Muchos dirán, el encontronazo se veía venir.
Otros no lo habrían supuesto hasta sorprenderse con él, el día de los hechos, pero la imaginaria armonía del dantesco Partido Naranja, conocido por sucesivas denominaciones (Convergencia, Convergencia por la Democracia), ahora es campo de divergencia.
Frente a una emergencia nacional y cerca del más grande peligro de los últimos años –la instauración prolongada del populismo fanatizado en manos de cualquier pésimo imitador—, la alianza opositora –con todas sus dudas y riesgos de traición–, no es una opción; es una necesidad, por encima de los antecedentes de quienes la pudieran integrar.
El cacique anaranjado, Dante Delgado ha jugado un doble papel como se ha descrito en estas páginas. Es férreo y epistolar opositor contra Andrés Manuel pero no niega su respaldo a López Obrador. Especialmente –como consta en los hechos– en asuntos legislativos durante el primer trienio del gobierno.
Su frase festiva sobre la condición titánica (por el “Titanic”) de los tres aliados formales (PAN, PRI, PRD), puede ser también comparada con las urgencias del naufragio: cuando ya se ha hundido el barco y sólo querdan tablones para el salvamento, no es posible insistir en las diferencias. Lo primero es llegar a un sitio más o menos seguro. La isla, diría alguien. Y de ahí, emprender la reconstrucción.
Pero Dante se ha aislado desde el principio. No se sabe si por soberbia o por estrategia personal.
Al menos Enrique Alfaro, el gobernador de Jalisco quien ha criticado, por primera vez, en tonos agrios a su dirigente nacional a quien acusa de la insularidad importuna:
«…Nuestro movimiento no debería haber tomado el camino del aislamiento. Eso no está bien, Movimiento Ciudadano debería de ser el primero en dar un paso al frente para plantear una estrategia seria que permita la construcción de un verdadero frente opositor».
Y cuando Alfaro dice, nuestro movimiento, está diciendo, nuestro dirigente. Y si dijera dirigente, en verdad diría Dante; no Clemente.
«Movimiento Ciudadano (DDR) ha optado por una ruta que no entiendo ni en sus tiempos ni en sus formas… La opinión de quienes desde Jalisco tanto le hemos aportado a este partido dejó de ser importante para quienes toman las decisiones nacionales».
Y esta nota con aroma de riesgo rupturista, además de una queja por no tomar en cuenta otra opinión, sino la suya, la imperial:
“Alfaro dijo que permanecerá atento a lo que suceda en MC (Reforma) y en los partidos de oposición con la esperanza de que reaccionen en algún momento. Si así sucede, agregó, apoyará desde la trinchera que le toque en la construcción de una alternativa para México” .
–La trinchera que le toque, dice quien tiene trinchera desde hace mucho tiempo y desde ahí rechaza pugnar por la candidatura federal. Esta debería ser su permanente trinchera. Pensar siquiera en otra es un signo inconsciente de fractura..
Sin embargo, en pleno ejercicio del derecho auto-conferido, habitual (¿o vicioso?) de todos los caciques, como él, como Andrés, expertos en confundir la terquedad con la firme convicción, indiferente a todas las voces exteriores, ensimismado en su propia palabra, DD asegura su apertura al diálogo.
«Lo ha existido siempre y de forma cotidiana, él lo sabe».
Todo esto tiene como origen la idea públicamente expresada de Clemente Castañeda, líder de MC en el Senado y aspirante al Gobierno de Jalisco, según la cual convendría analizar un posible diálogo para contemplar con otros ojos el surgimiento de la candidatura de Xóchitl Gálvez y sumarse, con ella (o por ella), al Frente Amplio.
Y así, ante esa oferta de posibilidad, DD respondió de nuevo con una cantaleta ya manida: con el PRI, ni a la esquina.
Pero lo sabe bien, aunque insista en la Nueva Política (¿Samuel y la Tik Tokera?; Colosio Jr.?) , solito no llegará ni a la esquina.
“®- Después de que diferentes miembros de Movimiento Ciudadano expresaron la necesidad de reconsiderar la política del partido de cara a las elecciones presidenciales de 2024, Dante Delgado, coordinador nacional de la agrupación, reiteró que no desean tener ninguna relación con «la vieja política» y enfatizó que ese partido representa la mejor opción para el país.
¿La vieja política, será “la vieja del otro día”?