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Era el hipogrifo una bestia fantástica; animal nacido del cruce entre un grifo –el cual a su vez era otra especie extrañísima de cuya descripción hablaremos luego–, y una yegua. La enorme cabeza, las alas poderosas, el pecho y las patas delanteras son de águila macho; el resto de cuerpo es equino cimarrón, como la madre.

Sin embargo, es armonioso como un caballo y supera en el vuelo de centella a los pegasos, otros animales fantásticos. El grifo, pues en esto ya estamos, es además padre del hipogrifo, cuya cabeza es de águila y su cuerpo invencible de león.

Otros animales extraños hay en el mundo de la imaginación: pegasos, como ya se dijo, sirenas con cola de pez, cuerpo de mujer y música de Rigo Tovar. Hay otros, pero no trata de esto la columna, sino de hacer la similitud entre estos seres imposibles y las alianzas “contra natura”.

No me refiero a las relaciones matrimoniales entre personas del mismo sexo (contra natura, las llama la Iglesia) ni entre quienes se han convertido quirúrgicamente en hombres después de su femenino nacimiento o al revés y luego se juntan o se casan con quien se deja. Tampoco guarda esto relación con la historia de la joven corredora africana Caster Semenya, cuyo sexo es todavía un misterio para los médicos del deporte, quienes no conceden a clasificarla en el poco frecuente caso del hermafroditismo.

No; esto lleva cuerda con el reciente fenómeno del “aliancismo antinatural”, extravagante, excéntrico o como se le quiera llamar, cuyo producto más comentado vendría a ser, en caso de lograrse, la unión entre el Partido Acción Nacional y el Partido de la Revolución Democrática.

El grifo o hipogrifo nacido de esa alianza sería el “PerrePan” y nadie sabe cómo podrían unirse los genes de tan diversas especies. Ya no se trata de un híbrido como son las mulas hijas de burro y yegua o de caballo y burra (se les nombra burdéganos); incapaces de toda progenie, por cierto. No, en este caso veríamos una cosa amorfa o informe, como le quiera decir, algo gelatinoso, extraño, una especie de molusco electoral.

Tanto había condenado la izquierda al “PriÁn” y ahora viene a caer en los mismos procedimientos.

En este sentido, César Nava, en una conversación con Óscar Mario Beteta, dijo algo muy claro:

“Nosotros no estaríamos dispuestos a llevar como compañeros de viaje a nadie, a ningún actor, a ninguna persona que no acepte la posibilidad y no reconozca expresamente el compromiso de trabajar con las instituciones del país y particularmente con el presidente de la república.

“Se trata para nosotros de una condición esencial en todos los casos y eso por lo tanto excluye a López Obrador; no será nuestro compañero de viaje en las alianzas, porque no tiene un compromiso fundamental, básico, de respeto a las instituciones del país.

“En resumen, ningún candidato que fuera sumiso a los dictados de Andrés Manuel López Obrador tendría lugar en nuestra coalición y, segundo, ningún candidato que postulara temas que han dividido a la sociedad mexicana y a los partidos, como son precisamente la posibilidad de que las parejas homosexuales adopten niñas y niños.

“No se trata de un apetito voraz o de glotonería política, porque no es ganar por ganar, más bien preguntémonos para qué ganar, qué es lo que queremos construir y, en esa lógica, en todos los casos en los que vayamos juntos, siempre habrá por encima un proyecto de transformación para mejorar las condiciones de la gente en aquello que le preocupa a la gente, específicamente los temas económicos y la atención a la pobreza”.

En esas condiciones, y a pesar de la insistencia de Gabino Cué de ir a besar el anillo papal de los panistas, cuya gema refulge en el dedo de Felipe Calderón, la alianza parece haberse quedado en el mar de los proyectos, mientras Ulises permanece atado al mástil.

“MORDIDA, MORDIDA…”

A Miguel Ángel Yunes no se le conocían esas habilidades “capulinescas” para soportar hasta el pastelazo presidencial. Pero ni así se va a ganar la candidatura del PAN para ir por Veracruz. Los ortodoxos, o al menos los panistas de tiempo atrás, no lo van a dejar pasar.

Si Calderón lo impone en la aspiración jalapeña mucho batallará para conservar a los notables dentro de las filas azules, empezando por Buganza.

TLAXCALA

Quien ha hecho una notable labor de resurrección política es Mariano González Zarur quien está dispuesto a tejer una verdadera alianza política para contender por el gobierno estatal, a cuyo logro se vio impedido en la anterior campaña.

Obviamente, en Tlaxcala la cobija tiene demasiados colores, una dispersión de siglas espantosa. Vea usted quiénes podrían contender:

Partido Revolucionario Institucional, Partido de la Revolución Democrática, Partido Acción Nacional, Partido del Trabajo, Partido Verde Ecologista, Convergencia Socialista, Alianza Ciudadana, Partido Popular, Liberal Tlaxcalteca y del Pueblo Tlaxcalteca.

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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