La farsa se consumó, las denuncias de acarreo descarado, de condicionar a militantes morenistas a asistir a mítines de la exjefa de Gobierno de la CDMX fueron anuladas por Alfonso Durazo, quien evitó una reprenda de López Obrador y otro regaño por parte de la exmandataria capitalina

De nada sirvieron las denuncias presentadas y entregadas por el equipo de Marcelo Ebrard, con evidencias y videos de acarreos descarados, de presiones para que militantes asistieran a los mítines de Claudia Sheinbaum, de la entrega de bolsas con despensa al estilo del viejo PRI y los sabotajes para eliminar propaganda de Marcelo Ebrard y colocar leyendas en favor de la exjefa de Gobierno de la CDMX. Las pruebas documentadas no valieron ni un cacahuate, ya que la orden que recibió desde Palacio Nacional Alfonso Durazo, el temeroso y supuesto presidente del Consejo Nacional de Morena fue el de hacerse el ciego y hasta el loco y no hacer más grande el asunto, ya que la elección y “dedazo” de quién será la candidata de la 4T para las presidenciales en 2024 ya está dicha desde hace muchos meses, aunque el populista presidente Andrés Manuel López Obrador insista en negar que su gobierno y administraciones pasadas no son la misma suciedad.

Fueron 70 días de una excelente simulación de campañas, porque eso fueron y no las supuestas asambleas como quieren calificarlas para no incurrir en violación a las leyes electorales, pero si hay algo de lo que la 4T se ha caracterizado es que no respeta las leyes, se las pasa por alto en todos los niveles, no la acata y lo que es peor aún, que quien presume de honestidad y de no engañar al pueblo, el huésped de Palacio Nacional, es el principal mentiroso que incita a la polarización y a la desobediencia.

La simulación de la encuesta para elegir al candidato o candidata de la 4T no pasa de ser una farsa bien elaborada, donde Sheinbaum, quien se ha convertido en la repite todo del populista mandatario, la que no ha aportado propuestas propias para gobernar y que se ha aprendido bien los discursos del patrón, sólo tiene que repetir el mensaje, pues sabe desde hace tiempo ella cuenta con la bendición y el apoyo del jefe de Palacio Nacional y así como la impuso también la puede quitar, como hizo con las aspiraciones del director del IMSS, Zoé Robledo, quien buscaría ser candidato a la gubernatura de Chiapas, y bajo bajado de la contienda y en su lugar López Obrador colocó por capricho y por convenir a sus intereses a su prima Manuela Obrador.

El trabajo de Alfonso Durazo como supuesto presidente del Consejo Nacional de Morena y quien junto con el dirigente de los guindas, Mario Delgado, era revisar y sancionar actos no permitidos e ilegales en las campañas cumplió con la encomienda, se ganó el aplauso del patrón de Palacio al realizar un papel digno de una telenovela.

Durazo no solo cumplió con el encargo de López Obrador sino que evitó escuchar y soportar la letanía y posibles reclamos de Claudia Sheinbaum, así como ocurrió el 15 de junio pasado durante un evento de las “corcholatas”, donde se dieron a conocer las reglas y en el que la exmandataria de la CDMX reclamo a Alfonso Durazo, gobernador de Sonora, por algo que a ella no le gustó, por lo que ya con ese antecedente y acorralado para cumplir las instrucciones al pie de la letra, se dobló y sencillamente dijo que “no pasó nada, tampoco hubo acarreo ni ayuda de ninguna dependencia del gobierno para Sheinbaum”.

La farsa se consumó y hasta un ciego pudo haber visto las pruebas e incluso hasta un loco pudo haber tenido unos minutos de razonamiento para encontrar que hubo irregularidades, pero sólo Alfonso Durazo, quien súper jura que se hizo una valoración “rigurosa” de las pruebas entregadas dice que no se encontró evidencia alguna de acarreo forzado o de desvíos en favor de Claudia.

Los documentales entregados, según Durazo, que pinta para ser nuevo actor de telenovela, fueron aquilatadas por el Consejo Nacional y el Comité Ejecutivo Nacional y no se “encontró nada”.

“En algunos casos se trata de expresiones aisladas (algo así como las oportunidades de las que habló Marx Arriaga cuando se le interrogó sobre los garrafales errores en los libros de texto de la SEP) que en ningún momento hablan de una acción concertada o de una iniciativa general o mucho menos institucional para favorecer a esa aspirante. Están concluidas las investigaciones y podemos decir que esos señalamientos no afectan el proceso”, señaló contundente Alfonso Durazo, al dar por cerradas las denuncias y estar satisfecho por haber cumplido con la orden del patrón, y lo que es mejor, evitar un regaño más de la exmandataria capitalina.