Nadie puede en este mundo negar la capacidad de control del gobierno de Estados Unidos aun fuera de sus fronteras. El “american way” se ha convertido en nuestros días en “the only way”. No hay otro camino. Ellos lo deciden todo.

Cuando un viajero agraviado y a veces humillado por las revisiones en un aeropuerto se saca los zapatos y camina por debajo de un arco, mientras se sostiene los pantalones despojados del cinturón, debería tener en la mente el origen de su condición. Lo hace por decisión de un burócrata empedernido y obsesionado con la idea de la seguridad nacional de su país. Y lo mismo debe pensar quien forma una fila interminable para lograr una visa y llevar a sus hijos a conversar con Mickey Mouse.

A partir de esos ejemplos simples es más fácil comprender su política migratoria, sus prisiones en Guantánamo, su ubicua presencia en todas las policías del mundo y la inabarcable amplitud del concepto cooperación en cuyo nombre lo gobiernan todo. Ellos son el “Gran hermano”.

México comprende o debería comprender, escandalizado ahora por denuncias de espionaje cuya condición facilitó desde el gobierno mismo en el nombre de una cooperación impuesta y gozosamente admitida, las dimensiones de estas cesión de soberanía.

En nombre de éste fenómeno de aparente corresponsabilidad amistosa, la recientemente despedida señora Janet Napolitano, le impuso al gobierno mexicano, todas las aperturas posibles para el funcionamiento en este país de una sucursal del Homeland Security con decenas de agentes encubiertos y no (como Jennifer, por ejemplo) quienes dentro y fuera del proyecto intervencionista de la “Iniciativa Mérida” (con la CIA y la DEA y el ICE encapsulados bajo su paraguas); husmean, reportan, juzgan, denuncian, soplan y (esto es lo más grave) deciden políticas cuyo límite este gobierno ha querido precisar a favor de nuestro interés y no del suyo.

Eso se vio muy claramente en la ceremonia de anteayer con la cual se instituyó el día del policía federal efectuada en las instalaciones alguna vez dominadas por la señora Hillary Clinton y su peón, Genaro García Luna.

Pero si ya hemos hablado de la señora Napolitano recordemos algunas de sus aportaciones al establecimiento de un gobierno compartido, al menos en esta materia.

La más importante fue el cultivo del concepto de “Estado fallido”, para lo cual tuvo la cooperación del ex embajador Carlos Pascual quien dese la academia y otros ocios ilustrados había venido analizando esa circunstancia.

En un informe de 2008, el Departamento de Defensa de Estados Unidos advierte del riesgo de un «colapso» rápido del país vecino. Si bien se trataba de una sola frase en el informe «Joint Operating Environment 2008», elaborado por el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, el efecto fue desastroso:

«En términos de los casos más catastróficos para el Comando Conjunto, y para el mundo, dos grandes e importantes Estados deben ser considerados como riesgo de colapso rápido y repentino: Pakistán y México», dice el documento en el apartado titulado «Estados débiles y fallidos».

A partir de ahí vino una deliberación en diferentes foros para saber si México fallaba o no fallaba como Estado viable. Mientras, se metieron hasta la cocina.

Sin embargo los mexicanos recibimos un amistoso acto de intervención: la oficina binacional con el pretexto operar la inútil “Iniciativa Mérida”. Esto se publicó en septiembre de hace tres años:

“Cumpliendo con el anuncio hecho por la Secretaria de Relaciones Exteriores Patricia Espinosa, y la Secretaria de Estado Hillary Clinton en marzo de 2009, el día de ayer inició sus actividades en la Ciudad de México la Oficina Bilateral de Seguimiento de la Iniciativa Mérida (OBS).

“Este espacio de consultas permanentes entre los equipos de ambos gobiernos fue inaugurado conjuntamente por David Johnson, Subsecretario para Asuntos Internacionales de Narcóticos y Procuración de Justicia, del Departamento de Estado de Estados Unidos, y Julián Ventura Valero, Subsecretario para América del Norte, de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México.

