Los poco más de 100 haitianos que acepotaron salir de La Pequeña Haití en la colonia Juárez fueron dejados en un retén controlado por la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano, sin que se conozca hasta ahora, si fueron llevado al prometido albergue
La pesadilla migrante en México más que entrar en un periodo de calma ya toma tintes de caos, al registrarse el desesperado traslado de personas de distintas nacionales desde los estados del centro del país, entre ellos la Ciudad de México hacia Chiapas por parte de personal del Instituto Nacional de Migración (INM) que, con engaños y aprovechando el inicio de la temporada de lluvias, han prometido a estas personas que serán llevados a un sitio donde tendrán atención y alimentos suficientes para sus familias, cuidados médicos y donde podrán seguir con el trámite de asilo y tránsito libre. Al final, según testimonios de activistas que siguen de cerca el tránsito de la comunidad migrante, estas personas son llevadas a Tapachula, a Chiapa de Corso o a Tuxtla Gutiérrez, donde más de 50,000 gentes ya saturan calles y albergues.
La noche del 19 de mayo y madrugada del día 20, personal de migración arribó a la colonia Juárez de la Alcaldía Cuauhtémoc, en específico en la esquina de las calles Londres y Roma, donde se ubica la Pequeña Haití, una mini comunidad habitada por 600 migrantes antillanos a los que quisieron mover de esta zona, pero esta pequeña comunidad no se dejó engañar con las falsas ofertas del personal migratorio y en medio de la madrugada prefirieron dispersarse y deambular por las calles de la colonia, antes que ser enganchados y ser enviados al sur del país.
SIGUEN LA PISTA
Activistas que siguen de cerca el tránsito de los distintos colectivos migrantes que se encuentran en las fronteras sur y norte de México, no han perdido la pista a los pocos migrantes haitianos que confiaron en las palabras de las autoridades, y reportan que los no más de 100 haitianos que abordaron 2 de 20 autobuses que estaban disponibles, trasladaron a este pequeño grupo a territorio chiapaneco en donde fueron dejados en un retén controlado por la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano y sin que se conozca hasta ahora, si fueron llevado al prometido albergue de cinco estrellas que les prometieron.
Asimismo, agencias internacionales defensoras de los derechos humanos y cadenas de noticias estadounidenses han dado cuenta de la situación que se vive en México, principalmente en la frontera sur que colinda con Guatemala, donde hay más de 50,000 migrantes de distintas nacionalidades varados en espera de que les permitan transitar libremente por el país.
Con este bloqueo a sus derechos humanos, el gobierno de López Obrador no sólo ha mentido y faltado a su palabra de ayuda a la comunidad migrante que se encuentra en el país, ya que tampoco les ha cumplido con algún trabajo, ni con atención médica, ni alimentos ni escuelas para sus niños, los ha dejado a su suerte y del tema no habla para nada en sus “talk show” matutinos desde Palacio Nacional. El abandono de migrantes en Chiapas ha provocado el colapsando en las calles, ya que al no haber albergues ni personal de los tres niveles del gobierno que atiendan esta emergencia, estas personas de distinto países buscan donde acomodarse para proteger a sus familias.
APLAUSÓMETRO
El gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón, se ha mostrado indiferente y distante ante esta crisis migratoria, no ha movido un dedo para tratar de encontrar soluciones para abrir albergues temporales para ayudar a este mar de gente que lo único que pide es respeto a sus derechos humanos y respuesta a sus trámites de asilo y tránsito libre por el país.
Al mandatario estatal lo que más preocupa no es atender este problema, ni el de desplazados chiapanecos por causa de la violencia, ni el de enfrentamientos de comunidades indígenas contra gente del crimen organizado que quieren invadir sus comunidades, lo que inquieta y quita el sueño a Rutilio Escandón es que el populista presidente Andrés Manuel López Obrador lo vea y escuche en los noticieros televisivos las más de 10 veces que menciona su nombre agradeciéndole la bonanza que con su presencia ha traído a los chiapanecos.