No suele esta columna ocuparse de acontecimientos deportivos. Mucho menos del futbol, ni siquiera cuando en la cancha se despide el presidente municipal de Cuernavaca.
El “juego del hombre” (y en general todos los juegos) me recuerdan, excepto cuando juega algún genio, la frase de mi maestro José Alvarado: “nunca pedestre afán distrajo mis vigilias”.
Pero hace unos días un entrenador se quejó públicamente de cómo en el estadio de la Universidad Nacional Autónoma de México se pierde el tiempo para darle oportunidad a los jugadores de cantar, con el puño en alto; un himno fascista.
Quizá la postura (dizque necesaria parea sostener un casco de americano en alto), le recuerde a Tomás Boy la fachosa postura (de facha, no de fascio) de los “ultras”; los “rebel” y toda esa fauna estridente que puebla las tribunas del Olímpico, como si se tratara de un saludo a Mussolini.
Movido por la curiosidad me encontré con el Himno Universitario y debo decir con una cierta dosis de pena ajena: es una vergüenza.
No por fascistoide; por mal hecho, peor escrito y horriblemente concebido. Culturalmente indigno de una universidad en la cual se aloja una importante Facultad de Filosofía y Letras. Pero tampoco se puede esperar mucho.
Si hay una escuela de Leyes y no se hace nada contra el despojo del Auditorio Justo Sierra, menos se les puede pedir capacidad lírica a los aedos del deporte.
Vea usted este horror. Lo tomo de la página oficial:
“El himno fue creado en 1940 por un grupo de universitarios integrado por Ernesto «Agapito» Navas, Luis Pérez Rubio, Alfonso De Garay, Gloria Vicens, Angel Vidal, Fernando Guadarrama que unidos al talento (¿?) de Ismael «Tío» Valdez, lograron la música y la letra.
“Entonado por primera vez en los patios de la Escuela Nacional Preparatoria, desde entonces, antes del inicio de las confrontaciones deportivas, los Pumas de la UNAM cantan al unísono:
¡Oh Universidad!
Escucha con qué ardor
Entonan hoy tus hijos
Este himno en tu honor
Al darte la victoria
Honramos tus laureles
Conservando tu historia
Que es toda tradición (¿y la rima, apà?)
Unidos venceremos
Y el triunfo alcanzaremos
Luchando con tesón
Por tí Universidad
Universitarios,
Icemos siempre airosos
El pendón victorioso
De la Universidad
Por su azul y oro
Lucharemos sin cesar
Cubriendo así de gloria
Su nombre inmortal
¡¡México, Pumas, Universidad!!
Como podemos ver en estos versos, sus autores no tuvieron la menor idea de nada.
Por momentos es ripioso, otras resulta baboso, pero siempre es espantoso…
LIBERTAD
Reproduzco un mensaje difundido por Radio Fórmula ayer por la tarde:
“Hoy (ayer) se dio un fallo histórico en la sala especializada para todos los medios de comunicación electrónicos, la Justicia Federal ha resuelto que el ejercicio de la libertad de expresión de medios y comunicadores no puede ser limitado ni objeto de censura alguna.
“Los conductores Joaquín López Dóriga, Javier Alatorre, Jorge Zarza y Carolina Rocha, fueron víctimas de una investigación y de un procedimiento sancionador inusual, excesivo e intimidatorio, dirigido a violar su derecho a expresarse libremente.
“El Instituto Nacional Electoral intentó oficiosamente sancionarlos por sus meros comentarios respecto a spots electorales que se transmitieron en la visita papal.
“Además, dice la Cámara de la Industria de Radio y Televisión, en un hecho sin precedente en nuestro sistema democrático, el Instituto Nacional Electoral pretendió obligar a los concesionarios de medios de comunicación a silenciar a sus comunicadores a la par de aplicarles una censura previa.
“Fue de tal gravedad lo acontecido que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, tuvo que intervenir a través de la figura de la Amicus Curiae, en donde resalta que las conductas imputadas a los cuatro periodistas, corresponden al ejercicio legítimo de su libertad de expresión y por lo tanto, una sanción a los mismos, vulneraría ese derecho fundamental.
“La resolución de hoy, dice la Cámara de la Industria de Radio y Televisión, deja claro que los comentarios y opiniones de los comunicadores lo hicieron con la única finalidad de informar a la audiencia, sin existir transgresión o alteración alguna a los promocionales ordenados por el INE, la Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión reconoce públicamente el trabajo ejemplar y responsable del Poder Judicial y de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos para garantizar la libertad de expresión a la que todos los mexicanos tenemos derecho.
“También reconoce la Cámara a los tres consejeros del INE que no avalaron censurar de manera preventiva a los comunicadores”.