No tratará esta columna de asuntos inverosímiles presentados como reales en un  juego de engaños simplones del día de los Santos Inocentes.

Finalmente aquel episodio bíblico no tiene relación con las mentiras ingeniosas sino con la muerte de los infantes menores de dos años, con lo cual se trataba de impedir la presencia del Mesías. No sirvió para nada. Treinta y tres años después lo crucificaron. Lo demás, ya lo sabemos.

Como diciembre es un mes de poca producción informativa por consecuencia de las vacaciones en el gobierno y en todas partes, algunos editores han buscado las humoradas imposibles para llenar sus páginas durante el tiempo de holganza.

Estas son dos noticias ejemplares de cómo podemos inventar cosas cuando merma la información. Todo es falso.

“Las autoridades federales confirmaron esta noche la fuga del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán de un penal de alta seguridad. El reo evadido horadó un túnel de un kilómetro y medio sin nadie para advertirlo y con rieles colocados en el socavón, cubrió esa distancia en una motocicleta adaptada . Salió, subió  una camioneta, y en Querétaro lo esperaba una avioneta jamás detectada por radar alguno, ni advertida por el ojo humano.”

Otra noticia producto de la imaginación febril de un periodista sin noticias y con la edición vacía podría ser esta:

“El futbolista Cuauhtémoc Blanco, popularísima figura en canchas y estadios, emblema de la Selección Nacional y figura del “show bussines”, fue elegido alcalde de la ciudad de Cuernavaca. Al conocer su victoria preguntó si alguien le podría informar cómo es eso del municipio, la federación (no la Femexfut) y todo lo demás.

“Antes de tomar posesión de su cargo inauguró un  restaurante en la ciudad de México, acompañado de su madrina, la comediante Carmen Salinas quien  poco tiempo antes había sido designada diputada plurinominal por el Partido Revolucionario Institucional”.

Parte del mérito de un juego de esta naturaleza, publicar asuntos insólitos casi siempre imposibles en un mundo lógico, es exhibir el candor y la credulidad de alguien, como se suele hacer con los préstamos de oportunidad el 28 de diciembre. No se trata de conseguir el dinero sino de exhibir la simpleza de quien  lo presta sin cautela ni recuerdo de la fecha propicia para la burla y el abuso.

“Inocente palomita…” le dicen al incauto.

Pero ese estribillo se le puede aplicar a toda la realidad mexicana. Van otros ejemplos:

El gobierno convoca a la erección de un monumento conmemorativo de dos episodios fundamentales en la historia nacional: el inicio del movimiento de Independencia, en 180 y el estallido revolucionario de 1910. Como el entonces derrotado PRI se proclamaba heredero de la Revolución a la cual en algunos de sus aspectos básicos (como el cardenismo) el recién llegado PAN había combatido, se mezclaron las naranjas y las toronjas.

Primera inocentada:

Se convocó a los arquitectos del país para diseñar un  arco triunfal para envidiosa palidez del de Constantino, por lo menos, y se premió un prisma rectangular, vertical y carísimo, en nada parecido a una media circunferencia. Por caprichos de la burocracia se erigió una estela donde se planeaba un arco. Y se gastaron dos mil millones de pesos de sobreprecio.

Otra muestra de cómo se inventa el absurdo:

Con el mismo motivo de conmemorar la Independencia y su Bicentenario, la ciudad de México se tiró la “puntada” de hacer una larguísima línea del Metro de Mixcoac a Tláhuac, eso es, de oriente a poniente del Distrito Federal y beneficiar a millones de personas por día. La obra fue una chulada. Permitió exhibir el divorcio entre las autoridades capitalinas y el gobierno federal quienes sin verse a la cara, sin embargo, aportaron recursos, concesiones a empresas hoy quebradas (como ICA),  y demás.

Divorciados, terminaron inaugurando juntos la obra cuya vida útil no fue ni de un año pues la cerraron por errores en el diseño: los trenes eran zapatos de impropia medida para los pies del tendido férreo de las vías.

Millones de millones tirados a la basura. Y todos inocentes.

En esas condiciones y con esos pocos ejemplos nos damos cuenta de lo innecesario de publicar ficciones mágicas los días 28.

Basta con recordar episodios recientes de la absurda vida de los mexicanos y su enorme vocación por dejarse ver la cara de pendejos.

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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