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Cualquiera con estudios iniciales de literatura ha leído y releído sobre Pavel Ivanovich Chichicov en cuya historia Nicolás Gogol escribe “La almas muertas”; es decir, los campesinos muertos a los cuales sin embargo se les continuaba considerando para obtener créditos del gobierno a favor de una hacienda de la vieja Rusia.

El pícaro Chichicov, a quien el escritor describe como seductor, parlanchín, osado y simpático, no deja de ser sino un granuja de siete suelas como todos sabíamos. Pero algo ignorábamos: el ejemplo y las técnicas de Pavel Ivanovich ya se han arraigado en México. Y no solamente donde tradicionalmente se hacia, en el campo electoral. No.

Ahora nos hallamos ante un hecho maravilloso por la dimensión de su desfachatez: los muertos le “venden” sus tierras al gobierno para la ampliación de obras públicas. Al menos eso ha ocurrido en Tláhuac con la construcción de la línea 12 del Sistema de Transporte Colectivo.

De acuerdo con la información publicada ayer en “Crónica” el gobierno de la ciudad negoció con los difuntos y hasta les pagó dinero del mundo real por ceder sus derechos de propiedad así en la tierra como en el cielo.

Es el primer caso conocido de expropiación física en el mundo metafísico y con repercusiones en el más allá.

No se puede explicar esa forma de parlamentar con los desaparecidos, excepto si el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard se nos viene a declarar ahora, en el Centenario de la Revolución, devoto de Francisco Madero quien como todos sabemos tenía la estúpida idea de comunicarse con el más allá mientras en el mundo del más acá Victoriano Huerta le preparaba un golpe de Estado.

La información sobre este caso con el cual el GDF nos anticipa la fervorosa celebración del día de muertos en Mixquic, proviene del Instituto de Acceso a la Información Pública, y señala entre los campesinos vendedores de predios aparecen comuneros ya finados.

“Uno de estos casos –dice la información– es el de Delfino Romero Rivera, quien según este padrón accedió a cederle las parcelas —correspondientes al polígono 9 del pueblo de San Francisco Tlaltenco— al GDF, a cambio de un millón 580 mil 268 pesos.

“Sin embargo, esta persona murió a principios del año 2007, es decir, previo a la compra del predio, con ello la administración capitalina habría falseado en la supuesta negociación y el desvío de los recursos asignados para la adquisición de los terrenos en cuestión.

“No obstante, la Contraloría General del GDF les hizo saber a los ejidatarios que la compra-venta de las tierras del difunto Delfino Romero se llevó a cabo conforme a derecho… Otro de los fallecidos que “vendieron” su parcela es Pedro Palacios Jiménez, quien aparece como beneficiario de un millón 410 mil 078 pesos por la parcela 323 del polígono III del ejido de Tlaltenco”.

En esas condiciones lejos de proferir anatemas o condenas por el proceder de nuestras benefactoras autoridades deberíamos inscribirlas en la “Iniciativa México”, pues no solo procuran el bienestar de los vivos sino hasta el financiamiento y tranquilidad económica de los muertos.

El único misterio vigente ahora es dónde quedaron esos casi tres millones de pesos destinados a la compra celestial de las parcelas, pues los predios ahí están, el dinero se le entregó a alguien y a pesar de la honestidad probada de todo el mundo, –dijo la comadre en el velorio–, mi rebozo no aparece.

OPOSICIÓN

Por si no había quedado clara la actitud del PRI en los días por venir con la crítica primero y la ausencia después a los Diálogos del Campo Marte, ayer Francisco Rojas, líder los diputados de ese partido soltó, la catilinaria:

“El gobierno – dijo — no se ha cansado de mostrarnos que está dispuesto a todo, antes que permitir nuestro ascenso electoral; pues el espectáculo cínicamente mostrado por él y su partido, para acosar y tratar de derribar al PRI, no puede ser, ni debe ser una opción que aceptemos pasivamente.

“Está claro que no entendió nuestra sensatez y nuestra prudencia, que incluso le permitió su arribo a la Presidencia de la República. Nosotros en el PRI hemos actuado como oposición responsable, no ingenua.

Al referirse al presidente de manera directa, Rojas asegura: “le hemos suscrito sus iniciativas y le otorgamos concesiones para evitarle la confrontación con el Congreso y, a pesar de todo, no ha respondido como un auténtico Jefe de Estado que gobierne para todos, sino más bien como el jefe de una campaña electoral de varias cabezas, para acosar y tratar de derribar a nuestro partido”.

REVENTÓN

Como el asunto de Mexicana de Aviación ya no da para más, Lizzete Clavel, la lideresa del sindicato de sobrecargos (ASSA) se levantó de la mesa y se fue de reventón.

Pero no en el sentido de diversión prolongada y sin recato; no. Se le reventó la úlcera (o estuvo a punto) y está internada en un hospital privado de cuyo nombre no quiero acordarme.

La tensión acumulada de los días previos a la extinción de la empresa y el despido de todo mundo, fue intolerable. Para ella y para todos, menos para el displicente gobierno y los irresponsables y acaudalados dueños quienes operaron siempre con dinero ajeno.

nabo” con los columnistas financieros cuya labor es aplaudir al régimen mediante el malabarismo de cifras cuyo éxito no vemos en toda una larga década.

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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