Cien días pueden ser la diferencia entre la fuga y la caída final, como en el caso de Bonaparte, cuyo lapso entre el exilio de Elba y el fin de las guerras napoleónicas marca la antesala de Waterloo o bien el lapso del gobierno de Cuba cuando cayó Machado –1930–,o ahora ante el estupor del mundo, la disfunción más grotesca en el ejercicio de las facultades presidenciales en Estados Unidos, donde ya no se sabe dónde esta lo peor y dónde lo malo, si en el desaliñado desatino cotidiano de un político improvisado o en la terca lucha contra el sentido común, el capricho como ideología, la contradicción, el bandazo, la falta de continuidad, la producción en serie de órdenes ejecutivas sin ton ni son y la política del vendaval.
Vendaval sin rumbo, “que te llevas tantas cosas de este mundo”, diría Celio González, en una hermosa canción, cuya música no sirve ahora para ver cómo este huracanado desatino frecuente pone en riesgo la vida de miles y miles de personas, tomado de la mano de fascistas ultramontanos, como Jeff Sessions, el Fiscal General de los Estados Unidos, cuyo delirio antiinmigrante se ha visto exacerbado y justificado por las actividades atribuidas a la Mara Salvatrucha y otras pandillas, lo cual le permite al fiscal general extender la condena a grupos inmigrantes (o indocumentados) y poner todo mundo en la misma canasta de la deportación o la cárcel.
Los hechos recientes en Long Island, reportados por el NYT, nos lo explican de este modo:
“…Cientos de vecinos de Long Island se congregaron frente la Corte Federal de Central Islip este viernes en la mañana para protestar contra la visita del fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions. Los presentes eran mayormente hispanos y llevaban afiches de mariposas que decían “respeto”, pero tanto afroamericanos como blancos se unieron a apoyar a los inmigrantes.
“El Fiscal General visitó el vecindario semanas después que cuatro jóvenes fueron encontrados violentamente asesinados en un parque para hablar sobre la pandilla MS-13 o Mara Salvatrucha, que por una décadas ha estado aterrorizando el área.
“La pandilla, que se originó en Los Ángeles en la década de los 80 por jóvenes salvadoreños que escapaban la guerra civil, se ha esparcido por Estados Unidos y América Central. En Long Island, el grupo es presuntamente responsable del asesinato de 11 jóvenes en el año pasado.
“En su visita, Sessions dijo que las organizaciones criminales transnacionales “representan una de las amenazas más graves para la seguridad del público americano”.
“El antes senador de Indiana, declaró la guerra contra la pandilla e indicó que hay que asegurar la frontera y restaurar un sistema de inmigración legal para arreglar el problema.
“Además aprovechó el momento para condenar a las jurisdicciones “santuario” por “hacer nuestro país menos seguro”.
La visita de Sessions fue “enteramente un acto político”, según describió Walter Barrientos, organizador de Se Hace Camino Nueva York, ya que las comunidades blancas en Long Island tiene un historial de ser antiinmigrante y es “un lugar fértil para seguir promoviendo el odio”.
“Él no tiene ningún interés en resolver y proteger las víctimas que en su mayoría son familias inmigrantes”, expresó Barriento quien destacó que muchas de las familias de la víctimas son indocumentados o no ciudadanos.
“En vez de ayudarlos a ellos, está promoviendo políticas que los hace más vulnerable”, argumentó”.
Obviamente tras el argumento de “asegurar la frontera y restaurar un sistema de inmigración legal para arreglar el problema”, se oculta la tesis básica de Donald Trump y la semilla de su gobierno, su medula o su cogollo, o como alguien diría, el corazón podrido de la lechuga cuando se le van retirando, una a una las hojas, como las de la alcachofa o las capas de la cebolla. El centro, la idea fundamental, apesta.
Muchas veces se ha dicho: la mejor forma de solucionar un problema es definirlo con certeza y no pretender su solución convirtiéndolo en algo más grande. Y eso hacen Trump y su equipo de radicales con la inmigración. La radicalización de unos, genera el extremismo de los demás.
Pero una cosa es combatir a las pandillas (las hay y extremadamente violentas) y otra convertir en pandilleros a todos los indocumentados y peor aun, atribuirles la capacidad de ser quienes distribuyen las drogas en todo el territorio estadunidense, lo cual es un desatino y una convocatoria al linchamiento.
