Mientras los señores senadores discuten largamente en torno de la Reforma Laboral enviada por el Ejecutivo para balancear los saldos finales de su belicosa administración y marcharse con un pequeño logro social –o al menos dejarle chillando la víbora a su sucesor–, el líder petrolero Carlos Romero Deschamps reunió a sus incondicionales y en una asamblea veloz y secreta, oscurita y silenciosa, decidió por el bien de todos los trabajadores afianzarse en el poder.

La reunión, comentada a esta columna por una fuente generalmente bien informada, se llevó a cabo de modo tan confidencial y secreto, con la debida anticipación y en ejercicio pleno del derecho constitucional al “madruguete”, como para pasar inadvertida (por ahora) en los medios de comunicación.

En tanto se discute (o se intenta discutir) en torno de la moralidad sindical, no iba el señor Romero a esperar el resultado de las más agudas deliberaciones en el Senado, para reglamentar de manera clara y precisa las conductas sindicales; la elección, la reelección, las cuentas de los agremiados, el manejo de las cuotas y en especial, la forma de elegir a los dirigentes, si por voto secreto, directo y personal o en la borreguil condición de la mano alzada a la vista de todos.

Él hace las cosas en su momento y para su control. Lo demás, es asunto secundario, hasta su propia condición de senador, pues desde el Paseo de la Reforma analiza las declaraciones de Luis Videgaray en cuanto a la apertura de Pemex al capital privado (WSJ de ayer). Para cuando eso ocurra, como el dinosaurio de Monterroso, el sindicato seguirá ahí con la espada desenvainada. Y Romero también.

BÁRBAROS

Varios son los ejemplos de la vigencia del México Bárbaro no sepultado todavía.

Los asaltos de un lado y de otro en la redentora e ineficiente Universidad Autónoma de la Ciudad de México, los incendios en Motozintla, los conflictos universitarios en Michoacán y los motines en la ciudad de México con cualquier pretexto; desde los comerciantes ambulantes del Eje Central o los “reguetoneros” en el Metro, hasta los protestantes por la Ley Laboral en Paseo de la Reforma.

Revisemos la prensa:

(4 de oct).- “A una semana escasa de haber liberado las instalaciones de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), integrantes de la Coordinadora de Universitarios en Lucha tomaron este jueves el edificio de rectoría. Lo anterior ante el supuesto incumplimiento de los acuerdos pactados de otorgar el ingreso a escuelas y facultades de jóvenes rechazados.

“La toma del edificio administrativo no ha afectado hasta el momento las labores académicas ni de investigación.

“Sin embargo, los integrantes de la CUL han sentenciado que en caso de que las autoridades no cumplan con los compromisos pactados, podrían volver a radicalizar sus acciones.

“Como se recordará, en exigencia de otorgar más de dos mil espacios a jóvenes en diferentes carreras, los integrantes de la CUL tomaron el pasado 4 de septiembre todas las instalaciones universitarias”.

CUL, se llama ese colectivo. Bendito sea Dios. ¿Serán “culistas” o…?

Otro hecho significativo en la crónica de los movimientos sociales generados desde la izquierda amotinada (2 de oct):

“….pese a los «hechos lamentables» en los cuales fueron liberados 80 reos y detenidas 31 personas, el alcalde González afirmó que la gente del municipio es pacífica, trabajadora y que día a día hace su esfuerzo para sacar adelante a su familia, indicó en entrevista para Noticias MVS.

“La quema del Palacio Municipal, las protestas, los bloqueos a carreteras y el incendio de patrullas se realizó por inconformes con la decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación de ratificar el triunfo de Oscar González, del Partido Verde Ecologista de México, como presidente municipal… «un asunto meramente radical del Partido de la Revolución Democrática, del PT y de Movimiento Ciudadano».

Hace cuatro días:

El Plantel Casa Libertad de la Universidad Autónoma de la Ciudad de Mé­xi­co (UACM) fue tomado con violencia la madrugada de ayer.

Se reportaron cinco heridos de la comunidad universitaria: cuatro estudiantes y un profesor.

“Las versiones de testi­gos señalan que el grupo que tomó el plantel estaba «armado» con palos, bates, cadenas, gases y presumiblemente petardos.

“Se informó que un grupo de aproximadamente 150 paristas iniciaron la toma desde la noche del pasa­do viernes, en una acción en la que subió el nivel de violencia, al paso de las horas y la toma del Plantel Casa Libertad de la UACM, el único de los cinco planteles que se mantenía abierto, desde que empezó el paro”.

¿Cuál es la constante? Dígalo usted.

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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