Una somera revisión de los textos de la señora Rowling, cuya fecunda imaginación le entregó a la literatura inglesa la historia al parecer interminable de Harry Potter, nos permite comprender la existencia de un trailer de decenas de toneladas, convertido en invisible transporte de la muerte, quizá por la intervención del pavoroso Lord Voldemort convertido en pollero centroamericano o mexicano, lo mismo da.
Como todos sabemos, y de seguro también es del conocimiento del señor comandante de la Guardia Nacional, el general Luis Rodríguez Bucio, cuya frase inmortal sobre el horrible accidente en el cual murieron casi sesenta personas y otras cien resultaron heridas (“no pasó por los retenes”), se explica por la mágica invisibilización del mastodonte con ruedas al cual –a pesar de las fotografías–, nadie de su corporación vió cruzar ninguna de las tres postas chiapanecas, ubicadas en San Cristóbal de las Casas y Chiapa de Corzo.
La explicación no se encuentra en los textos de la Escuela Superior de Guerra en la cual este divisionario estudió su posgrado en Seguridad, sino en el análisis de los libros de Harry Potter, en cuyas páginas uno encuentra estos esclarecedores elementos.
Te recomendamos:
- Igualdad y justicia social, prioridades de México en el G20
- Hacienda proyecta crecimiento económico de hasta 3% en 2025
- La CIDH vigilará que la 4T no imponga jueces para beneficiarse de su polémica ley judicial
- CNDH, La hora más oscura
- La misma piedra
“…Una capa de invisibilidad es una prenda mágica que hace invisible lo que cubre (aquí, capa no se refiere a una película sobre una superficie, como el barniz o la pintura)…
“…Además de Harry Potter, Alastor Moody es es el único conocido que posee dos capas invisibles, pero estas no son como la que posee Harry, ya que esas son capas invisibles comunes, en cambio la de Harry no pierde sus poderes con los años.
“La capa de Harry fue pasada desde Ignotus Peverell, el primero que la poseyó, hasta su padre James Potter. Fue utilizada por Harry Potter una innumerable cantidad de veces a lo largo de su curso en Hogwarts y por Severus Snape para llegar a la «casa de los gritos», donde se encontraban Harry, Ron, Hermione, Sirius y Remus Lupin en 1994.
“Dumbledore le devuelve la capa a Harry en su primer año en Hogwarts porque se la había pedido prestada a James Potter. Los demás poseedores de capas invisibles, han sido, el hijo de Ignotus Peverell, Iolanthe Peverell y de la familia Potter, James, Albus y Harry. Además, Albus Dumbeldore quien nunca la utilizó”.
A esta lista debemos agregar la Guardia Nacional Mexicana, aun cuando en el misterio permanece otro enigma: quizá no haya sido la invisibilidad el impedimento para la observación de la aguerrida GN, sino la ingesta de “Chiquitolina”, píldora maravillosa inventada por “El Chapulín colorado”, y cuyo efecto lleva las cosas al mundo microscópico, de difícil percepción.
Quizá al trailer le cargaron en sus tanques de combustible, “Chiquitolina” en dosis considerables y los defensores de la patria no pudieron verlo ni oírlo. Debe haber sido un trailer salinista, porque ni se le vió ni se le oyó hasta el momento del desastre.
Por ahora, las armas nacionales no se cubrieron de gloria. Nada más hicieron el ridículo.
–¿Para eso sirven la Guardia Nacional y el Instituto Nacional de Migración? ¿Quién se ha corrompido hasta el tuétano, la ceguera y el disimulo? Todos lo sabemos aunque el señor presidente culpe al elefante reumático en el norte americano.
La culpa es del elefante. Y la mágica capa invisible.
Pero al parecer ya hay una aportación mexicana a este complejo asunto multinacional: la nueva traducción del programa americano ideado por Donald Trump y resucitado por Joe Biden, cuya más grande aportación ha sido convertir a México de su patio trasero en su sala de espera.
“Remain in México”, ahora se traduce como “Muere en México”.
Vergüenza debería darles, pero nadie pagará por estos muertos, cuya abundancia no merece siquiera un pase de lista. También fue el Estado.
Estos migrantes no murieron por accidente: murieron por corrupción. Esa plaga (del pasado), cuya erradicación ha sido festejada varias veces, con tono exultante, en menos de tres años por el gobierno tetramorfósico.