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Nos prometieron bloquear las antenas de la telefonía celular en torno de los penales. No lo pudieron hacer. La incompetencia tecnológica superó a la incompetencia burocrática. Ensalmo. Un ensalmo es una fórmula mágica, supersticiosa, de curar mediante la palabra. Es también y por extensión un acto repentino, una solución inmediata. A fin de cuentas obra del mago o el dirigente auto investido de poderes especiales.

En ambos casos, un cuento.

Y en México, por desgracia vivimos cada vez más a base de ensalmos gubernamentales, en ambos sentidos.

Por ejemplo, el registro de los usuarios de la telefonía móvil. Por ensalmo hemos acabado con los amagos telefónicos de extorsionadores y secuestradores. No podemos acabar con ellos, pero podemos saber desde dónde nos hablan. Eso además del ya dicho conjuro, viene a ser un infantilismo feroz.

Es la segunda parte del ridículo nacional: como no podemos impedir los teléfonos en las prisiones (como tampoco se evitan el alcohol, las drogas, la prostitución, los privilegios; las suites de lujo en las cárceles), entonces metemos “orden” fuera de las prisiones para evitar los hechos de ahí dentro surgidos.

Después nos prometieron bloquear las antenas de la telefonía celular en torno de los penales. No lo pudieron hacer. La incompetencia tecnológica superó a la incompetencia burocrática. No hicimos ni una cosa ni la otra.

Pero por ensalmo registramos millones de teléfonos muchos de los cuales ya estaban registrados. Pongo dos ejemplos: los míos. Cuando yo adquirí dos aparatos de Nextel, me preguntaron hasta el tipo de sangre a la hora de firmar un contrato. Ahora me piden hasta el acta de defunción para volverme a registrar. ¿Cuántas veces?

Se me dirá, eso es por los teléfonos prepagados, pero ¿los de ficha ? Es lo mismo, cuando alguien los adquiere en una tienda, le piden su tarjeta de crédito, como cuando se quiere rentar una de las “Marcelobicis”.

Pero la burocracia se impone cada vez nuevas labores innecesarias para justificar su existencia. Genera trámites y más trámites y obliga a los ciudadanos a cumplirlos. Y eso en cualquier escala.

Otro ejemplo de esa capacidad auto reproductiva de la burocracia es la reforma energética. Todo un rollazo de semanas en el Senado, interminables discusiones ideológicas y técnicas para terminar en el mismo lugar del principio: Pemex no es sino el surtidor inagotable de la Hacienda pública. Y a cada rato un nuevo “gasolinazo”. Reformar vino a ser subir los precios. Nada más.

Pero el ensalmo tiene también connotaciones teológicas. Dígalo si no esta pía declaración del señor Presidente de la República tras los sismos en Baja California (Esmás.com):

“El Presidente se comprometió a hacer una evaluación de las pérdidas de cosecha y a aplicar el Programa de Empleo Temporal. Aseguró que hará todo lo humanamente posible que esté en sus manos:

“También es importante que nos organicemos, de que el Gobierno se ponga las pilas, de que la gente respete el orden y las vías que vamos a hacer para llegar… que no depende de nosotros que haya temblores o no, eso depende de la naturaleza, de Dios, de lo que ustedes juzguen creer (sic), pero lo que sí está en nuestras manos es ayudarles a minimizar los efectos de un temblor”, sostuvo el mandatario. Del ejido El Faro, el presidente se trasladó a Mexicali.

TRABAJA EL MAIL

Un indignado ciudadano me manda este correo cuyo contenido ya ha circulado, supongo, por toda la red.

“Hace unos días me llegó un mensaje a mi teléfono celular dándome un ultimátum: si no registraba mis datos personales entre ellos el CURP, el 10 de abril suspenderán mi línea. Este ultimátum lo considero indignante y abusivo y te explicaré mis tres motivos:

“Porque es sospechosamente ingenua: ¿A poco el Gobierno Federal es tan ingenuo como para considerar que un secuestrador, extorsionador o narcotraficante va a registrarse en el RENAUT? Según el Gobierno Federal, con este registro pretende tener un mejor control sobre las líneas de telefonía móvil y así localizar con mayor eficacia a dichos delincuentes.

“Porque pareciera que la verdadera intención del Gobierno Federal es: mantener monitoreada, rastreada o vigilada a la población. Con este registro el Gobierno Federal sabrá entre otras cosas: Donde te encuentras localizado exactamente (ubicación digital del posicionamiento geográfico de las líneas telefónicas, así lo dice literalmente el decreto del RENAUT). También sabrán en qué fecha y a qué hora hiciste una determinada llamada, a quien le llamaste, o si le mandaste un mensaje SMS, que decía dicho mensaje, entonces da lugar al tercero y mi principal motivo:

“Porque invade mi privacidad. Es un atentado contra nuestras garantías individuales de libertad, comunicación y privacidad. No permitas que el Gobierno Federal invada tu derecho a dicha privacidad, tú estas pagando por un servicio que te otorga este derecho y cabe mencionar que dicho servicio es de los más caros en el mundo (si no me crees, pregúntale a Carlos Slim)”.

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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