El diplomático de EU se reunió con sacerdotes que han tenido acercamientos con líderes del narco y conoció a detalle la grave situación en el país, dada la incapacidad del Gobierno Federal para actuar y garantizar una seguridad que se le escapó de las manos

Frente a la fallida y vaciladora estrategia de seguridad de “Abrazos, no balazos” del populista Andrés Manuel López Obrador, y con la difícil tarea de acercamientos que han tenido religiosos con grupos del crimen organizado para tratar de que regrese la paz y un poco de calma dadas las constantes jornadas de violencia por choques entre grupos criminales y ante la incapacidad gubernamental para actuar, el Embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, propuso que líderes religiosos formen parte de las mesas de seguridad que promueven las autoridades, para encontrar soluciones a los problemas de inseguridad y violencia que cada día aumentan en el país.

A través de un mensaje publicado en su cuenta de la red social X, el diplomático estadounidense destacó que «me reuní con líderes religiosos para conocer más sobre la realidad que viven en sus comunidades. Es importante que sean parte de la mesa de seguridad para fortalecer el trabajo conjunto para proteger el bienestar y la prosperidad de nuestras naciones», subrayó Ken Salazar.

El embajador de EU más tarde destacó en un comunicado que al entrevistarse con los líderes religiosos conoció «más sobre la realidad que viven en sus comunidades» y constató «que quieren ser parte de las soluciones, desde la seguridad hasta colaborar para prevenir las adicciones».

Asimismo, resaltó «la importancia del diálogo interreligioso para trabajar en nuestra seguridad».

Las labores de los líderes religiosos son de alto riesgo, toda vez que grupos del crimen organizado no se han tentado el corazón en asesinar a clérigos y tampoco al tenerlos como blancos de amenazas y extorsiones.

La función que han tratado de hacer algunos religiosos al buscar encuentros con jefes del narco debería de ser una tarea del gobierno, pero la incapacidad de acción de las autoridades de la 4T han obligado a colectivos de ciudadanos y religiosos a tratar de encontrar soluciones, dado que en Palacio Nacional el populista López Obrador prefiere seguir en su zona de confort, mientras México se desangra ante el aumento de violencia en todos los niveles y estratos sociales.

En días pasados, sacerdotes de Chilpancingo, en Guerrero, lograron que se alcanzara una tregua entre dos grupos del crimen organizado en la entidad, Los Ardillos y Los Tlacos, para que frenaran sus ataques contra comerciantes y en particular contra transportistas.

Los obispos dialogaron con líderes de ambos grupos del narco, quienes accedieron a frenar los ataques en Chilpancingo, aunque la intención de los religiosos es que este acuerdo de paz se extienda a otros municipios de Guerrero.

Sobre la violencia sin control que se vive en México, lo que ha llevado al gobierno de EU a activar avisos de alta inseguridad y poner en alerta a sus ciudadanos en suelo mexicano, Ken Salazar informó que las opiniones de todos deben tomarse en cuenta y no ser marginados, ya que la unión hace la fuerza.

El diplomático estadounidense destacó que «sin seguridad no hay prosperidad», por lo que reiteró el compromiso del Gobierno de EU para colaborar con el Gobierno de México, las autoridades locales, el sector privado y la sociedad «para avanzar en la protección de la seguridad de las personas».