Ignoro si esta versión sea real, pero un cercano al Palacio Nacional me contó un diálogo del señor presidente cuando le informaron sobre la hornaza de Ciudad Juárez y el asesinato colectivo de 38 extranjeros recluidos en la estación migratoria de Ciudad Juárez:

–(A).- Tenemos que explicar muy claramente que la culpa de esto es toda de García Luna…el neoliberalismo; Salinas, los conservadores, los zopilotes la prensa amarillista amafiada con la Corte y Lorenzo Córdova, Murayama; los congresistas gringos, el Departamentito de Estado, el clasismo, el racismo… eso.

–(J).-Pues va a estar difícil, jefe, primero debemos identificar al pirómano suicida de la colchoneta, quien quiso convertir ciudad Juárez en Waco, como los davidianos, él inició todo, él y todos, estaban amotinados, estaban violentos y por eso los encerraron con candado…

–(A).- Ya no digas más… eso no se lo traga ni Garduño, por cierto, ¿dónde anda Garduño?

–(J).- Fue a ver a los heridos, bien chido. Oiga, ¿Y si cambiamos el lema de la seguridad, señor? Podríamos decir, abrazos, no flamazos…

–(A).-Ya cállate…

–(J).- Pues usted me dice cómo le hacemos, presidente, porque a mí se me hace muy grave todo esto…

–(A).- ¿Grave, grave?, no, grave los 43 de Ayotzinapa, la Casa Blanca, el fraude de Calderón que se robó la presidencia… esto no es grave…yo creo que Marcelo lo arregla fácil o Adán…

–(J).-Pero se están echando la culpa entre ellos

–(A).- Al rato los aplaco, háblale a Claudia…

–(J).- Bueno, presidente, pero el caso es que todo ocurrió dentro de instalaciones federales, los migrantes estaban ahí bajo responsabilidad del instituto de migración, del gobierno, no estaban por su voluntad…

–(A).-¿Y entonces para que se ponen a jugar con cerillos y cobijas, deberían saberlo con claridad, el que juega con fuego se quema y como dijo Epigmenio, ¿no lo oíste?, esta es una prueba de fuego para la Cuarta Transformación, debemos aprovecharla…

–(J).- Sí, pero eso de hablar de pruebas de fuego ahora es mentar la soga en la casa del ahorcado, o del quemado, –con todo respeto– como si fueran los del linchamiento aquel de Tláhuac, ¿no? Lo que yo veo es que ahora nos va a costar trabajo responderles a los extranjeros, ya vimos cómo luego luego el señor Guterrez, el de la ONU, nos arrimó el caballo, por cierto, qué bonita metáfora de doña Layda diciéndole a usted caballo de fuego:

“…caballo de fuego, atravesarás las junglas de la historia y derribarás los adobes de la indiferencia. Tú, caballo de fuego, escribirás un nuevo decálogo del pueblo de bienestar, de oportunidad y de fraternidad indestructible”, lástima del incendio ese promovido por los conservadores y sus agentes extranjeros, con el único ánimo de causarle problemas a usted ¿verdad?, la gente es capaz de eso y más, pero…suena lindo eso de la fraternidad indestructible…

–(A).- Eso del caballo de fuego no faltará algún periodista fifí capaz de usarlo en contra nuestra, porque no entienden los beneficios que le hemos llevado a Centroamérica con el programa “Sembrando vida” y con la aceptación del plan de EU de quédate en México, por cierto, ¿quién fue el zopilote que dijo ya cambiaron lo de quédate en México por “quémate en México”? Son insensibles, son desalmados, son politiqueros, no participan del “humanismo mexicano” no aceptan esta transformación imparable, constante, permanente, porque no van a ser treinta o cuarenta venezolanos o cubanos o lo que sea –muertos en un atentado conservador–, quienes echen abajo nuestro sueño…”

–(J).-Caballo de fuego, al galope en Juárez, ¿no?

–(A).- Cállate.

Vaticinio: No habrá un solo funcionario de alto nivel con responsabilidad en el caso. Todos se van a escurrir de la acción justiciera. No va a pasar nada, se resolverá internamente, se guardará silencio y se echará tierra sobre el caso.

No son iguales.

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona