A fin de cuentas la semana comenzó muy mal para Ernesto Cordero: lo ahorcaron en domingo. A pesar de los errores tácticos del principio –anunciar las intenciones, antes de emprender las acciones– el presidente del Partido Acción Nacional, Gustavo Madero tomó la decisión para la cual los estatutos lo facultan y dejó caer el alfanje sobre el cuello del ex secretario de Hacienda.

En materia de táctica vale la pena analizar la carta con la cual los “corderistas” (calderonistas) pretendían defenderse. No tiene desperdicio. Los paréntesis son cortesía de la casa.,

“Estimado Jefe Nacional (al viejo estilo, por cierto):

“Hemos recibido su convocatoria para sostener una reunión con usted el próximo martes 21 del presente, a fin de revisar algunos aspectos de nuestra agenda política y legislativa, así como aspectos de la coordinación entre esa apreciable dirigencia y nuestro Grupo Parlamentario.

“Sobre el particular, por este conducto confirmamos a usted nuestra asistencia a dicha reunión (¿y ahora?) Estamos seguros de que la misma servirá para revisar la agenda legislativa y otros aspectos propios de la relación y coordinación en un marco de respeto y colaboración (¿respeto es sinónimo de desobediencia?)

“En preparación de tan importante encuentro, las Senadoras y los Senadores de la República que suscribimos este documento expresamos a usted nuestra convicción de que el arranque de esta LXII legislatura ha sido uno de los más productivos de la historia del Congreso de la Unión, en buena medida gracias a la cohesión y responsabilidad con la que el Grupo Parlamentario de Acción Nacional ha actuado (no a la sincronía con el Pacto origen de todo este pleito, nótese) .

“De la misma manera, estimamos que nuestra bancada ha sabido alcanzar acuerdos en aquellos temas y reformas que México necesita, sin regateos ni mezquindades. Hemos sido oposición seria, responsable y constructiva (carismática y sencillita, les faltó decir). Pero también hemos actuado con la determinación necesaria como Cámara Revisora o al presentar y discutir iniciativas a fin de establecer controles democráticos para nuestro marco jurídico e institucional.

“En el Grupo Parlamentario de Acción Nacional creemos que la actitud modernizadora y madura para alcanzar acuerdos que beneficien al país con otras fuerzas políticas debe estar acompañada de nuestra habilidad para actuar como auténtico contrapeso a un gobierno y a un partido en el gobierno que claramente lo ameritan.

“Es en ese contexto que los abajo firmantes expresamos nuestro apoyo y reconocimiento al Senador Ernesto Cordero como un Coordinador del Grupo Parlamentario dotado de la capacidad necesaria para cumplir con tal encomienda pues está más que acreditada su legitimidad, interlocución, acción, decisión y cohesión (bonita canción) para llevar a buen puerto la agenda legislativa y los principios de doctrina de Acción Nacional.

“Esperamos sinceramente que nuestro encuentro del próximo martes nos permita salir unidos y fortalecidos de cara a los grandes retos que, como legisladores y como partido, tenemos por delante”.

“Pues unidos, unidos, no habrán de salir de la reunión donde no habrá de discutirse el futuro de don Ernesto, el cual ya se da por un hecho, sino quién será el nuevo administrador de las prebendas del grupo (casi un millón de dólares para su distribución en tareas políticas y de apoyo parlamentario)”.

Los abajo firmantes de este caso son los más notables felipistas. Vea usted la lista: parientes y ex empleados.

“José Rosas Aispuro Torres, María Luisa Calderón Hinojosa, Gabriela Cuevas Barrón, Adriana Dávila Fernández, Rosa Adriana Díaz Lizama, Francisco Domínguez Servién, Francisco García Cabeza de Vaca, Martha Elena García, Silvia Garza Galván,Roberto Gil Zuarth, Mariana Gómez del Campo G, Raúl Gracia Guzmán, Fernando Herrera Avila, Jorge Luis Lavalle Maury, Francisco Salvador López Brito, Javier Lozano Alarcón, Carlos Mendoza Davis, Sonia Mendoza Díaz, Pilar Ortega Martínez, Octavio Pedroza Gaitán, Juan Carlos Romero Hicks, Luis Fernando Salazar Fernández, Fernando Torres Graciano y Fernando Yunes Marquez”.

TERRORISMO

Por primera vez las instalaciones del Sistema de Transporte Colectivo de la ciudad de México son usadas para estallar bombas caseras de baja intensidad pero de gran capacidad de alarma y pánico en lugares altamente concurridos, con salidas con embudos en las cuales una estampida podría superar los efectos simples de las explosiones, como hemos visto en la estación Bellas Artes, punto de transferencia entre las líneas verde y azul del STC.

Si ya la semana anterior se nos informaba a acerca de petardos en cajeros automáticos, pues los bancos son instalaciones simbólicas de la lucha de clases a la cual convocan los anarquistas de nuevo cuño, el transporte público viene ahora a resultar suculento manjar para sus apetitos destructores.

Lo grave de todo esto es la impunidad.

Aun si se llegara a detener a quienes de esta manera siembran el pánico y el terror, su paso por barandillas y juzgados sería breve: los delitos se clasificarían como cosa menor; se formarían comités de todo tipo y las ONG’s de Derechos Humanos se pondrían de su parte. Saldrían en dos semanas tras varias manifestaciones con auxilio del señor Molotov (llegarían los “avienta-molochas”) y regresarían fortalecidos a emprender nuevas acciones “revolucionarias”, como tomas de edificios universitarios o no; plantones, marchas violentas, ante la complaciente mirada de los cursos de seguridad con instrucciones de no hacer nada.

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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