“El director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya Austin, dijo que la venta de acciones de la paraestatal en la petrolera Repsol se debe a la baja rentabilidad de los títulos”.
Casi simultáneamente hallamos dos noticias relacionadas con movimientos financieros de Petróleos Mexicanos.
Una, la fracasada aventura de aumentar su participación en la petrolera española Repsol (impugnada desde dentro de manera escandalosa) y la incursión de la empresa y el sector en general en el mercado de derivados, notoriamente riesgoso por su carácter especulativo.
En el primer caso, la realidad se encargó de probar lo inadecuado de esa inversión. En el segundo todavía no sabemos nada excepto el anuncio complejo de por sí, hecho por el subsecretario de Ingresos de la SHCP, Miguel Messmacher.
La defensa actual del procedimiento recuerda inevitablemente la forma como se explicaba la sociedad con los españoles. Recordemos:
“La operación para aumentar —en 5 por ciento— la participación de Petróleos Mexicanos (Pemex) en la petrolera española Repsol fue transparente y auditable, según informes del secretario de Energía, José Antonio Meade Kuribreña, quien destacó que se cumplió con el protocolo y no era necesario consultar a los consejeros —de Pemex—. Se cumplió con la ley nuestra, con la ley española.
“Cabe señalar que el pasado 29 de agosto Petróleos Mexicanos informó a través de un boletín que “Pemex, el socio industrial más antiguo de la compañía Repsol, y Sacyr Vallehermoso (SyV), el socio industrial con mayor participación accionaria en Repsol —20 por ciento—, han firmado hoy (ayer) un acuerdo para votar de forma conjunta en las decisiones relevantes que se tomen en la petrolera española. Asimismo, Pemex adquirirá en el mercado 5 por ciento de Repsol, con lo que su participación alcanzará 9.8 por ciento”.
Ante las críticas españolas, se respondía así:
“La atribución a Pemex de un propósito de ‘apropiación de tecnología a bajo precio para la exploración y prospección en aguas profundas’ y otros ilícitos objetivos, constituye una falsedad manifiesta, asentó la empresa en un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores de España… Pemex se reserva las acciones que proceda para la defensa de sus derechos y reitera que ha actuado siempre y seguirá actuando en relación con Repsol en la mejor defensa del interés social, que el aumento de inversión realizada en Repsol y el pacto para-social firmado son expresión de los mencionados irrenunciables compromisos y que el ilícito fin que las informaciones difundidas pretenden atribuir a Pemex son rotundamente falsos”.
Pero ayer, debido al bajo rendimiento del negocio, no quedó sino hacer el anuncio del retiro gracioso.
“El director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya Austin, dijo que la venta de acciones de la paraestatal en la petrolera Repsol se debe a la baja rentabilidad de los títulos. En reunión con medios, precisó que después de 35 años en Petronor y Repsol, sólo se registra una plusvalía de poco más de 900 millones de dólares”.
¿Nos dirán pronto lo mismo sobre la incursión en el mercado de los derivados? Esperaremos.
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