Se acabó el manto protector para Ángel Heladio Aguirre Rivero. En la soledad de su rancho en Ometepec, donde se refugia luego de renunciar al gobierno de Guerrero, planea, dicen, un acercamiento con las autoridades federales que le permita salvar el cuello, luego de la detención de su hermano y varios de sus ex colaboradores.
El exceso de confianza lo traicionó, afirman quienes lo conocen y aseguran que no quiso retirarse de la escena política como se había acordado cuando dejó el gobierno a cambio de inmunidad, luego de la tragedia en Iguala. Aguirre seguía operando en el estado, como lo denunció Armando Ríos Piter, y negociaba con el PRD la postulación de su hijo Ángel Aguirre Herrera para la alcaldía de Acapulco, e impulsaba a Sofío Ramírez para la gubernatura.
Hoy, el hombre que gobernó Guerrero en dos ocasiones está fuera de combate. Su espíritu constructor que le dejó millonarias ganancias del 2011 al 2014, mientras estuvo en el poder, se ha convertido en una soga al cuello. Sus paisanos lo recuerdan por las grandes obras que se desarrollaron, como el cambio del asfalto en la costera por concreto hidráulico; el Acabús que costó mil 800 millones de pesos y que aún no se inaugura, así como el Macrotúnel, todavía sin terminar y que tiene un presupuesto asignado de 3 mil millones de pesos.
Obras de relumbrón sólo en el Puerto de Acapulco; en el resto de la entidad, poco o nada hizo. Aún hay cientos de damnificados por el paso de los fenómenos meteorológicos Ingrid y Manuel en 2013. Año que marcaría su debacle, pues mientras miles padecían las fuertes lluvias a mediados de septiembre, Ángel Aguirre era anfitrión de una cena amenizada con mariachi, con motivo del Bicentenario del Primer Congreso de Anáhuac y los Sentimientos de la Nación. Unos se ahogaban en alcohol, otros quedaban sepultados en La Pintada.
No era la primera vez que le pasaba algo así. Cuando fue gobernador interino en 1997, le tocó vivir la desolación que dejó a su paso el huracán Paulina y tampoco ayudó a los afectados. Frente a la crítica por su indolencia sólo atinaba a contestar de manera soberbia: “me tienen sin cuidado”.
Lo mismo sucedió cuando en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, en Iguala, Guerrero, le apostó a eludir la responsabilidad y le costó la gubernatura. Ahora, en medio de un escándalo familiar donde la autoridad judicial investiga a su hermano, sobrino y otras personas por un desvío de recursos públicos federales y estatales por un monto de 287 millones 12 mil 294 pesos, toma distancia y calla.
Ángel Aguirre Rivero, afirman algunos de sus paisanos, es un huérfano político y le llegó la hora de pagar sus facturas. Los priistas no olvidan cómo los abandonó luego de una militancia de más de 30 años, y se convirtió en el candidato de la alianza Guerrero nos Une que formaron PRD, PT y Convergencia para disputarle la gubernatura a su primo Manuel Añorve en 2011, gusto que le duró sólo 3 años y con muchas tribulaciones.
Como señalábamos arriba, el abanderado de “las izquierdas”, en su momento diputado federal de lealtades salinistas, sustituyó al gobernador Rubén Figueroa Alcocer tras la matanza de 17 campesinos en el vado de Aguas Blancas en junio de 1995. Por cierto, Aguirre fue señalado hace años por sus compañeros del sol azteca como uno de los responsables del “acoso” a perredistas y diversos movimientos sociales durante la década de los noventa. Pequeño detalle que olvidaron en 2011 cuando lo candidatearon en un acto de oportunismo electoral que les permitió retener la entidad.
Paradójicamente su alianza los derrotó. Aguirre debe cumplir su ofrecimiento de octubre pasado: “Si mi renuncia ayuda a resolver el problema no tengo ningún inconveniente en irme, es un asunto de responsabilidad…Yo no voy a ir como asesino ni como delincuente”, dijo. ¿Entonces?
Vericuentos
Cierran filas rumbo a junio
En la guerra y en las elecciones todo se vale. Por eso los candidatos del PRI a Guerrero, Héctor Astudillo; a Nuevo León, Ivonne Álvarez, y Sonora, Claudia Pavlovich, han desfilado por el Senado para solicitar el respaldo político de sus compañeros. Los aspirantes suman refuerzos para las campañas que deberán nutrir de ideas y propuestas concretas para sus votantes.
PAN quiere a Colima
Luego de la batalla librada en el Senado, para ganarse el apoyo y respeto como coordinador de la fracción panista, Jorge Luis Preciado peleará la gubernatura de Colima. Afirma desde ahora que va a ser gobernador ¿Será?
@guillegomora