Todos lo sabíamos: la presentación del informe de la comisionada de Derechos Humanos, Rosario Piedra, en la Cámara de Diputados, iba a ser un fracaso. Pero nadie se lo imaginó de este tamaño y esta amplitud. Un fracaso para ella y un desastre para el Poder Legislativo convertido en el escudo del gobierno.
Rosario Piedra, una vez más, exhibió hasta, la fuga, la triste ignorancia institucional sobre la comisión bajo su responsabilidad. Desde hace unos meses. Pero su incapacidad no es noticia. La puso a la vista desde las comparecencias en el Senado antes de la grosera maniobra para imponerla desde el Palacio Nacional.
Las novedades en este episodio han sido la intransigencia y la censura.
El episodio comenzó con el silencio de la señora Piedra ante los problemas migratorios en la frontera del sur, entre otras graves violaciones a los DH, como los asuntos de la Salud, ante los cuales (para usar una expresión ajena), “calla como momia”, y sin los cuales, llevaban su comparecencia por los cerros de Úbeda.
El diputado Muñoz Ledo, vicepresidente de la Mesa Directiva de la Cámara Baja, insistía en demostrar las violaciones cometidas contra migrantes centroamericanos en los días recientes. Quería exhibir una prueba audiovisual.
Nunca se lo permitieron. La presidente de la mesa en la Comisión Permanente (servidora de Ricardo Monreal), Mónica Fernández simuló una consulta para ver si dejaban proseguir a PML y la caballada instruida por Mario Delgado, lo arrolló; le echaron encima la votación unánimemente adversa.
Porfirio se alejó y diagnosticó el momento: esta censura se parece al PRI, peor.
“No somos un partido de Estado… no acepto una visión autoritaria de las cosas, fue muy doloroso. Hubo clausura de pensamiento y miedo a la verdad (Crónica”.
La verdad dos cosas quedaron exhibidas durante la tarde de anteayer en la sesión de la CP del Congreso. La primera, la docilidad y sumisión del Poder Legislativo o al menos de la mayoría morenista. No en balde el coordinador de los diputados de ese movimiento político, lejos de representar a imaginarios electores, trabaja como promotor y defensor de los intereses políticos del Señor Presidente y aspirante a presidir el partido.
Mónica Fernández no es una senadora en el sentido estricto del la categoría legislativa; es una ayudante de Ricardo Monreal, gracias a quien el zacatecano domina la Mesa Directiva y la Junta de Coordinación Política al mismo tiempo. Ella orquestó, con el guion del Palacio en las manos, la ilegal designación de Rosario Piedra. No iba a colaborar ahora en la pública exhibición de la ineptitud de su protegida.
Sin embargo las cosas salieron peor. Ni impidieron el ridículo de la señora Piedra y nada más mostraron la verdadera de su interés de concentración política. En Morena no hay espacio para la crítica, ni para la libertad de pensamiento. Y en la CNDH, ni para el pensamiento.
Muñoz Ledo, de quien apenas ayer se decía en este espacio: “…a estas alturas viene a resultar un respaldo crítico al gobierno; notable por lo segundo e innecesario para lo primero…”, ha sido maltratado como nunca antes.
El anterior lincha miento de Porfirio ocurrió cuando en el sistema hegemónico del PRI, osó interpelar al Presidente de la República, Miguel de la Madrid, durante un informe. En aquella ocasión lo echaron de San Lázaro en una competencia de lambiscones a ver quién más duro le pagaba por la espalda, como hicieron Miguel Ángel Barberena y Xicoténcatl Leyva, quienes posteriormente gobernaron Aguascalientes y Baja California.
“Hay censura (EoL). La bancada de Morena está adoptando los peores métodos del PRI, que no dejaba hablar. Me creo con justa razón para decirlo, me siento fundador de este movimiento, junto con Ifigenia Martínez, Cuauhtémoc Cárdenas y finalmente Andrés Manuel”, lanzó.
“El legislador acusó a su compañero, el coordinador de Morena en Diputados, Mario Delgado, de recibir “línea” para que no subiera al pleno de la comisión permanente el video…
“…Le hice señas a Mario. De repente le llamaron. Sale del salón como 6 minutos, alguien le dio línea, no sé quien. Pero yo no estoy por la línea, estoy por la libertad, estoy por la democracia y el Estado de derecho…
“…Muñoz Ledo dijo que este jueves buscará al presidente… para que facilite o no impida un debate público de Morena” y se demuestre la libertad del partido que fundó”.
No debería buscar al Señor Presidente. Lo bateará como Babe Ruth. Fuera del parque.
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Apoyo la crónica del Sr
Cardona, por la claridad de sus ideas y certeza en la crítica de sus ensayos periodísticos y en Foro tv.