Antes de que la venta indiscriminada de medicamentos sin receta médica se convierta en una problema de salud nacional, la Secretaría del ramo y la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) deben poner orden y exigir a las farmacias y a las tiendas de autoservicio que la compra al público de antibióticos tiene que ser necesariamente bajo petición expresa del galeno.
Las cifras son alarmantes, pues en México el 80% de los medicamentos se expenden sin receta, se practica la automedicación y se llega al grado de distribuir reactivos caducos que agrava la salud de los mexicanos.
Bajo este escenario, el GPPT en la ALDF en voz del Diputado José Arturo López Cándido alertó que los antibióticos que venden las farmacias, droguerías, almacenes y hasta en el comercio informal, obviamente sin receta, representa 40 por ciento de lo fabricado y que entre 85 y 90% de los mexicanos han consumido al menos una vez medicamento “recomendado” por la comadre, la hermana, el amigo, etc. con consecuencias lamentables y hasta fatales.
Ante tal situación el legislador petista pidió a la Secretaría de Salud del DF entregue a la Asamblea Legislativa un estudio y diagnóstico sobre el déficit de médicos en la Ciudad para atender a la población de escasos recursos económicos y carente de seguridad social, para entender el grado de venta y distribución de antibióticos sin la receta respectiva y medir el grado de riesgo sanitario a que está sometido ese sector de la población.
Asimismo López Cándido pidió al GDF distribuir inspectores que supervisen la venta de medicamentos sin la receta correspondiente y sancionar a los comerciantes que violen la disposición, pues debemos frenar la automedicación, por los riesgos que esto representa para las familias y para su economía.