Cuando en 2017 las filtraciones de agua debajo del paso expreso de Cuernavaca produjo el agujero conocido como “El socavón”, el entonces presidente del Movimiento de Regeneración Nacional, Morena, quien un año más tarde ganaría arrolladoramente las elecciones presidenciales, Andrés Manuel López Obrador, puso el grito en el cielo y exigió “por lo menos” la renuncia del secretario de Comunicaciones, Gerardo Ruiz Esparza quien en ese tiempo había trabajado por más de una década con Enrique Peña Nieto.
Ahora, en pleno ejercicio presidencial y cuando a sus cognados se les viene abajo el Metro, después de haber chocado y sufrido un grave incendio con riesgos aún vigentes para la seguridad de los usuarios, la renuncia no es una posibilidad. Ninguno de sus colaboradores, con quienes como en el otro caso, lleva trabajando más de una década, será molestado ni con el ala de una mosca.
- Igualdad y justicia social, prioridades de México en el G20
- Hacienda proyecta crecimiento económico de hasta 3% en 2025
- La CIDH vigilará que la 4T no imponga jueces para beneficiarse de su polémica ley judicial
- CNDH, La hora más oscura
- La misma piedra
Comprensión y presunción de inocencia para todos. A pesar de sus antecedentes de ineptitud. Plena con fianza para Marcelo Ebrard, Claudia Sheinmbaum y la incompetente Florencia Serranía.
Muchos han dicho: es un caso de doble rasero, de doble moral.
Eso no existe.
Quien tiene doble moral (o quiere jugar con doblez en todo), termina por no tener moral alguna. Y ese es el caso.
Todo lo demás, no mentir, no traicionar al pueblo, no robar y el resto de la letanía purificadora, no son sino frases, frases huecas cuyo blando contenido –sin embargo–, ha servido para llenar años y años de falsedad y promesas vacías capaces de germinar en la mente de sus millones de seguidores.
“En este caso, desde luego que cuando menos debería de renunciar el secretario de obra pública de Peña Nieto, nada más que este señor, (Ruiz) Esparza, pues es el que viene con Peña Nieto desde hace 10 años, es su socio…“En este caso, desde luego que cuando menos debería de renunciar el secretario de obra pública de Peña Nieto, nada más que este señor, (Ruiz) Esparza, pues es el que viene con Peña Nieto desde hace 10 años, es su socio…
“Todos estos políticos corruptos tienen acciones anónimas en el extranjero, les depositan estas empresas constructoras, que se dedican a hacer autopistas, segundos pisos, pasos a desnivel,distribuidores viales y, desde luego, las que tienen que ver con la generación de la energía”.
Pero más allá de tomar en serio este diagnóstico, y suponiéndolo cierto, entonces esas inmorales empresas, ni debieron haber sido beneficiadas por las concesiones del gobierno de Marcelo Ebrard y mucho menos, alguna de ellas, convertirse en contratista del faraónico Tren Maya y otras construcciones de la presente admnistraciòn.
Y si se acepta lo primero –la denuncia de sociedades pútridas–, con todas sus derivaciones, con ese testimonio acusatorio del presidente (cuando aún no lo era), podrìamos colegir alguna sociedad actual con quienes hicieron las obras y los otorgantes de concursos de obra en los tiempos actuales, sobre todo cuando la adjudicación directa, sin concursos (aunque fueran simulados) es el nuevo método de trabajo.
Obviamente se nos dirá, no; no somos iguales.
Y es cierto, en la oposición se exigen renuncias. En el poder se protege a los amigos y socios políticos. Ya no es lo mismo, pero cómo se parece. No a lo de antes, a lo peor que antes. Los contratistas sí son los mismos y quien sabe si han dejado de matar la vaca mientras algún burócrata, socio o no, le sostiene la pata.
Pero si no se puede perseguir a los responsables del mortal derrumbe del Metro, si es posible hacerlo contra sus herederos.
Lea usted esta nueva versión del célebre dicho mexicano, ¿Cómo se murió, si me debía?
“ (M).-Tras la muerte de Gerardo Ruiz Esparza, Secretario de Comunicaciones y Transportes en el sexenio de Enrique Peña Nieto, la Fiscalía General de la República (FGR) ahora ha centrado su investigación por lavado de dinero contra su viuda, sus dos hijos, un empresario y cuatro compañías.
“La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) denunció a Ruiz Esparza ante la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción de la FGR, lo que dio lugar a que el año pasado fuera iniciada la carpeta de investigación FED/FECC/UNAI-CDMX/0000002/2020.
“Sin embargo, el pasado 1 de abril el ex titular de la SCT falleció en la Ciudad de México y la Fiscalía tomó la decisión de dictar el no ejercicio de la acción penal por lo que toca a su persona, y solicitar a la SEIDO atraer el caso…”
Muy juarista, Justicia y Gracia.
–0–