Guardería

El incendio de la guardería ABC en Sonora, cuya gravedad sobrepasa cualquier adjetivación, es un hecho cuya posibilidad de repetición nos aguarda cualquiera de estos días a la vuelta de cualquier esquina, y se debe fundamentalmente a una idea errónea en la cual el gobierno ha persistido hasta la ufanía: la privatización de la seguridad social.

El servicio de guarderías comenzó a ser entregado (subrogado; o sea sustituido) a los particulares en los dorados momentos del “liberalismo social salinista”. Los actuales gobernantes no sólo lo han asumido como suyo sino lo han convertido hasta en un negocio para particulares cuya gratitud se convierte en votos.

Detrás de cada guardería privada y “supervisada” (ya vimos con cuánta eficacia, así el señor Daniel Karam se descosa en idiotas explicaciones) hay un enclave político disfrazado con los programas del gobierno, lo cual no deja de ser una paradoja: para ampliar la cobertura social se los entregan al sector privado cuya finalidad no es de interés colectivo sino de lucro empresarial.

Las guarderías de la Sedesol, por ejemplo, le reditúan por subsidio directo a quien gane la adjudicación, 35 mil pesos mensuales.

“Si eres persona o un grupo de personas físicas o morales —dice Sedesol—, si tienes una Organización de la Sociedad Civil y desean (sic) o pueden ofrecer servicios de cuidado y atención infantil para los beneficiarios del programa Impulso a los servicios de cuidado.

“El programa te apoya hasta con 35 mil (¿pesos, dólares, rupias?).

“También pueden afiliarse las guarderías o estancias infantiles que se encuentren en operación y que cumplan con los criterios que establece el programa. Incorporación a la Red de Estancias Infantiles”.

El programa te apoya hasta con 15 mil (sic)”.

En mayo de 2008, CIMAC publicó lo siguiente:

“… el Presupuesto de Egresos de la Federación contempló mil 500 millones de pesos para el programa de guarderías y estancias infantiles de Sedesol; es decir, 22 por ciento de los siete mil 024.8 millones aprobados por la Cámara de Diputados para programas de atención a las mujeres en dependencias federales.

“Ningún otro de los 61 programas tiene un monto igual: los 11 programas del ramo 12, correspondiente a salud para las mujeres, suman mil 597.7 millones de pesos; el ISSSTE cuenta con 158.3 millones de pesos, y Aportaciones a Seguridad Social (ramo 19) tiene sólo 1.5 millones de pesos…

“…Estas estancias ‘se crean al vapor’ y cuestiona la capacitación que pudieran tener las responsables de las guarderías y la seguridad que brindan a niñas y niños. Sería mejor, dice, una política pública de apoyo a las guarderías institucionales de IMSS, ISSSTE o DIF, que manejan un concepto ‘más acabado’ en atención. Entre 2007 y 2008 se han abierto seis mil 262 estancias que dan atención a 139 mil 302 menores de cuatro años, según datos oficiales, en contraste con las mil 563 guarderías del IMSS en el país, que atienden de 229 mil 800 menores de edad. El ISSSTE tiene 157 a nivel nacional”.

Pero obviamente las guarderías institucionales han sido subrogadas no para “impulsar los servicios de cuidado”, pues podrían ampliarse con el dinero derivado a los privados, sino para avanzar en el metódico esfuerzo de desmantelar los servicios de seguridad social.

Sin embargo y a la luz de estos hechos horrorosos, uno se pregunta si quienes diseñaron los programas de cuidado de menores en el IMSS tienen la cabeza en su lugar y si esto es así con cuál materia se las han rellenado. En el apartado de “Civismo” (para niños de dos a cuatro años), dice:

“En las guarderías del IMSS como parte del proceso educativo y de una formación integral (sic) se promueve la adquisición de una identidad nacional y cultural a través de la realización de ceremonias cívicas (¿no podrían incluir un curso de gramática?), festejos de días conmemorativos del calendario cívico (Día de la Bandera, Día de la Independencia); eventos culturales, exposición de dibujos de las niñas y los niños; muestras de cantos y rondas, estudiantinas (niños de dos años con acordeón, mandolina y todo, nomás si fueran Mozart); festejos de fiestas tradicionales (Día de Muertos, posadas, fiestas tradicionales del estado o la región, Día de las Madres, Día del Niño)”.

En esas condiciones bien valdría la pena también poner extintores, mangueras contra incendios y una piadosa salida de emergencia en lugar de rondas infantiles o “festejos de fiestas tradicionales” como la conmemoración del Día de los Muertos.

¿También este año en la ABC, si la vuelven a abrir, pondrán una ofrenda?

Mientras tanto ofende la cantaleta de la falsamente contrita autoridad: investigar hasta las últimas consecuencias, caiga quien caiga; sin importar nada, sin miramientos, con energía, bla, bla, bla.

AFICIONADO NULO

Si como protesta por la “partidocracia” piden anular el voto, yo pido anular el boleto. No vaya nadie a los juegos de la selección. Cuando los “ratones” dejen de hacer el ridículo y la TV de justificar (y beneficiarse de) sus mediocridades, entonces regresemos al estadio y gocemos a todo pulmón.

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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