Como si no fuera suficiente con la macabra cifra de los muertos y los desaparecidos de Iguala, tragedia nacional de la cual se sabe poco a fuerza saberlo casi todo; dudar de mucho y desconfiar de cualquiera, en el escenario de una investigación hecha nudo sin remedio, se presentan nuevas víctimas: paradójicamente quienes con sus luces nos iban a brindar la certeza tan anhelada cuyo sendero de verdad nos traería la liberación del alma dolida.
Sólo la verdad nos haría libres, libres de la congoja acumulada, la pena, el dolor, la tristeza. Y la justicia.
Pero ahora resulta lo contrario: la ubicua maldad se ha cebado sobre los analistas de la realidad investigada y ya hay quienes asechan y bloquean a los expertos internacionales cuya pericia nos es necesaria en un país de ineptos, interesados, parciales y corruptos desconfiables capaces de mentir hasta frente a la Santa Madre Iglesia.
Ahora a ellos los censuran, bloquen y critican. Además de eso los mantienen en México con abundantes gastos por cuenta del gobierno, pero eso es una obligación derivada de nuestra pertenencia a onerosos cuanto inútiles organismos internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (OEA).
Esto fue divulgado ayer en diversos espacios informativos. Escojo lo publicado por “El financiero”:
“…El grupo de expertos internacionales que investiga junto a Procuraduría General de la República (PGR) la desaparición de 43 estudiantes de la normal rural de Ayotzinpa, denunció serios obstáculos a su trabajo que podrían poner en riesgo el acceso a la verdad y la determinación de responsabilidades ante unos crímenes considerados como los peores de la historia reciente de México.
“En concreto, denunciaron la filtración de declaraciones de algunos detenidos clave «que no responden a la verdad» o han sufrido alteraciones con la aparente intención de alentar versiones que no se sustentan, así como la apertura de nuevos expedientes con información sacada de la investigación central, con lo que los expertos ven bloqueado su acceso a esas nuevas averiguaciones…
“…Ahora, aunque dicen que existe un nuevo equipo oficial de investigación con el trabajan bien, denunciaron obstáculos desde otros sectores que no identificaron”.
Sería muy conveniente, en busca de la esclarecedora luz de la certeza el conocimiento de quienes actúan desde esos misteriosos ”sectores” de cuya maldad se quejan: ¿Se imaginan ustedes lo grave para la historia nacional vernos privados de los frutos de tan indudables talentos internacionales de expertos incuestionables? Sería una grave tragedia para México. De veras. Casi como no haber tenido forenses argentinos.
Pero hubo otra información importante ayer. Claro, se le puso menos atención porque es políticamente incorrecta (Crónica):
“…La Procuraduría General de la República (PGR) rechazó cualquier obstrucción de su parte a las investigaciones que realiza el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) sobre el caso de los 43 normalistas desaparecidos en Iguala, y aseguró que esas personas han tenido acceso en todo momento a las constancias que integran la averiguación previa que se encuentra radicada en la Oficina de Investigación del Caso Iguala, creada en la Subprocuraduría de Derechos Humanos.
“La dependencia también negó que la investigación esté fragmentada como acusa el GIEI y explicó que la Oficina de Investigación del Caso Iguala se encarga de la indagatoria de los hechos respectivos, mientras que la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) conoce eventos relacionados con delincuencia organizada y otros delitos de su competencia, sin que ello implique que deje de remitir las declaraciones de inculpados vinculados directamente con el Caso Iguala para su desahogo”.
Pero no se debe creer en la palabra de la PGR. No, ¿cómo creerle al gobierno mexicano si no es ni experto ni internacional ni forense ni argentino?
No. El credo solo se reza en otras parroquias. La estrategia es sencilla: sembrar dudas, negarlo todo y prolongar un empleo bien pagado por los siglos de los siglos o hasta la visita de otro Papa quien si compre sus versiones y dicterios y consagre su versión desde la cátedra, como no pudieron hacer con Francisco.
Hasta ahora el GIEI no ha sido capaz de decir cómo ocurrieron los hechos; sólo ha querido probar cómo no ocurrieron. Como nno tienen la verdad; denuncian la mentira. Fácil
TOROS
No se había visto en mucho tiempo: un torero abandona la plaza porque le duele la pancita. No la sufría antes del paseíllo; le vino el cólico tras desperdiciar el mejor toro de su vida. El fracaso causa retorcijones.
Y el Payo se pira. Vergüenza.