Los cien días de Trump son, con mucho, los peores en los tiempos recientes de la Casa Blanca. Desatinos, diagnósticos equivocados, pasos adelante para después recular sin argumentos ni en uno ni en el otro casos; caprichos, rabietas, uso apresurado de las facultades presidenciales, ataques militares sin continuidad ni estrategia definida; baladronadas, amenazas y choques contra el muro.
“Lo creí más fácil”; dice este hombre cuyo autodiagnóstico sobre la dificultad de una tarea para la cual no está ni estará preparado jamás, les permite a muchos avizorar un grave problema por venir: si se sigue sintiendo amenazado, incomprendido, actuará como los toros mansos: embestirá descompuesto, con la cara alta y tirando gañafonazos defensivos.
La inseguridad en el ejercicio del poder produce, inevitablemente, errores mayores. Trump se radicalizará en sus posiciones básicas (las peores), mientras se sienta amenazado. Y para él, cualquier negativa (sucede con los caprichosos y los megalómanos) es un ataque, una agresión personal, una descalificación inmerecida y por tanto digna de ser castigada con otro manotazo.
Por ahora las cosas han quedado sencillamente equilibradas e cuanto al Tratado de Libre Comercio de América del Norte, al cual quisiera ver convertido en el manual de instrucciones de Estados Unidos para México y Canadá.
Su anuncio de salida del NAFTA fue suspendido gracias a la acción telefónica conjunta del ministro canadiense Trudeau y el presidente mexicano Peña quienes lograron un aplazamiento de la rabieta fundamental: “no abandono el tratado por sus muchas consecuencias inmediatas, pero accedo a revisarlo si la revisión final me favorece”. Con esa trompa cualquiera es puerco, habría dicho Manuel Buendía.
O sea, sólo dosifico la catástrofe.
Y en cuanto a los vientos de guerra y los jugueteos peligrosos con los coreanos del norte, las cosas vienen ahora siendo impredecibles.
Discutible, como es, la real capacidad nuclear a los coreanos, no es así con los estadunidenses. Washington en una hora puede desaparecerlos del mapa.
MARIGUANA
Los defensores del uso liberalizado de la mariguana han ganado ya dos batallas en otros tantos poderes de la Unión: en el Judicial lograron amparos para el uso recreativo de la cannabis y en el Legislativo acaban de salirse con la autorización para el uso “medicinal” de algunos de sus componentes químicos. “Despacito, muy despacito”, diría otra canción…
La siembra de la marca avanza. Recordemos:
“…Con cuatro votos a favor y uno en contra, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación avaló el consumo de mariguana con fines lúdicos y recreativos, al amparar a cuatro personas que impugnaron la ley que prohíbe esa posibilidad.
“Los ministros del máximo tribunal del país declararon inconstitucionales cinco artículos de la Ley General de Salud que prohíben a la Secretaría de Salud (SSA) autorizar actos relacionados con el consumo personal de esa droga con fines recreativos.
“Josefina Ricaño, José Francisco Torres Landa, Armando Santacruz y José Pablo Girault recibieron el amparo y la protección de la justicia federal para consumir la planta de manera lúdica y recreativa, siempre y cuando la cantidad que porten de manera individual no rebase los cinco gramos.
“Los ministros que votaron a favor del amparo son el ponente Arturo Zaldívar, así como Olga Sánchez Cordero, José Ramón Cossío y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena”.
Y en campo de San Lázaro:
“ (El País).- La Cámara de Diputados autorizó hoy el uso medicinal y científico de la marihuana en México al aprobar, con 301 votos a favor, 88 en contra y dos abstenciones, las reformas del Senado a la Ley General de Salud y al Código Penal Federal.
“El dictamen elimina la prohibición y penalización por el uso medicinal de la marihuana y la investigación científica, así como los derivados de su producción y distribución con estos fines, indicó el Legislativo en un comunicado.
“El Senado turnó a los Diputados el dictamen que aprobó el 13 de diciembre de 2016 para permitir el uso medicinal y científico de la marihuana en el país, basado en la iniciativa que el Ejecutivo le presentó el 21 de abril del mismo año”.