Apenas en la columna anterior hacíamos mención del arreglo de la visita papal y de cuáles serían los costos políticos (y los beneficios) del gobierno ante la presencia de Francisco, un renovador de la fórmula vaticana: la fe y la obra mundana.

El semanario “Desde la fe” (cuya posición editorial no siempre corresponde los dichos desde el, púlpito y cuya irrupción en el mundo editorial ha sido polémica desde aquel célebre editorial en el cual acusó directamente Carlos Salinas de Gortari de haber ordenado el asesinato de Luis Donaldo Colosio), ha tomado la palabra y emitido juicios terribles como si fueran un diagnóstico del papado.

Frente a las informaciones diversas en torno de cómo se remozan plazas, cárceles, sitios de visita; cómo ser preparan vehículos papales, cómo se tallan con  solemne paciencia y devoción  las sillas gestatorias de Francisco, y cómo el país se aroma y estrena para recibirlo entre pancartas, anuncios espectaculares y ornamentos de todo tipo; instrucciones para hacer la más grande valla luminosa de la historia y en fin, todo el fasto propio de la investidura del heredero de Pedro, el temario social y político no deja de ser apabullante. Y fuerte.

Dice “Desde la fe” (Crónica):

“La Arquidiócesis Primada de México advirtió que el clima de violencia que se vive en algunas regiones del país no es un tema que se haya ocultado al papa Francisco.

“A través del editorial “Queremos Paz”, publicado en el órgano de comunicación interna de la Arquidiócesis -el semanario Desde la Fe- se aseveró que los obispos de México “mantuvieron informado al papa Francisco del oscuro panorama” de inseguridad que vive nuestro país.

“Su Santidad estará en lugares violentos, pobres y miserables del país, y los gobernantes no pueden tapar el sol con un dedo”, señala el editorial.

“En la publicación se resalta que “la basura permanece debajo de la alfombra roja, y Francisco no vendrá al relumbrón de limpieza y pulcritud de ocasión, ni por los papelitos de colores o la retórica estéril con las consabidas frases:

“Llega a un Estado en paz que lo recibe con los brazos abiertos; por el contrario, desde la fe cristiana, ésta es una hora de gracia y, como lo afirma el Santo Padre, estas condiciones urgentes irán generando espontáneamente nuevos procesos de evangelización de la cultura, que, a la vez contribuyen a regenerar la vida social y hacen que la fe sea más resistente a los embates del secularismo…”

“Los mexicanos, dice el editorial, queremos paz, necesitamos la Verdad, no la burocracia numérica, con lo que, se consideró, “la misión no está cumplida”.

“En este mismo sentido, resalta que hay mexicanos desaparecidos, niños, jóvenes y adultos quienes, un día, fueron raptados de sus hogares y, por la incapacidad oficial, los padres y familias de las víctimas asumen lo que procuradores y ministerios públicos ya no pueden hacer.

“Señala que con base en datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas, entre 2006 y 2014, más de seis mil niños y adolescentes menores de 18 años han desaparecido o han sido sustraídos por bandas y el crimen organizado.

“La violencia contra mujeres es rampante y en determinados estados hay focos rojos. En Jalisco, 559 personas fueron privadas de la vida entre 2012 y 2015, aparte de las desapariciones que suman más de dos mil. Morelos vive alerta de género, y el Estado de México, sólo en 2014, registró la desaparición de 400 niñas y adolescentes en los municipios conurbados pobres y violentos de Ecatepec, Ciudad Nezahualcóyotl y Chimalhuacán”, cita por mencionar algunos casos”.

Obviamente el tono politizado de ese editorial es una grave crítica al gobierno federal. Basta con la simple frase “la misión no está cumplida”, para darse cuenta de hasta dónde llega la censura directa al Presidente Peña Nieto quien usó esa expresión  cuando fue capturado “El Chapo” Guzmán. Duro y a la cabeza,  diría alguien.

Otro tanto puede decirse de la basura debajo del tapete escarlata. La alfombra roja nos remite no solo al mundo de la diplomacia sino también a la pasarela de los espectáculos.

En otros comentarios este redactor ha dicho (“Debatitlán, viernes 29 de enero) cuál puede ser la intención del mensaje papal: ofrecerle viabilidad al gobierno.

Quizá la palabra precisa no sea viabilidad sino capacidad de comprensión, respaldo relativo, esperanza, vía alterna, especialmente en las materias relacionadas con los Derechos Humanos, campo en el cual se exhiben las mayores carencias de credibilidad del régimen.

Por lo pronto el gobierno ya lleva la primera en la frente.

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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