El nombre de quien lo puso en el viejo libro de física ya no tiene importancia. Era un cuarto cualquiera con el piso lleno de ratoneras, del tipo de esas con un muelle para sostener un balancín donde se pone el cebo y un alambre rígido y cuadrado cuya activación le rompe el cuello al mísero roedor cuya banquete se interrumpe por el rayo del metal. ¡Zas! Y el ratoncito se acaba.
Para ilustrar una reacción en cadena el maestro puso en el suelo las trampas una junto a la otra. En cada balancín había una pelota de ping-pong. Con todas las ratoneras en tensión, se dejaba caer una pelotita libre: en menos de pocos segundos todas las ratoneras se habían disparado; la reacción encadenada se había producido, el vuelo aleatorio y sin orden de las bolitas, había reventado el orden de los átomos. La bomba atómica había estallado.
Esa explicación esta bien para un estudiante de secundaria, pero sin llegar a ese extremo de simpleza, podríamos decir cómo se han encadenado las reacciones del activismo de los “maestros” de la CNTE y cómo sus acciones han llegado mucho más allá, quizá, de sus propias previsiones.
Las consecuencias trastocaron la vida urbana, impidieron la normalidad en el Congreso, echaron a Presidente de su ámbito natural (El Palacio); cambiaron la rutina del Puesto Central de Control del Metro, cerraron estaciones y hasta cambiaron los calendarios de la liga de futbol. ¿Todo eso para…?
Por lo pronto el gobierno mexicano ha requerido de toda la astucia diplomática del canciller José Antonio Meade, para ir con los turcos y explicarles cómo a pocos días de iniciarse la primera visita mexicana a su país, una turba invasora de la ciudad de México fragmentó los buenos deseos de cooperación con el gobierno de Ankara.
Ya no podrán los cosmopolitas mexicanos admirar los alminares y mezquitas cuyos años les han dado blancuras desteñidas, neutralidad de grises y los millares de casas de madera amontonadas a su sombra ocre, o pardo rojizo o cualquiera de los otros matices azulosos evaporados con el rumor del mar allá a lo lejos como nos mostro Pierre Loti.
A cambio de eso habrá tiempo de observar quizá, un cambio de política en relación con el conflicto, sus artificios, sus mentiras y su abuso. Muy fácil habría sido para el gobierno mexicano invocar la inestabilidad en Siria y la inminencia de una más de las injustificadas invasiones de los Estados Unidos y sus empleados militares contra una nación árabe (los genocidios comienzan siempre con la invención de las armas químicas), para suspender la visita a una nación fronteriza de Damasco.
A cambio de eso la Presidencia recordó la cercanía del Zócalo y la lejanía de Capadocia, Estambul o Ankara. Por eso emitieron este comunicado y las posteriores declaraciones del Presidente Peña quien ha marcado su definición: la reforma va. Punto.
“La Presidencia de la República informa que se ha pospuesto la visita oficial que realizaría el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, a la República de Turquía, del 2 al 4 de septiembre próximo.
“La decisión, consensuada con el gobierno turco, se adoptó debido a la agenda de trabajo interno que debe desahogar en esos días el Primer Mandatario de la Nación.
“El Secretario de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade, viajó este miércoles a Ankara, Turquía, para dar seguimiento a las conversaciones que se han dado en las últimas semanas con el gobierno turco y mantener el diálogo sobre los temas que forman parte de la agenda bilateral”.
Pero la cadena no se reduce a un viaje sin mayor importancia, dígase cuanto se quiera. Nada se nos había perdido a los mexicanos en Turquía, así sea positivo el interés de nuestra cancillería en ampliar y extender los nexos con todos los pueblos del mundo, frase hermosa, pero poco significativa.
Los efectos concomitantes, sin embargo, de todo este desastre magisterial cuya condición de ensayo no quiere ser admitida, pero es real como se verá cuando se presenten las discusiones sobre energía y fisco, ya llegan a puntos críticos, y si la permanencia presidencial en los días inmediatamente posteriores a su informe, del cual ya se columbran cambios de formato y contenido, es un anticipo de otra actitud ante el conflicto; es decir, una mayor firmeza y menos consideraciones hacia un grupo alevoso y sin sentido, buena cosa será entonces.
Los “maestros” de la ya célebre sección 22 de la rijosa CNTE no pueden presentar hasta el día de hoy un solo agravio en su contra. Nadie ha sido vulnerado en sus derechos, a nadie se le ha quitado nada, ninguno de ellos ha resentido la mínima pérdida en su cómodo empleo ni tampoco ha dejado de percibir sus ingresos a pesar de no laborar con normalidad. Quizá esa sea la política de necesario cambio.
Ni un solo derecho (bueno, ni un solo capricho) de ellos ha sido atropellado y ellos han arrollado los derechos de todos los demás. Eso supera en urgencia e importancia a un viaje por Turquía.