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Hace muchos años Fausto Fernández Ponte era el modelo para toda una generación de aspirantes a reportero. Dicho de otro modo, si no queríamos ser él, sí queríamos ser como él. Por fortuna la vida me dio oportunidad de trabajar en las mismas páginas y compartir sus afanes y hasta su espléndido archivo en Washington donde guardaba datos, columnas, reportajes, números telefónicos, datos cruzados, fechas y toda clase de herramientas para manejar información cuando no existían ni los fax ni las computadoras personales; las grabadoras digitales, los teléfonos celulares ni nada de esto.

En aquellos años Fernández Ponte era un hombre lleno de vitalidad y audacia. Un reportero, como decía Ricardo Garibay, puro nervio.

Como una extensión de su vida profesional hacía deporte y practicaba la navegación a vela. Tenía un barquito en Annapolis (tenía una licencia de la US. Navy aunque hubiera preferido una de Antón Lizardo) y su mayor orgullo era invitar a sus colegas a navegar un rato en las heladas aguas del Atlántico.

–Fausto, con este barco ya nomás te falta escribir como Joseph Conrad.

–Puta, “pa’ejcribir” como Conrad “necesito” el Queen Mary… y soltaba una larga risa. Desde entonces yo le decía, Lord Jim.

Muchos años compartimos asuntos profesionales. Por una desgraciada casualidad no pude estar con él cuando lo hicieron hijo predilecto de Veracruz, hace unos meses, pero seguí en contacto suyo casi diario a través de la rigurosa recepción de sus columnas.

Pero el domingo no me llegó su columna sino este mensaje:

“Estimados amigos y caros leyentes de Don Fausto:

“Tengo que participarles de una muy mala noticia, Don Fausto no podrá enviar sus materiales habituales, ya que Don Fausto anoche sufrió un tipo de derrame cerebral. Estamos en la espera del diagnóstico médico final, en este momento está en coma y entubado. Esperemos que se recupere.

“En cuanto haya algo de más información se les hará llegar por este medio, que no es el idóneo, pero sí el más efectivo para llegar a todos. El se encuentra en la clínica 71 del Seguro Social, en el puerto de Veracruz. Atentamente. Manuel Hernández.

Y ayer, de acuerdo con los más sombríos temores, el mensaje fue este:

“Estimados caros leyentes de Don Fausto:

“Con pena y dolor les informamos que Don Fausto falleció hoy a las 04:35 de la madrugada de un paro cardiaco. No dejó de luchar en ningún momento por su vida, que tanto apreciaba y disfrutaba. Ahora Don Fausto es libre, aunque él siempre peleó por serlo.

“Gracias a todos los caros leyentes, amigos y familiares que estuvieron con nosotros en este duro trance, gracias por su apoyo, sé que Don Fausto desde algún lado estaría muy agradecido. Manuel Hernández.”

Yo no se si este momento se de agradecimientos, pero yo quisiera ahora agradecerle como en su momento lo hice personalmente, el vigoroso ejemplo de respeto a su trabajo y amor por la profesión. Además de un enorme amigo, Fausto fue un ejemplo.

MISTERIO

Un lector me pregunta:

–¿Cómo podemos entender esto de la guerra contra el narco?

La policía detiene a “La Barbie”, el más peligroso y sanguinario de todos y a otros diez matones, sin disparar un tiro, pero los soldados acribillan a una familia desarmada y matan a un menor de edad y dejan herida a su mamá y a otros y matan a su papá para no encontrar nada de nada.

Y a ese lector le contesto: yo tampoco lo entiendo.

MARIGUANA

Quienes desean un debate nacional en torno de la posibilidad de legalizar la mariguana, deberían conocer el más serio ensayo hasta ahora editado sobre el tema. Es un libro publicado por Centros de Integración Juvenil, esa benemérita institución cuya labor de 40 años le otorga toda la calidad para opinar en este y otros temas y en el cual el doctor Jesús Kumate, quien preside su patronato, advierte desde el punto de vista científico:

“A partir de la experiencia que CIJ ha adquirido en 40 años dedicados a la prevención, el tratamiento, y la investigación del consumo de sustancias psicoactivas, estamos convencidos que la legalización de la mariguana no constituye la solución al narcotráfico o una condición que brinde estrategias efectivas para eliminar o disminuir los problemas de salud, violencia e inseguridad pública.”

Este tema se puede consultar en www.cij.gob.mx.

BARRABASADA

–¿Cómo se le puede ocurrir a alguien poner a Salma Hayek, quien hace muchos años se fue de este país en busca no del sueño americano sino del sueño hollywoodense a repetir mensajes “keneddianos” en favor de la patria olvidada?

Suena tan falsa como Lorenzo Zambrano envuelto en la enseña nacional. Si tanto le preocupara México a este barón del cemento y la energía subsidiada, ya podría colaborar con la patria mediante el pago de sus impuestos. De menos.

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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