Por: Guillermina Gómora
Un mes y contando, en el caso de los 43 desaparecidos en Iguala, Guerrero, que se ha convertido en botín político de los partidos y organizaciones de todo tipo. Como la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG), que se ha colocado a la cabeza de las marchas-saqueos.
Días violentos se han sucedido, uno tras otro, la furia se ha extendido y es utilizada como bandera política por diversos grupos de inconformes que buscan lucrar con la incertidumbre de los familiares de la Normal Rural de Ayotzinapa. Ahí están por lo pronto los casos de pillaje a tiendas de autoservicio y otros comercios. ¿Eso es una protesta de carácter social?
Como ha dicho el presidente Enrique Peña Nieto, no se puede exigir justicia y aplicación de la ley, cometiendo acciones que transgreden las normas jurídicas; que violentan las garantías de terceros y quebrantan el estado de derecho. ¿Cómo debemos calificar los bloqueos a carreteras, quema y saqueos de oficinas gubernamentales? ¿Como un acto justiciero o vandalismo?
La anarquía registrada en diversos municipios de Guerrero evidencia la ingobernabilidad a la que llevó a su estado, la omisión y particular estilo de administrar del ex priista y perredista gobernador con licencia. Ángel Heladio Aguirre Rivero, que estiró la liga hasta que no tuvo de otra y, junto con sus correligionarios del PRD, acordó su salida.
La responsabilidad política del ex mandatario en los lamentables hechos hizo realidad una de sus declaraciones: “Me voy a dedicar a todo menos a la política”. En efecto, Aguirre está fuera y las aspiraciones de encumbrar a su hijo el diputado local Ángel Aguirre Herrera, para la alcaldía de Acapulco, deberán esperar otra oportunidad.
Ángel Aguirre se va con el estigma de los muertos y desaparecidos de la Normal Rural de Ayotzinapa. Lo sucedido en Iguala es condenable, pero no justifica la barbarie registrada en los días posteriores. El blindaje anunciado para la entidad debe considerar la codicia de la CNTE, que busca utilizar como moneda de cambio el tema de la reforma educativa para salirse de las protestas.
La violencia genera más violencia y debilita a las instituciones que sustentan al Estado mexicano. El vandalismo enmascarado en una exigencia de justicia y retorno de los 43 desaparecidos puede generar una espiral de alto costo social, político y económico, de fuerte impacto para millones de mexicanos inocentes. El puerto de Acapulco ya lo registra.
Vericuentos
Salarios vs. inseguridad
El ex gobernador de Chihuahua, Patricio Martínez, propone incorporar la figura del “salario nivelatorio” como un incentivo para apoyar a quienes perciben hasta tres mínimos generales al mes. El senador considera que esta acción ayudaría a resolver el problema de la frustración de la gente que deriva en violencia e inseguridad que se registra en las ciudades y en los pueblos. Ciudadanos inconformes, dice, por los bajos ingresos, pues ven pasar la riqueza, pero ésta no les llega en forma de una remuneración justa a su trabajo. En México hay más de 9 millones de trabajadores que perciben tres salarios mínimos o menos.
Patrones de manteles largos
La Coparmex, que encabeza Juan Pablo Castañón, echará la casa por la ventana para celebrar su 85 aniversario el próximo 30 y 31 de este mes. Les inaugura el presidente Peña Nieto y el jefe de Gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera, clausura su reunión, donde participarán conferencistas de primer nivel internacional como Ricardo Lagos, Alicia Bárcenas y Moisés Naím, entre otros.
Tlalpan: tribus en pugna
La sucesión confronta a las tribus perredistas en el sur, a grado tal que la jefa delegacional en Tlalpan, Maricela Contreras Julián, cambió de bando e intenta impulsar a su delfín Carlos Hernández Mirón, como candidato a delegado. Nada más que nos las trae consigo, y eso que don Carlos recurrió a la compra de votos y el reparto de computadoras, tabletas y bidones. Los insumos fueron entregados entre líderes sociales afines al derrotado Hernández Mirón. La delegada política rompió lanzas con su padrino René Bejarano y, como San Pedro, ya hasta lo niega.
@guillegomora