Nos lo dijeron toda la vida: la voz del pueblo es la voz de Dios, como si con la divina invocación  se quisiera decir, y se decía, es más, el pueblo nunca se equivoca y diga cuanto diga, como lo diga y cuando lo quiera expresar, se le debe reconocer su soberana voluntad,  pues son infalibles las masas, porque de ellas dimanan la razón y la justicia.

No entiende uno entonces – a veces– cómo la demagogia (eso es en el fondo todo populismo, todo “consultismo”, orienta las decisiones en sentido contrario al interés genuino, perdurable de una nación.

Dos ejemplos:

“El Brexit triunfó, los británicos eligieron romper los lazos con la Unión Europea (UE). El resultado oficial de la votación en Reino Unido validó que el 52% de los votantes se pronunciaron a favor de abandonar la mancomunidad.

“Además, ante la decisión de la ciudadanía, el primer ministro David Cameron anunció su intención de renunciar al cargo en octubre, cuando se celebre la convención del Partido Conservador, para dar paso a un liderazgo “fresco” al país en una situación histórica.

“Con esta decisión en el referendo, Reino Unido se convertiría en el primer miembro de los 28 países en abandonar el bloque europeo, el cual se ha visto duramente afectado por la crisis y desaceleración económica que siguió a la crisis financiera internacional de 2008, el resurgimiento de Rusia y los flujos masivos de inmigrantes”.

Luego vendría el chirriar de dientes, como dice la escritura.

Pero donde con mayor dramatismo se puede advertir esta extraña orientación  de la mayoría (ese raro arte de contar cabezas, ha dicho alguien) es en el reciente proceso de paz en Colombia y su formalización tras un recuento. Más allá de las mezquindades de Álvaro Uribe cintra el presidente Santos, el resultado de la voz colectiva, es pasmoso.

Fue más fácil convencer a los guerrilleros y traficantes asociados de buscar la paz. La llamada “sociedad civil” se montó en su  macho y dijo no al proceso. Quesque por sus condiciones de perdón para los criminales de larga acumulación durante medio siglo.

Leamos “El Tiempo”:

“Aunque las votaciones mostraron una tendencia mayoritaria del 50,24 % a favor del ‘No’, el país quedó dividido en sus regiones entre las dos opciones de voto. En las zonas costeras y limítrofes del país ganó mayoritariamente el “sí”, mientras que el interior, en donde se concentra el mayor censo electoral, votó mayoritariamente por el ‘No’.

“Entre las principales ciudades del país, solo Barranquilla, Cali y Bogotá dieron un apoyo mayoritario a la aprobación de los acuerdos alcanzados entre Farc y Gobierno. Bucaramanga, Medellín, Cúcuta y Pereira manifestó su rechazo con un ‘No’ mayoritario.

“Bogotá, como capital del país y epicentro de las dos campañas, votó a favor de los acuerdos con una aprobación del 56 % de los votos, según el último reporte entregado por las autoridades electorales.

“Por su parte, en la mejor plaza de respaldo electoral del presidente Juan Manuel Santos ganó mayoritariamente el ‘Sí’ en todos los departamentos, sin embargo no fue suficiente para conseguir los votos necesarios para contrarrestar los resultados conseguidos en las ciudades capitales.

“Atlántico, territorio en donde se es conocido el apoyo mayoritario entre la población hacia la gestión del presidente Juan Manuel Santos, en donde, por ejemplo, en su reelección le sacó 1.034.774 votos a su rival en la región, un resultado determinante en su carrera por continuar en la Casa de Nariño durante otros cuatro años más, el ‘Sí’ se consolidó con más del 60% de los votos.

“Allí, votó solo el 24% de las personas habilitadas, en un territorio en donde hoy se vivieron los coletazos climatológicos del paso del huracán Matthew. Boyacá fue el único departamento del interior que votó ‘Sí’ con un resultado ajustado de 50,08 % por el ‘Sí’ y 49,91 % por el ‘No’.

“Por su parte, en Antioquia la jornada electoral dejó un sabor de victoria al uribismo, en donde es considerado por muchos un enclave de este sector político, encabezado por el expresidente y ahora senador Álvaro Uribe Vélez, principal promotor del ‘No’. (Además: Estos son los principales actores que ganan con el ‘no’ del plebiscito)

“Allí, en las anteriores votaciones el entonces naciente partido Centro Democrático, por poco gana la Alcaldía de Medellín, dio la pelea por la Gobernación y obtuvo una importante votación en su lista por el Concejo de Medellín.

“Esta vez, el ‘No’ ganó en más de un 60 % en la intención de voto como departamento, incluyendo a Medellín. No obstante, en la zona del Urabá, en donde históricamente se sintió con mayor fuerza la violencia, ganó el ‘Sí’, el cual redujo las opciones mayoritarias del departamento de rechazar los acuerdos.

En Santander, territorio disputado en las urnas entre liberales y el clan Aguilar, ambos abiertamente promotores del ‘Si’, se impuso el ‘No’ por una amplia mayoría en su departamento. Por su parte, en Norte de Santander, en donde ganó el ‘No’, los sectores de Tibú, Teorama y El Tarra, en donde más arrecia la violencia en el departamento, ganó el sí…”

Millones sí pueden estar equivocados.

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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