“El primer ejercicio de esta naturaleza que realizan los gobiernos de México y los Estados Unidos, la Oficina permitirá la consulta cotidiana entre representantes técnicos de las entidades públicas de los dos países con el fin de dar cabal cumplimiento a los programas de transferencia de equipos y capacitación de la Iniciativa Mérida.

“Los funcionarios de ambos países que laborarán en la Oficina Bilateral de Seguimiento no realizarán labores de inteligencia ni operativas”.

Si no se vana realizar funciones de inteligencia ni de operación, entonces ¿cuáles se van a realizar? No hay de otras, pues.

Por esos días la señora Napolitano, ex gobernadora de Arizona decía (BBC):

«México tiene actualmente problemas de violencia que han llegado a un grado y nivel muy distintos, sin precedente», destacó Napolitano en su primera audiencia ante la comisión de seguridad interna de la Cámara de Representantes.

En ese sentido y tras la operación de contrabando oficial de armas; esta declaración de, Procurador, Erick Holder es una muestra maravillosa de la divergencia entre las acciones y los discursos:

“Eric Holder, el fiscal general, también afirmó que los carteles mexicanos son una amenaza a la seguridad nacional y prometió que EE.UU. hará algo para controlar el flujo de armas a México. Después sería investigado por la operación “Rápido y furioso”. No le tocaron un pelo.

Lo peor fue la utilización durante el sexenio anterior de esta presión para combatir internamente a los adversarios y enemigos. La utilización de la Procuraduría General de la República como ariete para embestir a los de adentro y ponerse al servicio de los de afuera, tuvo casos graves como aquella famosa “noche de los generales” y el choque en Tres Marías entre policías federales y agentes de la CIA a quienes los mexicanos balaceaban inclementes como si se tratara de patitos de feria.

En este caso todavía queda viva una pregunta: ¿cuándo va a tomar venganza la CIA en este caso? Vaya usted y pregúntelo en Milán.

Por ahora solo nos queda un poco de vergüenza frente a las aparentes manifestaciones de indignada queja por los espías en la casa como si no les hubiéramos abierto, ufanos y hasta orgullosos, la puerta de par en par.

Pero la erosión de las instituciones a veces ofrece resistencia. Mientras todo el afán protector gira por instrucciones de Washington en torno de la droga y sus derivados, uno de los agraviados por la infiltración y la calumnia con pretexto de ese mismo combate, el general Tomás Ángeles, a quien sus opiniones en torno de esta lucha fallida lo llevaron la cárcel, sale de la prisión con la voz firme y la frente arriba y advierte de otros peligros nacionales, como los previsibles a partir de la constitución pública del Frente único de Lucha Social, “que va a convertirse en un embrión de insurrección generalizada en todo el territorio mexicano para derribar al actual sistema político”.

“En estos días son frecuentes las muestras de agitación social y de violencia callejera; se escuchan discursos de odio, mensajes de rencor y resentimiento social, todo esto genera incertidumbre, temor y desánimo, contrarios a la grandeza de México y que los mexicanos tienen. Es un hecho, México vive bajo la amenaza de caos, momentos de incertidumbre y turbulencia, negativos para la sociedad y las instituciones de nuestra patria…

“…La informalidad, un conocido lastre de la economía nacional, por décadas se ha generalizado, se percibe en la desacreditación de la actividad política, en la suplantación de atribuciones exclusivas de los organismos de gobierno, de seguridad y de justicia, al margen del pacto social establecido por el constituyente de 1917, hoy son moneda de curso corriente la simulación, la calumnia, el engaño y la mentira, que siembran desunión y ruptura”.

COAHUILA

En medio de tantos rollos post electorales quien se demostró respetuoso de los procesos y resultados, fue el gobernador de Coahuila, Rubén Moreira Valdez, al reconocer los resultados del PREP local. Como se sabe Coahuila es precursor de la modernización electrónica electoral.

Moreira Valdez felicitó a cada uno de los 38 presidentes municipales electos a quienes les recordó el compromiso común de trabajar con cada uno para lograr soluciones en materias económica, de infraestructura y de seguridad pública.

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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