El caudal de casos que no resuelven las fiscalías de la República y la de Ciudad de México es monstruoso. Pero los fiscales en ambos casos han  optado por jugar a ser factor electoral en lugar de hacer su trabajo en torno a denuncias sin resolver.

Alejandro Gertz Manero, un fiscal viejo, enfermo y que se ha plegado al poder como nunca, decidió abrir una inverosímil causa en contra de un agente del Cisen y de Genaro García Luna por haber integrado el complot contra el candidato del PRI a la presidencia en la elección de 1994 (sí, de hace 30 años).

Así, el caso Colosio habrá de seguir siendo una muestra de cómo las fiscalías en el país no investigan. Con buenas o malas intenciones, pasamos por fiscales que nos mostraron los movimientos coordinados de un equipo que, según ellos, había actuado para detener, poner en posición y ejecutar a Luis Donaldo.

Pasamos por presos -durante años- sin pruebas, por interrogatorios ilegales al tirador que fue detenido in fraganti y por nuevas formulaciones de hipótesis que, una y otra vez, se desmoronaron ante la triste realidad.

Jorge Antonio Sánchez Ortega, el agente del Cisen que es ahora blanca de AMLO y su carnal Gertz para resucitar al caso Colosio, fue investigado desde un principio. Se le consideró sospechoso porque se alejaba corriendo del lugar con la camisa ensangrentada. En efecto, era sangre de Colosio y el agente estaba allí porque se le había asignado seguir al candidato. Es el famoso Aburto 2, el hombre parecidísimo al asesino que apareció en los lugares de detención en Tijuana.

Como es tradición, el agente estaba drogado y su actuación como agente de seguridad nacional es poco menos que errática.

Una y otra vez esto estuvo a la mano de quienes querían encontrar un complot. Esta  vez terminará también en nada. Pero Gertz Carnal y ayudó a AMLO (y Sheinbaum, seguramente con cara de preocupación luego de la encuesta del Financiero).

El caso de Ulises Lara es aún más lamentable, sustituye a una iztapalense cuya única virtud era representar una cuota de poder para aquel coto de Morena. Seguramente Ernestina habrá de liderear el sanado de heridas que quedaron luego de que, sin consultarle, la dirigencia nacional quitó a la candidata de Brugada para Iztapalapa y puso a una dirigente de otra procedencia.

Lara tendrá un papel sin duda electoral, principalmente en torno al Cártel Inmobiliario en la que se ha buscado, una y otra vez, dirigir un misil directo a Santiago Taboada.

Su conversión en abogado, un abogado Maruchán, logrado en 3 minutos, fue una vergüenza.

Pero una diferencia hay notable entre Gertz Manero y Ulises Lara. Gertz, aun viejo y enfermo, cuida cada paso. Abre “una línea de investigación” y como tal quedará. Ulises es menos fino, capaz de cometer una torpeza que le origina problema a futuro, cuando esté lejos del pode. Ya se vera.

Deja una respuesta