A pesar de las fotografías de días anteriores cuando se le puso candela a la puerta central del Palacio Nacional (no a la Mariana, como dicen los ignorantes) nadie metió lumbre al portón. Libre está Sandino.
El resultado era absolutamente previsible: los detenidos durante la escandalera en el Zócalo de la ciudad de México, el 20 de noviembre, con motivo de la multitudinaria protesta por los hechos de Iguala, iban a quedar en libertad.
En este caso se invocaron razones al parecer reales de plena inocencia. En los anteriores también.
En las manifestaciones se manifiestan los ciudadanos, en los expedientes queda de manifiesto la ineptitud.
A pesar de las fotografías de días anteriores cuando se le puso candela a la puerta central del Palacio Nacional (no a la Mariana, como dicen los ignorantes) nadie metió lumbre al portón. Libre está Sandino.
Y cuando el canciller Meade, se convierte en Santiago en abogado de Lawrence Maxwell y le garantiza todo género de buen trato a su familia, no vaya a darse un segundo “Cazzesazo”, pues las cosas quedaban claras desde entonces.
Esto publiqué el día 27 del mes pasado. Recordemos:
“Las personas en queja por las detenciones arbitrarias; malos tratos y abusos hacia ciudadanos casualmente ‘por ahí’ junto al ‘otro bando’, al bando pacífico de la protesta, y acusan de paso al Gobierno de infiltrar a los provocadores violentos, están mostrando la grave incapacidad del Estado para aplicar la ley.
“Si el caso de los 11 acusados y remitidos a penales federales se le cae a la institución judicial (nótese el condicional si…), el daño será terrible para la futura aplicación legal de la capacidad genuinamente represiva del gobierno: Otro agujero.
“Los pacíficos insinúan (no lo pueden probar) un juego perverso en el cual los gobiernos infiltran golpeadores y porros y personas indeseables para desacreditar la legitimidad de los movimientos sociales de los ciudadanos, mediante el estímulo de la violencia, del incendio y de la pedrea.
“Si eso resultara así, entonces el monopolio legítimo de la violencia quedaría absolutamente pervertido y por lo tanto quienes acusan al Gobierno de tener solamente una respuesta represiva, estarían encontrando la satisfacción de su acusación.
“El Gobierno sólo sabe reprimir y reprime mal, porque ataca a los inocentes en lugar de castigar a los culpables.
“¿Qué se podría y se debería hacer en este caso?
“Para no ir demasiado lejos, ya no hablemos cuando un Gobierno, como el del DF, legisla en favor del ablandamiento de las penas para quien participe en motines y en revueltas y en pleitos callejeros.
“Ya no hablemos de eso, hablemos de estos 11 están detenidos. Si no se logra encausar debidamente el proceso de estas 11 personas y todas deben salir, el Gobierno habrá sufrido una derrota jurídica y moral.
“Moral porque le dará la razón a quienes dijeron desde un principio: estos no eran los violentos, los violentos estaban ‘encapsulados’ por allá y a estos los detuvieron por acá, cuando estaban en otra esquina de la plaza, estaban en otro rincón.
“Ellos solamente participaban como ciudadanos en el ejercicio de su derecho de hacer pública su manera de pensar y sus creencias”.
Y al parecer así fue. Era previsible, como siempre.
“(sigue la cita) Si por el contrario, el Estado logra fincar adecuadamente las responsabilidades correspondientes a los delitos imputados, a estas personas, entonces tampoco veremos el fin del asunto, no será una derrota pero será el nacimiento de varios comités de lucha para liberarlos…
Y así hasta la eternidad.
Pero ¿Y los culpables, A’pá?
elcristalazouno@hotmail.com