Delfina Gómez se convirtió este 14 de septiembre en la mandataria estatal al tomar protesta ante el Congreso mexiquense, pero iniciará funciones hasta el día 16, por lo que este día 15 Alfredo del Mazo inaugurará un tramo del tren Interurbano México-Toluca y dará el Grito de Independencia, lo que por ley ya correspondería a la exsecretaria de Educación Pública
Las calamidades y situaciones extraordinarias solo ocurren en México, y un caso digno para ¡Ripley! sucede con el cambio de estafeta por la gubernatura del Estado de México, algo sin precedentes y digno para meterlo en el libro de los casos insólitos, y es que este jueves 14 de septiembre la gobernadora entrante, Delfina Gómez tomó protesta al cargo ante el Congreso del Estado, en un acto oficial y un día antes de lo tradicionalmente acostumbrado, cuando era los días 15, pero sus funciones de manera oficial comenzarán hasta el día 16, por lo que de manera sorpresiva y podría decirse que ya sin la jerarquía de gobernador, el aún mandatario estatal, Alfredo del Mazo Maza tendrá la oportunidad de realizar sus últimas actividades en este día patrio.
Como si se tratara de una novela donde situaciones fantásticas en cualquier momento pueden ocurrir, en el Estado de México se da uno de estos episodios, donde dos gobernadores comparten administración, por un día y unas horas, y es que con la toma de protesta de Delfina Gómez ante el Congreso mexiquense, lo que automáticamente y de forma legal le otorga la jerarquía y responsabilidad como mandataria con las obligaciones que esto implica, decidió entrar en funciones hasta el día 16, según indica el calendario del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM), lo que indica que ya como gobernadora se autorizó un día de licencia para descansar.
Con este día de asueto de la gobernadora entrante, dejó que el mandatario estatal saliente realice sus últimas actividades y dar el cerrojazo a una administración que dejó más penas que glorias, por lo que este 15 de septiembre en una de sus últimas actividades inaugurará un tramo del Tren Interurbano México-Toluca, obra que de manera simbólica, como es costumbre en la administración 4T, dará el banderazo Alfredo del Mazo acompañado del presidente López Obrador.
Se espera que este medio de trasporte, cuya obra comenzó durante el gobierno de Enrique Peña Nieto y que sigue sin concluir con López Obrador, inicie operaciones en uno de sus tramos sobre la vía boulevard Las Torres, desde el municipio de Zinacantepec hasta Lerma, pasando por las estaciones Pino Suárez y Tecnológico.
Alfredo del Mazo tendrá también la oportunidad de terminar su sexenio dando el Grito de Independencia, para dar paso después de la medianoche al inicio de la nueva administración con Delfina Gómez, con lo que culminarán más de nueve décadas de gobierno del priista grupo Atlacomulco.
Aunque no se le ha dado importancia al que dos gobernadores compartan la administración del Estado de México, aunque sea por un día y unas horas, si es digno de resaltar, ya que en la historia del Edomex no existe precedente, por lo que este breve momento quedará para la historia como un suceso que solo ocurre entre las ocurrencias y pasajes de la Cuarta Transformación.
En la toma de protesta de Delfina Gómez se captó la presencia de exgobernadores mexiquenses como Eruviel Avila Villega, Emilio Chuayffet Chemor, Arturo Montiel y Alfredo Baranda.
SE ROBA EL SHOW
La toma de protesta oficial como gobernadora fue atestiguada por el populista López Obrador, quien como si estuviera en Palacio Nacional se robó el show al opacar este momento de la profesora Delfina, y en lugar de ensalzar el buen momento que tendrá el Estado de México con la gobernadora entrante, se desvivió por echarle flores a la administración de Alfredo del Mazo, y de pasadita también se lanzó piropos al expresidente Enrique Peña Nieto por ser demócratas y no intervenir en el proceso electoral.
Como es costumbre y para hacer bola, Morena convocó a los gobernadores del partido guinda para acompañar a la maestra Delfina, sin contar con la marabunta de acarreados que aguardaban afuera del Congreso mexiquense para cumplir con la misión de hacer presencia y mostrar el músculo partidista, aunque fuera condicionado a cambio de recibir apoyos.