Mucho se ha presumido recientemente, en especial en el monocorde e infinito discurso presidencial de fin de semana o de temprano por la mañana,  sobre los méritos  éticos o la preeminencia moral de la “IV-T”, o mejor dicho, de quienes promueven este “slogan”, como el inevitable destino de la regeneradora administración y, por consecuencia, el destino mismo de la patria enriquecida con tales aportaciones.

Y una las muchas formas de corrupción cuya práctica se anuncia terminada en estos afanes, es el uso indebido del servicio público, el veto a toda forma de aprovechamiento de los bienes gubernamentales para beneficio personal de los funcionarios; el mal provecho de equipos de oficina, automóviles o dineros bajo su custodia o administración, así como el trabajo fuera de orden del personal bajo su coordinación.

Es decir; no usar ni la oficina ni el cargo para propósitos ajenos a la función y tampoco hacer trabajar a los de abajo, en asuntos del interés personal del de arriba.

Por eso causa extrañeza una intervención epistolar (en la revista “Proceso”), del señor Roberto Velasco Álvarez, Director General de Comunicación de la Secretaría de Relaciones Exteriores, quien confunde lo externo con Xoco, Coyoacán y se lanza por los senderos de la prosa justificante para ofrecer explicaciones en torno de la inocencia de su actual jefe, Don Marcelo Ebrard, a quien  deslinda del siniestro desarrollo de “Mitikha”, en el sur de la ciudad, iniciado –en aparentes condiciones de mayor orden–, cuando MEC fue jefe del Gobierno del desaparecido DF.

Si las relaciones de Marcelo con la “desarrolladora” de tan monstruoso atropello son tan limpias como la conciencia de un santo y tan inocentes como los mártires del 28 de diciembre, es cosa ahora sin importancia. Lo llamativo es usar a un funcionario de la cancillería para un recurso de abogacía mediática.

–¿La defensa de Marcelo sobre hechos del pasado no podría haberse hecho mediante una carta personal al semanario en el cual se narraron los desastres del urbanismo capitalino y deslindarse de ellos? A cambio de eso, ¿llamó a su director de Comunicación para dejar en paz el enésimo boletín sobre asuntos migratorios y le dijo, mejor mándale una carta a los de Fresas y desmiente lo de Mitikha?

Es muy posible (dejémoslo así, por ahora), la limpieza de Ebrard en todo esto, nadie lo discute, ni siquiera los reporteros señalados en el texto aclarado por Velasco. Lo significativo es cómo se usa la estructura informativa de la cancillería para fines ajenos.

Por eso esta columna, entre cuyas características siempre está entender poco, no comprende la relación entre las Relaciones Exteriores de hoy (sobre cuya divulgación, entre otras cosas,  trabaja el señor Velasco), y los permisos para construcción otorgados o no, en años ya lejanos por un multifuncional funcionario, llamado Marcelo Ebrard.

Líneas como estas, nada más señalan el uso incorrecto del Servicio Público, para fines personales y de imagen:

“…Durante la gestión de Marcelo Ebrard Casaubón como Jefe de Gobierno del DF, la aprobación y autorización del Polígono de Actuación para el desarrollo Mitikha, ubicado en la Avenida Universidad 1200 y Real de Mayorazgo 130, se dio dentro del marco de la Ley de Desarrollo Urbano, su reglamento y el programa delegacional de Desarrollo Urbano en Benit6o Juárez…” (Firma RVA, DGCSRE).

El reglamento de la Cancillería dice:

“ARTÍCULO 17.-Corresponde a la DGCS:

“I.- Captar, sistematizar, analizar y evaluar información concerniente a México originada en fuentes nacionales e internacionales…

“II.- Establecer mecanismos de coordinación con las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal a fin de coadyuvar en las actividades de difusión de información y promoción en el exterior;

“III.- Elaborar el programa de comunicación social de la Secretaría en concordancia con los lineamientos que para ese efecto marque la Secretaría de Gobernación;

“IV.- Mantener relación permanente con los medios informativos nacionales e internacionales, y difundir a través de ellos la política exterior mexicana…

“…VI.- Dar seguimiento, analizar y evaluar el trato que se dé a la Secretaría en los medios nacionales e internacionales de información, a fin de detectar eventos que puedan repercutir desfavorablemente sobre su labor e imagen y realizar acciones preventivas o campañas para evitar la desinformación…

“…XVI.- Ejercer las demás atribuciones que las disposiciones legales confieran a la Secretaría, que sean afines a las señaladas en las fracciones anteriores o que le encomiende el Secretario”.

Como se ve en ninguna parte dice, explicar las responsabilidades pretéritas del secretario en cargos de antaño…

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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