Crear conciencia entre los fumadores de la Ciudad de México para evitar tirar las colillas de cigarros en la vía pública o jardineras es responsabilidad del GDF y de la ALDF, a través de campañas, exhortos y publicad grafica, ya que esta negativa actitud produce que al año 50 mil millones de boquillas tengan como destino final el drenaje de la Ciudad.
Este llamado lo realizó el GPPVEM en la ALDF, luego de sustentar que los fumadores mexicanos consumen al año más de 250 millones de cajetillas, que producen 50 mil millones de colillas, que con el viento y el agua de la lluvia son depositadas en las alcantarillas.
Los diputados verdes en la Asamblea explicaron que los filtros del cigarro no se diluyen en el agua, por ser fabricados con acetato de celulosa, por supuesto no biodegradables, por lo que tardan hasta 10 años en desaparecer si no están expuestos al Sol.
Una solución, aunque parcial, dijeron los integrantes del verde ecologista es instalar contenedores en algunas esquinas de las calles del DF para depositar ahí el filtro del cigarrillo. Explicaron que en Inglaterra lograron resolver el problema cuando colocaron columnas o depósitos para colillas y chicles, con capacidad de recepción de 40 mil boquillas.
La fracción del PVEM en Donceles y Allende indicó que este producto final del cigarro provoca la contaminación del agua, ya que un solo filtro afecta 50 litros de líquido, ocasiona también incendios en bosques y pastizales y mata diferentes especies animales al ser tragados por éstos. Y qué decir en el ser humano, se ratifica que el consumo de tabaco es la causa número uno de muerte, por cáncer, que por violencia, ingesta de alcohol y drogas juntos.