Lo más duro es escuchar el llanto de los niños en la noche con temperaturas que bajan de los 10 grados, sin cobijas ni tiendas de campaña; en el día la temperatura supera los 25 grados, a lo que se suman enfermedades estomacales, relatan.
Las temperaturas extremas de frío y calor de la zona desértica de Ciudad Juárez, en la frontera norte de México, y la insalubridad del río Bravo han provocado que enfermen unos 30 niños migrantes que están acampando desde hace una semana mientras buscan cruzar a Estados Unidos.
El punto 36 del muro entre Ciudad Juárez y El Paso (Texas) se ha reforzado con más cercas y alambre de púas, por lo que un grupo de migrantes instaló un campamento cerca, en donde todavía ven oportunidad de romper la alambrada de navajas para cruzar, pero casi un centenar no lo han conseguido.
“Los niños están ahí con el agua esa sucia que está ahí empozada, están teniendo enfermedades. Yo tengo dos niños que son asmáticos, uno de un año y 8 meses y otro de 7 años, el medicamento ya se les acabó y no podemos ir a comprarlo porque nos agarran (los agentes)», dijo Miguel Velazco, de Venezuela.
Señaló que lo más duro es escuchar el llanto de los niños en la noche porque las temperaturas bajan de los 10 grados y no tienen cobijas ni tiendas de campaña.
“Es mucho frío, muchos niños lloran porque no tienen como refugiarse, como abrigarse, no tienen carpa y pasan frío. Es casi imposible entrar, pero por lo menos que tengan consideración con los niños y las mujeres”, pidió.
En cambio, durante el día la temperatura supera los 25 grados, y el agua estancada del río Bravo contaminada con drenaje aumenta la posibilidad de enfermedades estomacales.
“Ahorita hay como 30 niños, pasan frío, pasan hambre, pasan calor, y las autoridades no colaboran ni dan una respuesta de nada, ahorita más que todo es fiebre, vómito, diarrea”, indicó el venezolano.
CIFRAS
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) destacó este viernes el récord de migración irregular en México en 2023, con más de 782.000 indocumentados detectados, aunque observó una bajada del flujo en la frontera con Estados Unidos en enero de este año.
Santiago González Reyes, director de Derechos Humanos del Municipio de Juárez, indicó a agencias internacionales, entre ellas EFE, que los migrantes ya vienen muy afectados de las rutas en las que tardan varios meses soportando condiciones climatológicas y alimenticias complejas.
“Es casi la parte final de su camino, ya transcurrieron varios meses de recorrido por todo Latinoamérica y es donde hemos detectado estas situaciones, principalmente respiratorias y gastrointestinales”, añadió.
ALBERGUES
Dijo que, a pesar de que hay hospedaje para las personas que llegan para tratar de cruzar a Estados Unidos, muchas de ellas no quieren acercarse a los albergues y eligen acampar en la frontera para pasar irregularmente.
“Los espacios que no están adecuados, que no tienen una infraestructura sanitaria, generan muchas afectaciones. No tener acceso a agua potable y a servicio sanitario siempre va a generar situaciones de salud y principalmente a los más vulnerables que son los niños y las mujeres”, dijo González Reyes.
Agregó que el gobierno municipal tiene tres espacios con todos los servicios, atención médica y alimentación balanceada, que están siempre disponibles quienes quieran un cruce regular y ordenado.