En Estados Unidos existen cada vez más voces bipartidistas que llaman al presidente Biden a endurecer su postura contra el gobierno del populista Andrés Manuel López Obrador

La política energética que mantiene el gobierno populista de Andrés Manuel López Obrador al impedir que inversionistas externos hagan valer sus derechos como competidores en este ramo y al frustrar que se considere la voz de quienes apuestan su capital en este sector ha obligado al gobierno del mandatario estadounidense Joe Biden a enviar un ultimátum al Gobierno de México en las próximas semanas, en busca de romper el estancamiento en la disputa comercial energética, mientras hay más llamados bipartidistas para que EU endurezca su posición, al grado de que también asoman amenazas de aranceles, destacaron a la agencia Reuters fuentes conocedoras de las discusiones.

a medida representaría una escalada significativa en la ya tensa relación entre Biden y el populista López Obrador. La decisión de López Obrador de dar marcha atrás en las reformas encaminadas a abrir los mercados eléctrico y petrolero de México a competidores externos desencadenó la disputa comercial.

Se espera que la Oficina del Representante Comercial de EU haga lo que se describió como una “oferta final” a los negociadores de México para abrir sus mercados y aceptar una mayor supervisión, dijeron a Reuters tres personas familiarizadas con las conversaciones.

En caso contrario, Washington solicitará un panel independiente de solución de diferencias en el marco del Acuerdo Estados Unidos México Canadá, o T-MEC, dijeron.

Estados Unidos y Canadá solicitaron conversaciones de solución de controversias con México en julio, hace 250 días. Bajo las reglas del TMEC, después de 75 días sin una resolución, tienen la libertad de solicitar un panel de solución de controversias, en que un tercero que decide sobre el caso.

Si el panel falla en contra de México y éste no toma medidas correctivas, Washington y Ottawa podrían en última instancia imponer miles de millones de dólares en aranceles de represalia a los productos mexicanos.

La Casa Blanca esperaba evitar una escalada de tensión comercial con México mientras buscaba ayuda en materia de inmigración y narcotráfico, pero meses de conversaciones han dado pocos frutos y el Gobierno se ha quedado sin opciones menos beligerantes, dijeron las fuentes a Reuters.

Conversaciones estancadas

Aumentar las apuestas en la disputa conlleva un riesgo significativo para Biden, que se espera que lance su campaña de reelección en las próximas semanas y enfrentará las críticas republicanas sobre su manejo de la inmigración y el narcotráfico.

Biden necesita la ayuda de México para controlar la frontera después de que se levantaron las restricciones de la era Covid el 11 de mayo.

Un funcionario estadounidense reconoció la creciente frustración por la falta de avances en las conversaciones. «Queremos ver un avance claro en este asunto y abordar las preocupaciones que han planteado nuestros equipos de negociación», dijo el funcionario, que no quiso que se mencionara su nombre porque las discusiones eran privadas.

Un portavoz del USTR no quiso hacer comentarios sobre las consultas energéticas con México, pero la representante de Comercio, Katherine Tai, insinuó una posible escalada durante una audiencia del Comité de Finanzas del Senado el jueves cuando se le preguntó sobre las conversaciones.

“Estamos trabajando con México en medidas específicas y concretas que México debe tomar para abordar las preocupaciones expuestas en nuestra solicitud de consultas. Se trata de una cuestión muy viva”, declaró Tai.