El gobernador Rutilio Escandón ha abandonado a los ciudadanos, en especial a los indígenas, pues su principal preocupación es ser el principal porrista de López Obrador
El gobierno de Rutilio Escandón le ha fallado a los chiapanecos, principalmente a los más pobres, a los indígenas, y es que mientras él se desvive en ser el porrista número uno del populista presidente Andrés Manuel López obrador, ha descuidado rubros sensibles como la seguridad, y muestra de ello es que miles de chiapanecos han sido expulsados de sus tierras por las disputas y violencia del crimen organizado, el caso más reciente es el de 4,000 indígenas de Tila, que abandonaron sus hogares al haber sido dejados a sus suerte por el gobierno estatal.
A pesar de los reclamos en busca de ayuda, más de 4,000 indígenas choles fueron ignorados por Rutilio Escandón y fueron desplazados por la violencia que azota su comunidad, debido a la presencia del grupo armado ‘Los Autónomos’, quienes también son reconocidos como ‘karma’ y la ‘Fuerza Armada de Tila (FAT)’.
“Salieron de la antigua cabecera municipal de Tila. No nos esperábamos que saliera mucha gente, sabíamos que iba a haber una evacuación como de 10 o 15 familias, nada más; sin embargo, fueron camiones, camiones y más camiones de personas que llegaron», dijo Juan Núñez Cancino, delegado de Protección Civil región Cho’l.
El funcionario señaló que tan solo en la unidad deportiva de Petlalcingo alcanzaron a dar albergue a más de 3,000 indígenas desplazados, sin que hasta ahora el gobierno del estado haya hecho algo para buscar soluciones a este problema de inseguridad que ha dejado crecer.
El delegado subrayó que muchas de las personas exiliadas no se contabilizaron porque se refugiaron en casas solidarias en Tumbalá, Yajalón, Sabanilla, Ocosingo, Comitán.
Otros más, abundó, se fueron a la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, San Cristóbal de Las Casas, ambos municipios chiapanecos; y Cancún, en Quintana Roo.
“En este momento prácticamente Tila está abandonado”, lamentó el funcionario.
El éxodo de las familias se da luego de que los pobladores vivieran casi cinco días atrincherados en la zozobra y el terror infundado por los grupos del narco que se disputan la región, algo que ha permitido el gobierno estatal que ha dejado de hacer su trabajo para ayudar a los chiapanecos.
Debido a la inseguridad, el Gobierno federal envió 500 elementos de las fuerzas federales y estatales este viernes, lo que obligo a los indígenas choles a huir, pues saben que la llegada de fuerzas del gobierno recrudecerá la violencia.
En tanto, los militares y agentes ministeriales de la Fiscalía General del Estado de Chiapas realizaron un recorrido por las calles para levantar evidencias y a su vez llevar a cabo las diligencias correspondientes por los delitos de homicidio, atentado contra la paz, entre otros.
Los elementos de seguridad federal, estatal y municipales también se enfrentaron a un reducido grupo de la etnia de choles, denominados los ‘Autónomos’ e identificados como generadores de la violencia en esta localidad. Mismos que encararon y protestaron con palos en mano al Ejército, Guardia Nacional, bajo la consigna: “fuera Ejército, fuera Ejército”.
De acuerdo con fuentes oficiales, reportaron el hallazgo de dos muertos y cinco heridos en el lugar de los hechos, uno más que murió antes de llegar al nosocomio.
Sin embargo, de forma extraoficial, los habitantes reportaron más de 10 muertos, así como violaciones a mujeres y niñas, quienes defendían su patrimonio.
Ahora, el pueblo luce desolado, en las calles se encuentran las evidencias de la violencia que vivieron los pobladores de esta localidad que ha sido abandonada por su gobernador, quien debería velar por su seguridad.