Sea cual sea el resultado de su movimiento, Santiago Creel es desde este momento el centro de atención del panismo nacional y una vez más una piedra en el zapato de quien debería tener el calzado libre de molestias de este tipo.

Su solicitud de licencia le permite varias cosas muy importantes y provechosas desde el momento mismo de emprender su campaña.

La primera, poner en el visor público la imparcialidad a la cual con el ejemplo de sus desventuras pasadas como candidato oficial compele al presidente Felipe Calderón en el juego sucesorio interno.

Lo mismo le ocurrirá a quien lleve con el Sambenito de hijo predilecto y obligado seguidor de las políticas oficiales. Si “non en vero e bien trovatto, dirían los lectores de Ítalo Calvino, pero ya se dice con tono de axioma, en el PAN pierden los candidatos oficiales.

La pertenencia a un gobierno hace imposible la autonomía del criterio. Y por tanto la libertad y más aun, la respetabilidad. Por ejemplo, ninguno de ellos podría haberse alejado de los compromisos magisteriales del pasado como ha hecho Creel en sus primeras declaraciones. No fueron mis alianzas antes ni lo serán ahora, ha dicho.

Pero internamente otras cosas tienen ahora un peso superior.

Su expresión en torno de tan triste destino para quien juegue en el disparejo papel en la contienda interna con el sólo capital de la preferencia o el capricho presidencial, afecta no solo a Ernesto Cordero sino también a Alonso Lujambio quienes juegan contra el tiempo: mientras más se tarden en renunciar y flotar con sus propios bules, si tan necesario adminículo les es indispensable, más exhibirán su dependiente condición del jefe y empleador.

Y eso vale también para el gobernador de Jalisco quien a veces da la impresión de tomar en serio la aspiración por la candidatura.

Hoy Creel juega como hombre libre, desafía y demuestra el aprendizaje de una doble derrota pues Felipe Calderón primero lo abatió en la contienda interna y después lo humilló con la expulsión de la coordinación azul en el Senado de donde fue echado sin guardar la mínima cortesía.

Eran los tiempos de Germán Martínez enfermo de soberbia por lucir la librea calderonista.

Hoy Creel pone a todos en situación incómoda. Si Josefina Vásquez Mota se apresura a negar su inminente renuncia, perderá en la comparación con Santiago. Si lo imita será vista como una copiona. De todas todas pierde imagen.

EXAGERACIÓN INÚTIL

Todos gritamos en el estadio, todos nos ponemos “la verde”, todos somos a veces matraqueros y fanáticos, así sea por momentos y con mayor o menor frecuencia.

Pero confundir un estimulante resultado deportivo (nada más fue eso) con un parteaguas en la historia de la patria (como si fuera la Independencia, la Reforma o la Revolución, por decir cosas sin importancia) ya es una exageración impropia hasta para los dirigentes de la Femexfut.

Pero el desbocado entusiasmo oratorio presidencial en torno de las repercusiones históricas de la copa “Sub-17” cae en los terrenos del absurdo. Esto apenas resultaría digno de Vicente Fox.

“…Yo, honestamente, quiero darles las gracias, muchachos, porque nos han traído algo más que la Copa del Mundo, que el Trofeo de Campeón del Mundo. Mucho más que el Trofeo del Mejor Jugador o los mejores jugadores, que se ganaron a pulso. Nos han traído una gran alegría a todo México.

“Y nos han recordado a los mexicanos lo mucho que vale nuestro país, lo mucho que vale nuestro México, cuyo nombre y cuyos colores a todos nos emocionan. La gran alegría y la gran esperanza, y la gran confianza en nosotros mismos, que nos han dado y que nos han restituido, estoy seguro, a todos o a buena parte de los mexicanos.

“Yo estoy convencido de que México no va a ser el mismo que antes después de este Campeonato del Mundo. Hay muchas cosas que hacer, desde luego, los problemas siguen. Pero creo que tiene que cambiar. Y esa es la responsabilidad de todos los que estamos fuera de la cancha. Tiene que cambiar la manera en como enfrentamos las cosas, tiene que haber un espíritu distinto y mejor”.

México no va a ser el mismo que antes después de este Campeonato del Mundo. ¿En serio? Pues este simple ciudadano lo niega. No será un torneo de futbol el talismán de nuestro futuro.

La vida y la historia son algo un poco más complejo.

FUERO

Ni siquiera los milenarios videos de sospechosa factura y peor contenido pudieron torcer la resolución de la Corte en torno del cumplimiento de las sentencias de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos y su consecuente dictamen en cuanto al enjuiciamiento de militares en tribunales civiles cuando violen garantías y derechos fundamentales.

La decisión de la Suprema es en sí misma un documento de trascendencia histórica en la relación sociedad-ejército.

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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