Con una notable precisión los diarios del mundo, especialmente aquellos cuya selección hizo Julián Assange para divulgar los mensajes filtrados hacia su sitio de Internet desde el cual se supieron todo tipo de “secretos” políticos y militares en perjuicio de la hegemonía americana o al menos de la imagen imperial, se han dado a la tarea de divulgar entrevistas en fila, en las cuales Assange se defiende, acusa, ataca y hace causa común con el hombre del momento en Estados Unidos: Edward Snowden.
Como todos sabemos Snowden esta oculto y al parecer protegido en Rusia por el Zar Vladimir Putin y su viaje a La Habana para llegar después al Ecuador fue cancelado o al menos suspendido.
Snowden puede ser calificado de muchas formas. La más simple la de traidor y desertor. Las otras, héroe de la libertad y de hombre valiente cuya buena conciencia puso al descubierto el más amplio sistema de espionaje doméstico en los Estados Unidos, cuyas dimensiones dejarían la era del macartismo convertida en un estudio de Pixar, con todo y una Toy Story.
No deja de ser paradójica la conducta americana. Si a raíz del episodio tan dudoso de las Torres Gemelas, el pueblo americano, invadido por una ola de miedo alentada desde el gobierno aceptó si chistar el “Acta patriótica”, hoy esos mismos se sienten agredidos en su sagrada intimidad por el espionaje del gobierno.
Hoy en Estados Unidos todos recuerdan (y como Snowden, imitan) a Daniel Ellsberg quien obtuvo y denunció documentos terribles durante la era de Vietnam. También se recuerda a Pyle, quien denunció cómo el gobierno de Nixon infiltraba los movimientos de derechos civiles.
Y en asuntos menos heroicos no hace mucho el agente John Dodson, reveló la existencia de un contrabando (oficial, pero clandestino) de armas de Estados Unidos hacia México, con el cual se armó a varios carteles mexicanos para según la estrategia (obviamente fallida) seguir el rastro de los criminales por el curso de las armas. Una soberana estupidez y un delito por el cual estuvo a punto de hundirse el procurador Holder, quien hoy quiere hundir a Snowden.
El riesgo principal de las operaciones clandestinas o de espionaje o ambas, es la delación. Por eso durante los años oscuros la muerte era su consecuencia. Pero hoy ya nadie mata a los traidores. Eso se quedó en las novelas de Forsiyte o Ian Fleming. Ahora se les da tratamiento de estrellas del pop.
Se les entrevista y se les ofrecen espacios en los medios; se agrupan sus seguidores en ONG’s de buena conciencia y mejor presupuesto y se les otorga asilo en países sin ninguna importancia geopolítica como es el caso del Ecuador.
En este sentido quizá la nueva posición del Ecuador en el juego internacional del ajedrez pueda derivarse de esta insistencia en otorgarle asilo a Snowden, con lo cual ya tendría a dos espías internacionales (demasiado buenos para estar limpios de patronazgos) bajo su custodia.
Quizá por eso la prensa ecuatoriana se conducen con tanta pruencia:
“El Gobierno de Ecuador dijo hoy (Expreso, Guayaquil) que espera una información por escrito de Estados Unidos sobre la situación legal del extécnico de la CIA Edward Snowden, quien solicitó asilo político a Quito tras revelar programas secretos de espionaje telefónico y por internet.
“El canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, quien se encuentra en una visita oficial en Vietnam, indicó que, de momento, Estados Unidos aún no ha enviado ninguna comunicación escrita sobre la situación de Snowden, recoge “El ciudadano”, el portal informativo del Gobierno ecuatoriano.
“Según Patiño, las comunicaciones de su país con Washington sobre este caso han sido hasta el momento verbales y por ello ha dispuesto que se solicite a las autoridades estadounidenses un pronunciamiento por escrito para analizarlo conjuntamente con el pedido de asilo de Snowden.
“El extécnico de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y de la Agencia de Seguridad Nacional (SNA) sacudió a EE.UU. con sus revelaciones sobre programas de espionaje telefónico e informático emprendidos por el Gobierno estadounidense.
“La justicia estadounidense ha solicitado la extradición de Snowden para procesarle por haber filtrado información confidencial y haber violado una ley de espionaje.
“El acusado, por su parte, ha asegurado en su petición de asilo a Ecuador que su vida corre peligro si llegase a ser repatriado a Estados Unidos.
Snowden, según ha confirmado hoy el presidente ruso, Vladimir Putin, se encuentra en una zona de tránsito del aeropuerto de Moscú, y no será extraditado, al no existir tratado de extradición con EE.UU.”
Y les faltó decir, al no ser Rusia, tan pequeña como Ecuador.
BARDA
Interesante la opinión de la senadora Marcela Guerra, presidenta de la Comisión para América del Norte en el Senado, en torno de la extensión de la cerca fronteriza para frenar la entrada a extranjeros por la frontera sur de Estados Unidos.
–¿Militarizar la frontera ayuda a detener la migración?, le preguntan.
–La barda ya estaba construida. A mí me parece y es mi visión personal, que hoy por hoy la migración ilegal está en punto de equilibrio y pues no tiene mucho sentido poner una barda. Yo lo que creo es que tenemos que tener y ver todo con relativismo, es decir, no confundir la posición demócrata de la posición republicana, hacer una diferencia de cuál es una posición de la otra.
“La que compartimos nosotros es precisamente la posición del Gobierno del Presidente Obama y de su partido, es una posición mucho más centrada, una posición mucho más ligera, es menos radical, menos intransigente, es la palabra”.