Anuncia el Presidente Enrique Peña sus acciones contra la corrupción cuya presencia nos invade desde hace muchos siglos, razón por la cual se le ha llegado a considerar parte de la cultura nacional si por “cultura” se entienden costumbres, actitudes generalizadas, productos de la idiosincrasia, recursos permanentes en pos de un ascenso en la injusta escala social:

“–Si no transas no avanza”, dice la lengua popular.

Y la receta la siguen en el gobierno y fuera de él pues la danza de la “corruptela” (como en Italia, la “Tarantela”), se baila en grupos de más de dos. Nadie se corrompe en solitario. Eso le toca a otros pecados.

La Iniciativa privada vive siempre dispuesta al diezmo o al “moche” o al pago de coimas; los funcionarios del gobierno siempre dispuestos a recibirlas a cambio de aceitar el mecanismo siempre complejo de la tramitología. Si no hubiera trámites engorrosos, diseñados especialmente para lucrar cuando se retirar el engorro, no había tanta corrupción.

Por eso las «simplificaciones» administrativas solo encarecen el soborno, la mochada, la tajada o la mordida. Muchos sinónimos hay de esto, hasta llegar a los muy recientes conflictos de interés.

Y en ese tenor el Presidente reanima y reactiva a la Secretaría de la Función Pública, hija de aquella destartalada Contraloría General de la Federación cuyos efectos moralizantes fueron muy menores y muy escasos, y anuncia algo quizá requerido por medio mundo: una investigación sobre las casas famosas, la suya; la de su esposa y las del secretario de Hacienda, Luis Videgaray quien  siente como Juárez la ventolera sin  despeinarse. Cuando se despeina es por otras razones casi todas de mínima capilaridad.

Y como si se quisiera gobernar con el ejemplo, el Presidente Peña dijo en el mensaje ofrecido ayer a los mexicanos:

“…Finalmente, reafirmando mi absoluto compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas, he solicitado a la Secretaría de la Función Pública que investigue y resuelva si hubo o no conflicto de interés en las obras públicas o contratos otorgados por dependencias Federales a las empresas que celebraron compra-ventas de inmuebles con mi esposa, con el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y con un servidor.

“Adicionalmente, y con el ánimo de generar plena confianza y transparencia, le he solicitado al Secretario de la Función Pública reunir a un panel de expertos, con reconocido prestigio en materia de transparencia, para que conozcan y evalúen los resultados de la investigación que habrá de llevar a cabo”.

VIRGILIO

Estas palabras deben ser guardadas cuidadosamente. Algún día alguien  se las podrá recordar (por cumplimiento o por incumplimiento) al secretario de la Función Pública nombrado ayer, Virgilio Andrade:

“…Frenar los espacios a la corrupción es, desde luego, una condición indispensable para otorgar confianza que, a su vez, es necesaria para fortalecer las condiciones de inversión, el comercio, y, por ende, favorecer las condiciones de la economía”.

MARCELO

Y ya si se habla de corrupción leamos estas palabras de Marcelo Ebrard ante la embestida de una comisión legislativa cuyo estudio sobre el desastre de la Línea 12 le para los pelos de punta.

“…La Comisión Especial está actuando por consigna, con una instrucción política dictada desde la Presidencia de la República.  No estoy sujeto a ninguna investigación y se me quiere procesar, sin ningún fundamento, ni derecho de audiencia.

“Dado el abuso del gobierno federal y del partido en el poder, acudiré a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos para exigir se respeten los principios de debido proceso como cualquier ciudadano”.

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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