Con una inversión tripartita de 240 millones de pesos de los gobiernos Federal, de la Ciudad de México y de las 16 Jefatura Delegacionales, se impulsará la conservación, modernización y atención a las escuelas de educación básica de la capital de la república: preescolar, primaria y secundaria, recursos que permitirán  dijo el Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, mejorar los salones de clases,  los espacios de diversión en los planteles y alentar el proceso de enseñanza y aprendizaje en la Ciudad de México.

En compañía del Secretario de Educación Pública federal, Emilio Chuayffet Chemor,  con quien firmó el Convenio de Coordinación GCDMX-SEP, Mejora de la Infraestructura Física Educativa de Nivel Básico en la Ciudad de México, teniendo como marco la Escuela Primaria «Lisandro Calderón«, en Peralvillo, el ejecutivo local aseguró que se llega a una acción de coordinación sin precedente y reconocer de la SEP federal, el compromiso que permite establecer lineamientos claros y trabajo coordinado en las escuelas de la Ciudad.

Detalló la menara en se dispuso la aportación de los recursos: 240 millones del Gobierno federal, 200 millones del Gobierno de la Ciudad de México y  200 millones de las Delegaciones Políticas. ¿Cómo logramos esto? Se preguntó y respondió: por los niños y por las niñas de la Ciudad, por los niños y las niñas de México.

Mancera Espinosa destacó que cuando hablamos de ellos no hay barreras, ni obstáculos. Hoy los tres órdenes de Gobierno estamos en sintonía para beneficiar a más de 76 mil estudiantes. Trabajaremos en la seguridad estructural, la accesibilidad, por el funcionamiento adecuado de las escuelas y dotarlas del mobiliario más adecuado para los niños.

Reconoció el trabajo de la Secretaria de Educación local, Mara Robles Villaseñor, quien ha trabajado de manera muy cercana con el Secretario Chuayffet y con los funcionarios del Gobierno de la Federación para llegar a esto.

Aseguró que hay voluntad política reconocida entre el Gobierno federal y el Gobierno de la Ciudad de México; rompimos tabúes e inercias que no beneficiaban a nadie.

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