En la lucha nacional contra la inseguridad y el delito –como en muchos otros campos–, los asuntos pendientes se apilan como si se tratara de cadáveres en la morgue de Ciudad Juárez. Pasemos una somera revista de algunos. Uno, el insólito caso de de Mauricio Fernández Garza, alcalde de San Pedro Garza García, quien sostiene relaciones cercanas (nada supera en cercanía al dinero) y ha sobornado a algunos de la «minoría ridícula» y los ha convertido no en testigos protegidos sino en algo más; en soplones (quien sabe si con interesadas distorsiones) con cargo al erario municipal o peor aun, ha mezclado sus asuntos empresariales (¿cómo justifica esas erogaciones?) con la munificencia hacia los delincuentes.
La secretaría de Gobernación, a la cual él mencionó como sabedora de sus maniobras y sus peculiares formas de «inteligencia», le ha dicho, yo no sabía nada, pero de ninguna manera ha buscado siquiera en privado, poner un límite a tan extravagante norteño justiciero.
Mauricio Fernández dice, con tal de mejorar las cosas, yo haría tratos con el demonio, precisamente cuando Felipe Calderón pide no «demonizar» a México en la oratoria crítica. Por lo visto el diablo en todo mete la cola.
Cuando en la campaña electoral pasada Mauricio Fernández fue puesto en evidencia por «Reporte Índigo» a causa de un discurso de promoción electoral en el cual afirmaba la presencia y convivencia del cártel de los Beltrán Leyva en San Pedro, todo mundo se cimbró menos los electores de esa localidad.
A pesar de todo ganó mientras el PRI recuperaba el gobierno estatal. Luego, se enteró de la muerte del Negro Saldaña cuando Saldaña al parecer ni siquiera se habría enfriado. Ese conocimiento anticipado e inexplicable nunca fue investigado, a pesar de las contradicciones en la explicación del munícipe, quien le echó la pelota al gobernador Rodrigo Medina convertido en “informante” del alcalde, lo cual era tan falso como el secuestro de la niña Paulette.
Y ahora se presenta el asunto de “El chico malo» (¿será cosa autobiográfica?) en el cual tampoco vemos una intención de investigar como se ha amistado el señor alcalde con tanto “malhechor”.
Cualquiera se pregunta si con estos antecedentes Fernández garza ganaría una reelección. Posiblemente sí. ¿Para alcaldes como éste y con esos antecedentesse pide la reelección en la reforma calderonista?
Otro caso notable es el del presidente del Congreso bajacaliforniano el gran Víctor González Ortega Lo hallan con tanta cocaína como a Humberto Mariles en Francia (bueno, mucho menos, es verdad) y superando en «cañabar» a Tsekub Baloyán, aquel célebre personaje de historieta escrita por Conrado de la Torre y alguna vez por Carlos Monsivais.
Lo graban, lo exhiben, lo suben a “You Tube” y el gobierno de Baja California cuyo titular se persignaba cuando veía a Jorge Hank, lo protege hasta la saciedad (o la suciedad) y le pide una renuncia engañabobos.
Mucha la “fuerza moral” del panismo se escapa por esos agujeros. ¿Y así quieren calificaciones maravillosas por parte de la crítica?
MARQUEZ
Enrique Márquez es el presidente de la “Comisión Bi-100” para los Festejos del Bicentenario en la ciudad de México. O de los bicentenarios, si mejor dijéramos pues en el eterno diferendo entre el gobierno local y el Federal, el DF decidió festejar la rebelión de Primo de Verdad en 1808 y no el alzamiento de Hidalgo en 1810.
Después le fecha los arrolló y terminaron sumándose a la corriente “federal” de festejos, fastos, pachangas y demás.
Hace unos días el doctor Márquez, un hombre inteligente y enterado, no pudo evitar asomarse al “ring” donde hacen round de sombra (cada quien por su lado) Marcelo Ebrard y Felipe Calderón.
Nosotros—ha dicho— no vamos a hacer arcos ni monumentos inútiles”.
Y es cierto no, los va hacer: ya los hicieron.
–Si no, ¿cómo se explica la existencia de una fuente escultórica monumental en el cruce de Reforma y Avenida Juárez debida al talento de Manuel Felguérez (cuya obra por otra parte se exhibe con vastedad y por los mismos motivos de festejo, en la glorieta de Rhin y Reforma) y cuyo nombre es “La puerta de 1808”?
MALOS MANEJOS
El descubrimiento de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) sobre los 150 millones de pesos en pagos extravagantes (por decir lo menos) al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en 2008 podría crecer y echar abajo entre otras cosas, las posibilidades de promoción política de Alonso Lujambio. Hay muchos interesados en ver si eso sucede.
En la revisión de la Cuenta Pública de ese año, el organismo fiscalizador encontró pagos (de la Administración Federal de Servicios Educativos en el Distrito Federal) de 30 mil 834 pesos a 670 trabajadores comisionados en tareas sindicales con indebido goce de sueldo.
“De los beneficiados –dice El Universal–, 542 son maestros y 128 personal administrativo. Los pagos sumaron más de 134 millones de pesos y se dividieron de la siguiente manera: 113 millones 400 mil pesos al Comité Ejecutivo Nacional del SNTE; 9 millones 363 mil pesos a la Comisión Mixta de Escalafón y 11 millones 300 mil pesos a la Sociedad Mutualista”.