Gregg Abbott asegura que el muro flotante de boyas en el tramo de Eagle Pass no fue la causa de los fallecimientos; la Constitución le permite proteger a su estado, advierte
El muro flotante de boyas gigantes colocadas en el Río Bravo en el tramo de Eagle Pass, en Texas, por orden del gobernador Greg Abbott para contener el cruce de migrantes procedentes de México ya cobró dos vidas, de las que el mandatario texano evade ser responsable y dice que esos fallecimientos nada tuvieron que ver con el muro flotante que se colocó.
A través de redes sociales, el gobernador texano aseguró que hace un año advirtió al presidente Joe Biden que Texas estaba facultada constitucionalmente para tomar estas acciones y asegurar su frontera con México, e insistió que el muro de boyas no es la causa de las muertes de dos migrantes ocurridas en días pasados.
El jueves de la semana pasada el Instituto Nacional de Migración (INM) logró identificar a uno de los cuerpos hallados en las boyas y aseguró que se trata de Nolan, un joven hondureño, mientras que el otro cuerpo sigue sin ser identificado.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó una demanda contra Abbott para que retire las boyas gigantes, ya que esa barrera representa problemas humanitarios y medioambientales, además de violar tratados internacionales de aguas con México.
Las boyas son la última escalada de la operación de seguridad fronteriza de Texas, que también incluye una barrera de alambres y la detención de migrantes acusados de allanamiento de morada. A pesar de la polémica por el muro flotante en el que se señala como causa de las dos muertes de migrantes en esa zona, el gobernador de Texas advierte que continuará con esa operación antiinmigrante, ya que a su decir, la Constitución se lo permite.