Guillermina Gómora Ordóñez

“¿Qué quiénes somos? Los gigantes de una raza magnífica de bronce”. Sí, una raza que no se doblega ante la adversidad. Una raza que le planta cara a la muerte. Un pueblo solidario que hoy convoca con el ejemplo a rescatar al prójimo y a la nación.

Ciudadanos convencidos de ayudar, de jugarse la vida, de fundirse en un abrazo fraterno, en escenarios devastados por los desastres naturales; conocemos la ruta, la aprendimos hace 32 años, un 19 de septiembre. Justo en el mes en que celebramos nuestro amor por México y lo mexicano.

¿Casualidad? ¿Coincidencia?, no hay tiempo de averiguar, los terremotos cimbraron hogares, poblados, ciudades, familias y los corazones de todo nuestro país. Es tiempo de actuar y alzar la voz, pues la tragedia apenas comienza.

Luego de los heroicos rescates en los escombros de edificios y casas; de llorar a nuestros muertos y las pérdidas materiales, viene el reto de la reconstrucción en todos los sentidos. Ahí es donde deberemos ser aún más solidarios.

Nuestros compatriotas de Oaxaca, Chiapas, Veracruz, Estado de México, Morelos, Puebla, Guerrero y Ciudad de México, demandan de nuestra solidaridad, que no se nos olvide cuando uno de ellos acuda a realizar el trámite de la recuperación de documentos, una consulta médica o la ayuda que brinde el gobierno.

La reconstrucción lleva su tiempo, aún no acaba la de los sismos de 1985, y estamos ante la de los desastres naturales del 2017. #Fuerza México, demanda compromiso y acción, no se valen mezquindades y abusos de ningún tipo. Lucrar con la desgracia de nuestros paisanos es un acto ignominioso en el nivel que sea.

Administremos nuestra solidaridad, el camino es largo y coincide con los tiempos de sucesión en nueve estados, Congreso y Presidencia de la República. Evitemos que los apoyos caigan en manos de los políticos, que no nos encandilen los falsos liderazgos y promesas; dejemos en claro que no es una dádiva la que necesitamos. Ejerzamos nuestros derechos.

La sociedad mexicana maduró y hay que hacerlo sentir. ¡Basta ya!, de manipulaciones de todo tipo.

En el caso de que prospere la iniciativa de reducir los presupuestos que se asignan a los partidos políticos y al Instituto Nacional Electoral (INE), que suman más de 25 mil millones de pesos, para canalizar estos recursos a los damnificados, no debemos perder de vista que son nuestros impuestos asignados a estas instituciones. Ellos no están donando nada. No sale de su bolsa.

Que no vengan con el cuento de papá bondad. No. Hoy el dinero de los contribuyentes mexicanos debe destinarse a la reconstrucción de los connacionales afectados. ¡Al diablo!, con el derroche y el dispendio en los nueve partidos y la monarquía del INE.

Si quieren nuestro voto que se lo ganen con propuestas concretas y acciones de buen gobierno. No con despensas, tarjetas, bailes y cuanta cosa se les ocurra a los dirigentes de las organizaciones políticas. Transformemos nuestro enojo y hartazgo social en un voto razonado. Ejerzamos el cambio en las urnas.

Los mexicanos estamos de pie y ante los desafortunados momentos, que hoy vivimos, conviene recordar El poema “La Raza de Bronce” escrito por Amado Nervo, aquí unos fragmentos.

Somos semilla que puede ser árbol,

somos luz que no conoce la tarde

somos tormenta que un muro no deja pasar

somos cantares de amores frustrados

somos las Glorias que no han comenzado

somos morenos, pues nuestro dios ha sido el sol.

 

Sepan que somos la Raza de Bronce,

y cada golpe aumenta el coraje

de nuestras almas opresas que quieren pelear.

También las cadenas más fuertes se rompen

y nuestro orgullo es más fuerte que el hierro

sepan que somos la Raza de Bronce.

 

#Fuerza México

 

@guillegomora@hotmail.com

@guillegomora

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