiembre en la Ciudad de México y en los estados del país.
“Sí es importante reconocer que en la convocatoria (de movilización), hasta donde yo pude detectar no hay un lenguaje agresivo, hay un mensaje de sí a la defensa de la familia”, explicó”.
Pero si ese frente surge repentino y oportuno, para los fines de sus promotores, otro frente hay donde el clero mete la cola. No nada más Don Diablo puede hacerlo. El Frente Amplio Morelense, entre cuyos organizadores están Javier Sicilia (quien alguna vez intercambió escapularios con Felipe Calderón en Chapultepec) y el obispo de Cuernavaca (siempre hay un Méndez Arceo a la mano) Ramón Castro.
En las marchas y caranavas de este grupo m orelense llama la atenci{on el facilismo oportuno con el cviual se han aliado con los maestros de la Coordinadora asentados en la ciudad de México.
Este frente les pide a las autoridades federales (como si de ellas dependiera), hacerle un juicio político y destituir (como se hacía antes de más antes) al gobernador Graco Ramírez a quien ya no soportan, lo mismo por las fosas de Tetelcingo como por las mutuas acusaciones de mal manejo de los fondos universitarios, en lo cual es pugnaz defensor el rector Alejandro Vera señalado como irregular por la Auditoría Superior de la Federación:
Ese coctel no se lo bebe nadie.
“(apro).- El poeta Javier Sicilia, fundador del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD), exigió la destitución del gobernador de Morelos, Graco Ramírez, a quien acusó de “desaparecer” personas y cometer “crímenes de lesa humanidad…
“…Al señalar que el gobernador de extracción perredista ha “minimizado el problema y criminalizado a las víctimas”, el fundador del MPJD apuntó que para intentar encubrir su responsabilidad al destaparse “el horror de las fosas de Tetelcingo”, ha emprendido una campaña de difamación en contra del rector de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), Alejandro Vera Jiménez, y se le ha recortado el subsidio”.
Y la otra organización armada al vapor (para hacer caminar la maquinaria electoral), parece ser el Frente Único del Campo, una de las pocas agrupaciones con un secretario de Estado en sus filas, como parece ser Pepe Calzada. Pero se acabó el espacio.
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