Tras el asesinado del fundador de las Autodefensas y el abandono por parte de los gobiernos Federal y estatal, lugareños están dispuestos a volver a tomar las armas para defenderse
Han transcurrido cuatro días del asesinato de Hipólito Mora, exlíder de las Autodefensa en Michoacán, y la violencia con presencia de grupos del crimen organizado en varios puntos de la entidad y en La Ruana, pueblo natal de Hipólito va en aumento, sin que las Fuerzas Armadas tengan presencia, por lo que lugareños advierten con el resurgimiento de grupos de defensa armada ante el abandono que viven por parte de los gobiernos Federal y estatal.
Guadalupe Mora, hermano de Hipólito y quien ha acusado que a su hermano lo asesinaron por un pacto entre autoridades y grupos del crimen organizado, advirtió que las autodefensas volverán a defenderse si el Gobierno Federal no garantiza la seguridad en Buenavista, municipio michoacano donde asesinaron a su familiar
El hermano del fundado de las autodefensas en Michoacán reiteró que seguirá la lucha por la seguridad en Michoacán y sin rodeos le mandó un mensaje al populista presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Si no garantizan la seguridad en el municipio y en La Ruana, nos levantamos en armas”, advirtió Guadalupe Mora, en un mensaje publicado por varios medios de comunicación locales.
El hermano de Hipólito responsabilizó de la muerte del fundador de las Autodefensas al grupo criminal de Los Viagras, a su jefe de sicarios, Nicolás Sierra Santana y a su jefe de plaza en La Ruana, ‘la Sirena’, por el cobarde asesinato de su familiar.
Mientras en La Ruana los lugareños esperan respuesta de las autoridades para reforzar la seguridad, en la Tierra Caliente integrantes del crimen organizado cerraron las carreteras de entrada y salida de Apatzingán, donde se han reportado enfrentamientos armados.
ANTECEDENTE
Hipólito mora fue asesinado en una emboscada el pasado jueves cuando a bordo de su camioneta blindada regresaba a su casa en La Ruana. Al menos 20 hombres armados dispararon en unas mil ocasiones hasta que les quitaron la vida a Hipólito y a sus tres escoltas.
Una vez que los sicarios comprobaron que había muerto Hipólito y sus guardaespaldas, les metieron el tiro de gracia e incendiaron su camioneta.
Lo que ha desatado la polémica en Michoacán y entre los vecinos de municipios de la zona es que cerca del lugar de la agresión hay un destacamento de la Guardia Nacional y ningún elemento de esta corporación intervino para repeler el ataque contra el exlíder de las Autodefensas, motivo por lo que ha llovido críticas contra el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, a quien acusan de estar al servicio del crimen organizado, y de las autoridades federales, por complicidad y abandono de los lugareños ante estos grupos criminales.